jueves, 31 de enero de 2008

El bizcocho casero y las relaciones laborales

Hasta ahora no había hablado de la termomix, robot de cocina que tengo hace ya muchos años. Pero ya es inevitable: el bizcocho casero hecho con este invento, triunfó desde la primera vez que lo hice. Su receta puede encontrarse en el libro que trae, con el nombre de bizcocho rápido, y que consta de huevos, azúcar, aceite, yogur, harina, sal y levadura., y el azúcar glass al final. Como notas a subrayar, el aceite debe ser de oliva virgen extra (Setenil) y los huevos, que hace mucho que vengo usando los ecológicos. (yo continúo con las tonterías, lo siento).Por lo demás, la harina de repostería Gallo y el yogur de limón Danone, de lo más normalito.

Son ya muchos los bizcochos rápidos que he hecho en todo este tiempo. En casa siempre lo acogen de maravilla, pues no solo cubre los desayunos para los perezosos (que hay en todas las casas), sino también las meriendas. Al fin y al cabo tiene mucho alimento, sobre todo por los huevos y el aceite, que además le da una gran esponjosidad.

Pero sin duda el mayor éxito alcanzado del bizcocho ha sido en la oficina, adónde lo he llevado, siempre recién hecho, con motivo del cumpleaños de algún/a compañero/a y sin embargo amigo/a, o del mío propio. A veces he buscado alguna que otra excusa tonta para aparecer a las ocho de la mañana con el bizcocho en una bolsa de plástico, y cubierto con la tapa de aluminio de tienda de veinte duros. El caso, es que como lo llevo todavía caliente, lo primero empiezan a preguntarme cómo he sido capaz de hacerlo antes de llegar a la oficina, demostrándome todos que admiran mi disposición. (No es para tanto, he hecho mayores proezas).

Total, que llegadas las 10 de la mañana, se empieza a trocear tímidamente el bizcocho (siempre guardo un cuchillo -de cocina- en mi mesa para estas ocasiones), y sobre las 13 horas solo quedan migajas en el molde. Por supuesto, siempre hay quien repite, aunque no lo reconozca a priori, y aparte, siempre se invita a alguien ajeno al departamento que casualmente llega por allí. (y que nunca dice que no).
El bizcocho está de muerte, y la verdad es que ha dado muchas satisfacciones. Alrededor de él se ha creado siempre un buen clima, que incluso dura varios días, con lo que se amortiza su gasto económico y de mano de obra. Al final, siempre vuelvo a casa con el molde cubierto de migas de bizcocho, contenta y con el cuchillo para meter en el lavavajillas de casa (una es muy limpia, la verdad).

Os recomiendo llevar a vuestro trabajo un bizcocho de vez en cuando. Es cierto que también se valoran otros dulces exóticos traídos de los viajes, pero la gente aprecia mucho más cuando sabe que se han hecho con trabajo propio. (Además, al ser natural, engorda mucho menos que la bollería industrial, eso dice mi médico nutricionista).


Compartir en la oficina un bocado tan exquisito, sin duda nos acerca mucho más unos a otros. Y a veces incluso, alguien se trae algúna botellita, como el otro día en que un compi jerezano aportó una de Pedro Jiménez, que liga estupendamente con el bizcocho y eleva la moral de la tropa inmediatamente. Debería obligarse en los convenios colectivos, para mejorar las relaciones laborales.





(P.D. Tengo encargada la receta de las famosas tortillitas de camarones gaditanas. Se trata del mejor hacedor de estas tortillitas que conozco. Ya os la pasaré, paciencia)

miércoles, 30 de enero de 2008

Te lo digo por tu bien: caldo de apio

Te lo digo por tu bien: Aquí va otra sección nueva. (espero no marear a nadie con tantas secciones). Pero hay cosas que no me las puedo callar. Se trata de dar recomendaciones, sin pretender llevar la razón, porque no tengo tantos conocimientos como para eso. Así que, hoy se me ha ocurrido publicar un caldo cuya receta me facilitó la Doctora Cruz, de la Clínica Roch, y que sirve para muchas cosas. Por ejemplo, limpia el hígado, mejora las funciones renales, previene resfriados y alivia las vías respiratorias. Yo lo he probado, a rázón de tres tazas diarias, durante diez días y sienta estupendamente. Tiene grandes propiedades depurativas.
Ingredientes: 2 litros de agua, 3 ramas de apio, 2 cebollas medianas, 3 hojas de col verde y un puñado de perejil, y al final regar jugo de limón al servir.
Todo ello, debe hervirse como cuarenta minutos en una olla mediana. Se sirve caliente (en el microondas) o frío, en una tacita (lo más sofisticada posible), y antes de las dos-tres comidas principales. Os aseguro que el limón y la sal, por supuesto, le da un punto estupendo. Ya me diréis.
Nota: lo de la taza sofisticada lo digo porque normalmente los demás miran con escepticismo al que toma este cocimiento. ¡Peor para ellos!

martes, 29 de enero de 2008

Papas con chocos

Ingredientes:

- 1/4 kg. de choco por persona, para calcular el peso.
- 1 patata mediana por persona.
- 1 cebolla grande.
- 1 pimiento verde
- vino blanco
- Laurel, aceite y sal.

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- El choco se limpia tal como explicamos antes, se trocea y ser reserva en la cacerola.

- En un perol, se sofríe la cebolla y el pimiento, (picado todo)hasta que se poche. (primero a fuego fuerte y luego suave, unos quince o veinte minutos). Luego se pasa por la minipymer. Ese puré del sofrito se vierte en la cacerola con el choco troceado.

- Y la cocción comienza, con un poco de laurel y el vasito de vino blanco (Tierra Blanca, Barbadillo, Privilegio del Condado, es decir, vinos blancos afrutados), durante unos 50 minutos.

- Al terminar esta cocción, añadir las patatas y cocer durante unos treinta o cuarenta minutos a fuego medio. No olvidar la sal. No he dicho nada de añadir agua, pues no es necesario, y el plato saldrá mucho más cremoso, y estará delicioso, seguro.

Su Majestad el choco

- Tiene muchos familiares, -la sepia, el chipirón, la puntillita, etc., pero ni siquiera el calamar tiene tanta personalidad como él. Es que el choco tiene un empaque especial. En Huelva es la seña de identidad, y con él hacen multitud de platos. Nada más que por eso los onubenses deben caer bien a todo el mundo.

No es tan fácil encontrar el auténtico choco de Huelva (o choco choquero como yo lo llamo). Por cierto, los mismos de Huelva hablan igualmente bien del choco de la bahía de Cádiz. Yo lo compro en el mercado de abastos de esa ciudad, en mi pescadero favorito, del que ya os hablaré algún día, con fotos incluidas, porque en los hipermercados no es normal encontrarlos. El choco bueno siempre se vende sucio, aunque puedes pedir que te lo limpien en la pescadería.

Yo acostumbro a congelarlo tal cual, para que pierda la rigidez cuando vaya a cocinarlo, en una fecha más o menos lejana. Y por supuesto, para limpiarlo, me pongo guantes porque de lo contrario me pongo perdidas las uñas, y una tiene que ir luego a la oficina con buena imagen...

En la limpieza se pierde mucho, pues sus vísceras no son aprovechables. Los huevos de chocos son exquisitos y se hacen de muchas maneras, pero yo aún no he aprendido. La concha y los tentáculos largos deben tirarse siempre.

Y un consejo: no le quitéis la piel al choco, pues así conservará todo su sabor. Solo hay que limpiarlo y vaciarlo por dentro suavemente.

El choco es un pescado cercano, que a los que venimos de la costa nos trae muchos recuerdos. Su precio va subiendo impunemente, veremos hasta dónde. Pero siendo de calidad y fresco (dos cosas distintas), constituye un lujo que puede estar a nuestro alcance.

Espero poder publicar todas las recetas que conozco que contengan chocos: Papas con chocos, arroz con choco, habas con chocos, garbanzos con chocos, albóndigas de chocos, etc.. pero, poco a poco. De momento empezaré por presentaros al choco tal como lo saqué del congelador, que la verdad el pobre estaba bastante relajado, ignorando que le teníamos reservado el destino de acabar en una riquísima paella.

La verdad es que este choco que ven, de unos dos kilos aproximadamente, satisfizo a siete miembros de nuestra familia. Sugiero un guiso de choco a la semana, o cada dos semanas, como propuesta de pescado al mediodía. Es una maravilla, incluso en el exquisito olor que desprende mientras se cocina.

¡Que lo disfrutéis!

lunes, 28 de enero de 2008

Archivo De Recetas

Arroces:

Arroz 4 Delicias
Arroz con Habas Piripis
Arroz Caldoso Con Langostinos

Arroz Con Remolacha

Risotto Rápido



Postres:



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domingo, 27 de enero de 2008

La leche frita: una receta invitada


Otra nueva sección, totalmente necesaria para enriquecer los cortos conocimientos culinarios de comeencasa.org. Se trata de recetas que me llegan y que considero muy interesantes para todos. Hoy, vamos a olvidar la comida de rancho y vamos a soñar con un buen postre: la leche frita; cuya circunstancia,es cortesía de un compañero de trabajo, muy querido además, que borda todo aquello que le interesa. Y esta leche frita doy fe que es una obra de arte. Gracias, "castellano viejo", es un honor publicar tu receta en comeencasa.org.

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Todo lo que siempre quiso saber sobre la leche frita... y nunca se atrevió a preguntar. (En trece cómodos pasos).

Ingredientes:

-500 c.c. de leche (lo lógico es usar leche entera, pero si se quiere hacer más light usando leche semi también sale sabrosa).
-50 gramos de mantequilla (sustituible por margarina, sin ser una pérdida fuerte)
-100 gramos de azúcar (no, no se puede sustituir por 100 gramos de sacarina)
-200 gramos de harina (para principiantes, no vale la de freír pescado)
-1 cáscara de naranja, y otra de limón
-1 palito de canela
-4 huevos

Preparación:

Se separan con cuidado las yemas y las claras de los huevos. Las claras a la parte baja del frigo, las yemas las dejas fuera. Se separan unos 200 cc de leche y se ponen en un bote de batidora con la harina. Se pasan bien por la batidora hasta que esté bien mezclada.

El resto de la leche, la mantequilla, el azúcar, el limón, la naranja y el palo de canela se ponen en un recipiente (a ser posible de esos que tengamos buenos para que no se peguen las cosas) al fuego. Importante, remover muy bien al principio para disolver el azúcar y evitar que se pegue al fondo.

Cuando la leche esté hirviendo, se quitan los aromas. No, nada de colonia, me refiero al limón, la naranja, y la canela. Se añade la mezcla de harina y leche poco a poco y removiendo para que mezclen bien y no se formen grumos. Se continúa removiendo hasta que empiece a hervir de nuevo.

Cuando hierva, se baja el fuego y permanecemos 15 minutos cociendo y removiendo CONSTANTEMENTE a ser posible con un batidor de varillas no metálicas (para no cargarse el teflón). Es un ejercicio duro porque la mezcla es muy espesa, pero pensar que así estáis quemando muchas calorías que luego volverán vía consumo de leche frita. (Es el ciclo de la vida).

A los quince minutos se apaga el fuego, se cogen las 4 yemas, se añade a la mezcla y se baten con vigor. Para aquéllos a los que nos les quede fuerza en el brazo que pidan ayuda.

Una vez mezclado, se extiende la mezcla sobre una bandeja (la que tengáis para la masa de croquetas sirve), se espera que se enfríe un poco y luego al frigo hasta el día siguiente. Ducharos, cenar, ver la tele, dormir... y todas esas cosas que hacéis normalmente. Al día siguiente cogéis las claras y batirlas a punto de nieve.

Con un cuchillo muy afilado se corta la masa en pequeñas piezas cuadradas, se bañan muy ligeramente en la clara (importante, retirando el exceso de clara, solo debe quedar un poco mojado) y se fríen en aceite caliente. ¡¡Ojo!! esto no es como las croquetas que primero se empanan todas y luego se fríen. Aquí hay que pasar por el huevo y freir en pequeños grupos.

Conforme salen del aceite (cuando cojan color a gusto del consumidor, pero no tardan mucho) se pasan por un papel de cocina para retirar un poco del aceite, y luego de cabeza a una mezcla de azúcar y canela en polvo. Se les da un par de vueltas, se sacuden un poco para retirar el exceso de azúcar y canela, y se colocan en una bandeja.

Tener paciencia para que se enfríen... aunque, ¡qué demonios!, calientes también están buenas, y ¿quien demonios puede esperar después de prepararlas? Así que, a recuperar las calorías perdidas durante la preparación.

El desayuno ejemplar

Creo que el desayuno es la comida que se presta a más versiones, pues depende de los gustos, del apetito con que uno se levante, del horario de la jornada, y de lo que se tenga que hacer antes de salir de casa; y todo eso se remata con la voluntad de sentarse a desayunar.

Por eso, hay muchas formas distintas de enfocar el desayuno, incluyendo en ellas las propuestas cada día mejores de desayunar fuera de casa, de nuestros bares y cafeterías. Da gloria ver las barras de estos establecimientos llenos de vistosas tostadas con aceite, y de bocatas maravillosos de cualquier clase de embutido, o incluso de carne. Está claro que el desayuno cada día se valora más.

Lo que nunca defenderé es el hecho de no desayunar, o desayunar poco, porque me parece una muy mala costumbre en la alimentación. Todavía recuerdo las cincuenta y siete cucharadas de exquisita papilla (pequeñas claro) que tomaba mi hijo siendo un bebé antes de dejarlo en la guardería. Ni con el tiempo se me ha olvidado este número.

Total, que desayunar es fundamental. Pero sobre todo, cuando se ingiere antes de comenzar la lucha diaria, porque entiendo que hay que tener mucho valor para encarar con optimismo la dura jornada, cuando además el cuerpo te pide quedarte en casa y olvidarte de esos líos.

Así que, hace ya mucho tiempo, escogí mi modelo de desayuno, al que sigo siendo fiel. Como resulta que al comentarlo a diferentes médicos éstos me lo han aplaudido, pues lo describo aquí como ejemplo, por si alguien lo quiere tomar: el desayuno ejemplar. Con él, cuando llego a la oficina doy miedo, en el sentido de que llevo cargadas las pilas, eso me dicen.

Se trata -de lunes a viernes-, de zumo de naranja, una o dos frutas además, un plato de queso fresco (artesano), un yogur, y un tazón de café con leche desnatada con miel. Los sábados y domingos además, le suelo añadir tostada con aceite y jamón. ¿es ejemplar o no?

Con esta propuesta muy indicada para hacer dieta, la fruta nos aporta vitaminas, el queso fresco proteinas y calcio, (necesario para los huesos), el yogur calcio y beneficios para el instestino, la miel muchas vitaminas y antioxidantes, y el café.... el café siempre da ganas de vivir y de comerte el mundo, por eso aunque suave, nunca lo abandono. (ya hablaré de la preparación del café en nuestra casa, un pijerío más, pero muy agradecido)



viernes, 25 de enero de 2008

Pisto responsable

Ingredientes: (para 4-6 platos aproximadamente)

- Aceite de oliva virgen extra Setenil (http://www.laalacena.net/)
- 1 kg. de tomates maduros (variedad rama si es posible)
- 1/2 kg. de berenjenas
- 3/4 de calabacines. (blancos, si puede ser, por ser más finos)
- 1 ó 2 pimientos de freir.
- 1/2 cebolla.
- 1 ó 2 patatas nuevas pequeñas.

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- Utilizo una paellera profunda, aunque parezca algo anticuada, pero que tiene su glamour. Lo primero escaldo los tomates: en agua hirviendo pongo los tomates un minuto, hasta que se quiebre la piel, para así poderlos pelar cómodamente, y los reservo.

- Pongo a freir la media cebolla y el/los pimientos, y a pochar lo más posible, unos diez minutos. A continuación añado los tomates, pelados y ya troceados, y voy machacando.... y enseguida las berenjenas y los calabacines troceados pequeños, Lo último, una o dos patatitas troceadas pequeñas, nuevas. Y la sal no debo olvidarla.

- El secreto de mi pisto es un cuarto de hora a fuego medio, y tres cuartos de hora a fuego muy lento.

- El resultado, teniendo en cuenta la cantidad de tomate que le hemos puesto, debe ser genial, pues le da mucha jugosidad. Ya me lo diréis.

- Hay quien utiliza patatas fritas para el pisto, pero pienso que no merece la pena. Y además esta receta es superligera, y muy digestiva. La verdad es que, aunque es una preparación que necesita cierto "mimo", los resultados dan muchas satisfacciones y utilidad, pues sabes que puedes tirar de este plato y añadirlo como entrante de un filete. Os lo recomiendo.
Y se me olvidaron dos detalles: primero, que la cocción del pisto en la paellera debe hacerse siempre tapado, para que así salga el jugo de todas las verduras e impregne el cocido. (yo tengo una colección de tapaderas baratas, muy útiles). Y segundo, que cuando hablo de calentar, me refiero a calentar en el microondas. Ëste chisme es imprescindible para los que trabajamos y queremos comer pronto al llegar a casa, pues además de su rapidez, respeta salsas y jugos de los platos que teníamos preparados del día anterior.
Por favor, necesito vuestros comentarios.

La responsabilidad del pisto

La verdura es imprescindible en nuestra dieta. Pero es difícil crear la rutina de consumirla por costumbre, sobre todo en los niños. Por eso el pisto es un plato importantísimo. Resulta que lo tenéis ya cocinado y puede calentarse en cualquier momento, siempre está disponible, con toda la verdura que contiene, y además puede acompañar a un plato de proteina, como carne o pescado. Por eso, creo que el pisto, plato antiguo y tradicional, tiene gran responsabilidad en aportar las vitaminas que necesitamos y en crear la obligación de consumir verdura. Este plato se cuece en sí mismo, y fusiona todos los elementos en crudo, con su propio jugo.Y por eso le denominé pisto responsable.

Esta vez, tengo que reconocer que me ha salido un pisto buenísimo, justificado porque la verdura que compré en la plaza de abastos ha sido la mejor en mucho tiempo. Desde aquí mi homenaje al mercado de abastos y al puesto num. 79 del Mercado Central de Cádiz, (Frutas Gallán), que me vendió unos magníficos calabacacines y berenjenas. Los tomates (por cierto, el último kilo que quedaba), de la variedad rama, eran estupendos.

Espero que disfrutéis de todas estas pequeñas alegrías que da la cocina y su elaboración, que son grandes satisfacciones para todos. Aquí nos va la salud, el equilibrio y la tranquilidad de las cosas bien hechas: el pisto responsable.

POR CIERTO: animo a todos a que hagáis vuestros comentarios en las diferentes noticias y recetas de mi blog. Las que he recibido hasta ahora me han encantado. Muchas gracias.


miércoles, 23 de enero de 2008

Ya tengo una dirección de correo en mi blog

Soy novata en esto del blog y no había caído en que el mío carecía de una dirección de correo donde recibir vuestras sugerencias y las recetas que queráis enviarme. Éstas irán a la sección "Recetas Invitadas", que podríamos crear próximamente, y que ampliarían el alcance de este blog, creado con pura filosofía doméstica, sin pretensiones de altos vuelos. Contacto

Además de la instalación de una dirección de correo, mi "informático de cabecera", o sea, mi hijo, me ha modificado el diseño de la página, para hacer su lectura más fácil y cómoda. (Me ha costado cinco euros el encargo). Espero que os guste.

Cuestiones con mucho tomate: una nueva sección

- En realidad no sabía qué nombre ponerle a esta sección que quiero dedicar a temas importantes, relacionados de alguna manera con la actividad física más importante que realizan todos los miembros de una familia: alimentarse. Estos temas, van a influir en su salud, en su cultura, en su unión y en su organización. Y una familia tiene que conseguir ser medianamente organizada, sobre todo con el ritmo de vida que llevamos. Es cierto, que hay quien vive solo/a (¡qué suerte!) y le es más difícil lograr esta organización. Yo lo sé por experiencia. Mucho tiempo en comprar, cocinar, para después comer rápidamente.

A ellos/ellas solo les diría que merece la pena crearse sus propias rutinas en su alimentación, y que si son de los que tienen que quedarse a comer en la oficina al mediodía por falta de tiempo, no hay nada mejor que un microondas para calentarse el plato que han traido de casa. No desesperen, no hay por qué renunciar a estar bien alimentado, disfrutar de la comida casera, evitando temidos ardores de estómago (también tengo experiencia de eso).

La verdad es que soy un auténtico peligro cuando cojo carrerilla sobre un tema. En fín, decía que quiero hablar sobre temas referentes en la alimentación: el desayuno, la compra mensual, la compra semanal, el orden en la cocina, el imperio de la termomix, la merienda, los tomates, el pescado, la descongelación, la gestión del frigorífico, etc., y tantas otras que a lo mejor a muchos de vosotros os interesa. Yo voy a exponer mis propuestas y me encantaría recibir las vuestras. SON CUESTIONES CON MUCHO TOMATE.

(Ah! y espero tener alguna que otra sección más, confiando que sirva de algo...)

martes, 22 de enero de 2008

Reflexiones sobre los pimientos asados

Tal como dije, junto a las lentejas suelo poner o bien ensaladilla (ya hablaré de los dos estilos que utilizo) o bien pimientos asados. Esta semana tocaban estos últimos. Por cierto, suele sobrar algo y los pongo para cenar como segundo plato. Ya he dicho que no me gusta desaprovechar comida y por eso cocino con cantidades muy ajustadas. Prefiero platos cortos y con alimento a preparaciones excesivas en cantidad. Según me dicen en casa, mis pimientos asados están de lujo.

El caso es que se venden los pimientos ya asados, solo para aliñar, y no están mal del todo, pero yo prefiero hacerlos en casa, pues saben mucho mejor.
Mi madre incluía en el asado algún que otro tomate a la vez que los pimientos. Todavía recuerdo aquellos pimientos que nos encontrábamos en la mesa al volver al mediodía de la playa en verano, eran los mejores. Está claro el cariño que ponía en hacerlo.
Para el próximo día tengo dos temas previstos. No sé con cual empezaré: un pisto de verduras, que a todos les encanta (eso dicen) o bien un tema fundamental: el desayuno, sobre cuyo contenido nadie piensa lo mismo. Bueno, yo hablaré de mis preferencias, aunque advierto que han sido muy valoradas por la clase médica. (la que vale vale)

Pimientos asados de lujo

Ingredientes:
- 3 pimientos rojos y 2 verdes de asar.
- Una cebolleta.
- Sal, vinagre y aceite de oliva virgen extra.
- Y una lata de melva de calidad.

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- Los pimientos los aso en el horno, colocados sobre la bandeja y poniéndoles debajo un papel albal para ensuciar lo menos posible. En cuanto al tiempo, los suelo hacer en tres periodos de 20 minutos, y al terminar cada uno de ellos les voy dando la vuelta.

- Al acabar el tiempo total, cierro el horno y me olvido hasta el día siguiente, en que les quito la piel y los corto a tiras, colocándolos en un bol redondo. El aliño es a base de cebolleta, sal, vinagre de Jerez y aceite de oliva virgen extra de la marca Algodoliva, en cantidad suficiente para disfrutar el plato.
- Por último, le añado la melva, que por cierto dejo con su mínimo aceite pues no me gusta que se mezcle con el anterior.

* Evidentemente, los que estén a régimen no deberían tomar la melva, solo los pimientos. Pero, "allá ellos".

lunes, 21 de enero de 2008

Las distinguidas lentejas

- Lo prometido es deuda. Y hoy lunes tocaba, como casi siempre, comer lentejas. La receta que propongo -Lentejas sin Estrés- es la que más me ha gustado de las muchas maneras que he probado este plato tan antiguo.
Ya sé que hay quien las cocina incluso con sofrito previo, pero a mí la verdad no me convencen así. Podéis ver a continuación que el tiempo total de preparación está alrededor de hora y diez minutos, y mientras tanto, prácticamente no hay que vigilar más que no se queden sin agua.
Para mí es el plato indicado del primer día de la semana, dado que si el domingo estamos fuera de casa, a veces no da tiempo a descongelar nada para poder cocinar. Por ello, es una manera de comer muy austera y nutritiva.

A continuación de las lentejas, suelo poner de segundo plato o bien una ensaladilla o bien pimientos asados y aliñados. Voy alternando. De ambos ya hablaremos.
El potaje de lentejas es un plato que podemos llamar económico. Sin embargo, llamo la atención sobre la calidad del aceite (virgen extra siempre), y la del chorizo, (casero como explico en la receta). Al final, los ingredientes escogidos, como siempre.

Siento tener tantas tonterías en la cocina, pero si no fuera así, no tendría un blog.

Lentejas sin estrés

Ingredientes: (3-4 personas)

- 2 puñados de lentejas por persona, y así nunca os sobrará. (Lentejas variedad pardina estoy usando últimamente). Las venden en saquitos de la marca Vegas Beñezanas, y son muy finas.
- Un cucharón de aceite de oliva virgen extra. (utilizo aceite de Setenil, provincia de Cádiz, que compro en http://www.laalacena.net/).
- Una cabeza de ajo.
- Una cebolla mediana.
- Un pimiento verde.
- Tomate frito (del que yo hago en casa, previamente congelado en tarritos pequeños).
- Una patata pequeña.
- Una rodaja de chorizo por persona. (El chorizo Mafresa, casero, es el más suave que he encontrado para cocinar).
- Laurel, pimentón y sal.
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- Lo primero. Dejo las lentejas en remojo un mínimo de cuatro horas, para luego lavarlas bien.

- Una vez en la cacerola, pongo todo en crudo: lentejas, ajo (cabeza entera), la cebolla (sólo sin la piel última), el pimiento entero, el cacito de aceite y el tomate frito de mi reserva personal.

- Añado también el pimentón y una hoja de laurel. Por último, el agua suficiente para cubrir el potaje.

- Advierto que estoy cocinando en vitrocerámica. Así que comienzo la cocción con todos estos ingredientes, a fuego medio, y le pongo un tiempo predeterminado de 40 minutos (sobre todo en invierno, por las bajas temperaturas exteriores).

- A media cocción, tendré que añadirle un vasito de agua. Al acabar este tiempo, añadiré la patata nueva a taquitos, tantas rodajas del chorizo como comensales haya y corregiré la sal, bajaré al mínimo el fuego, y programaré 30 minutos más.

- Una vez suene el avisador, las lentejas ya están hechas. Creo que os gustarán.

* Lo del título va porque no se hacen con olla express (no me gusta este cacharro, la verdad) y además durante su elaboración solo tengo que levantarme una vez del sofá, si es que estoy leyendo LA VOZ DIGITAL)

domingo, 20 de enero de 2008

El maravilloso mundo del mercado de abastos

Este sábado por la mañana, en lugar de mi paseo en bici, lo he dedicado a la compra semanal, esta vez en un mercado de abastos como Dios manda. No me gusta comprar los sábados, porque odio estar de pie y me pongo muy nerviosa con tanta gente. Pero, ha merecido la pena, porque es estupendo poder contemplar los puestos llenos de frutas y verduras con esos colores tan intensos y tan atractivos.

Entre la fruta que compré: manzanas, peras, plátanos (siempre de Canarias), y mandarinas, encontré las primeras fresas de temporada, que vienen a alegrar un poco el frutero de mi cocina.

En cuanto a las verduras, me traje unos pimientos de asar (rojos y verdes), tomates rama(con una pinta estupenda), berenjenas y calabacines blancos para hacer un pisto (que ya os diré mi receta, por lo sencilla y rica que es), cebolletas, que ya no tenía. Y mi grata sorpresa fue encontrar guisantes naturales, que este año no los veía por ningún sitio.

Por cierto, la señora del puesto (prima mía), me aconsejó que desgranara los guisantes y que los congelase en porciones a mi gusto, pues así tendría guisantes para mucho tiempo. Y ya lo hice.

Aconsejo comprar estos guisantes naturales por ser útiles para muchas cosas: revueltos con jamón, ensaladillas, guisos con alcachofas, o con carne, o en potaje, y también para un arroz de invierno que ya diré algún día. Estos guisantes siempre tendrán mucho mejor sabor que los congelados. Eso sí: hay que pelarlos, mientras cantamos, como en los viejos tiempos.

Mañana es lunes, y hay que afrontarlo con unas lentejas (mañana daré mi receta). De segundo, alterno la ensaladilla con pimientos asados (o pimentada).

¡Ah! el mercado de abastos ha sido el central de Cádiz, y el puesto el número 79. Actualmente, está instalado en una carpa provisional por obras. También estuve en mi pescadería favorita, pero el pescado es materia de otro día, por su gran interés.

La experiencia de comprar en el mercado es muy positiva, lo malo es que no abren por las tardes y por las mañanas estoy en el curre. Pero en ningún caso puede equipararse un mercado con un hiper. Lo siento. Es cuestión de sensibilidad.

(Como podéis comprobar, lo primero que he hecho hoy ha sido sustituir la foto de las papas aliñás, porque la que había era de pena).

Huevas aliñadas


Ingredientes: (4 personas)

- 400 g. de huevas frescas
- Tomate (Raff si es posible)
- Pimiento verde
- Cebolleta
- Sal, vinagre y aceite.

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- Las huevas se cuecen en un hervidor u olla apropiada, enteras y dentro del mismo papel que nos dan en la pescadería, comenzando en agua fría, siempre a fuego medio y durante unos treinta o treinta y cinco minutos. Lo normal, es que el papel se llene de aire y suba a la superficie del agua. Por ello, hay que colocarle algún peso encima.

- Tras la cocción, trocearla en rodajas. Lo ideal es que estén de color rosa, pues son las más finas.

- El aliño, una cebolleta picada, tomate troceado, pimiento igualmente cortado, sal, vinagre (de Jerez), y aceite de oliva virgen extra.

- El plato aguanta perfectamente varios días (siempre en el frígorífico) y es un magnífico complemento a un plato fuerte de legumbres o potajes, o incluso para cenar.

jueves, 17 de enero de 2008

Sobre las papas aliñás:

Tenéis a continuación una receta de papas aliñás. Hoy la he puesto como acompañante de un pescado (corvina) en salsa roja, que ya explicaré algún día.
Para mí, "papas aliñás" es un plato no solo para disfrutar tomándolo y diciendo lo bueno que está, sino que además a todos los gaditanos (como mínimo) nos trae viejos recuerdos.
Y en cualquier caso, lo considero un plato patrimonio de la humanidad. (tengo algunos calificados así). Mi amigo Pepe Monforte, de la tienda Hecho en Cádiz, mi proveedor de aceites, pronunció un magistral discurso en su ingreso en el Ateneo gaditano sobre la papa, lo que le convirtió oficialmente en un erudito. Así que imaginaos el valor cultural de las papas, y sobre todo si llevan un aliño de lujo.

Pues sí, el aliño lo es todo. Alguno dirá que por qué no le añado algo más, como tomates o atún. Pero opino que no, que las papas aliñás son para disfrutar solas, protagonizando un plato, con los únicos papeles secundarios del perejil y de la cebolleta. En el primer caso, el tomate, éste tiende a arrugarse y deteriorarse y hace estropear la vista del plato. En cuanto al atún, mezcla el aceite propio con el de las papas y no mejora el resultado.

Por ello, os propongo que degustéis las papas aliñás en su estado primitivo, sencillo, y disfrutéis de las cosas buenas porque sí. Yo hasta cierro los ojos cuando las pruebo, a pesar de que a veces no son compatibles con mi dieta restringida de hidratos de carbono. Pero, para eso están los fines de semana, para pecar gastronómicamente hablando. Unas buenas papas aliñás, con una buena cerveza fresquita, y sin stress, son lujos a nuestro alcance, y por supuesto pequeños momentos de felicidad para registrar en nuestra memoria.

Papas Aliñás

Ingredientes (3 personas)

- aprox. 1/2 Kg. a 3/4 kg. de patatas. No valen las llamadas patatas de guarnición. Actualmente utilizo las patatas de "riñón", que son como rojas, y que se venden en Corte Inglés e Hipercor. (merecen la pena)
- Cebolleta
- Perejil picado (lo picamos nosotros)
- Aceite Algodoliva (en http://www.cosasdecomer.com/)
- Sal (gorda) y vinagre de Jerez .

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- Las patatas pueden cocerse bien al fuego con agua, enteras, sin pelar, durante una hora aproximadamente, a fuego medio, o bien con la termomix, colocándolas sobre la varoma, ya troceadas durante unos cuarenta minutos, una vez se caliente el agua del vaso. Lo primero, picar y añadir el perejil y a continuación la cebolleta picada.

- No olvidar que el proceso de aliñar tiene que ser con las patatas calientes, para tomar mejor el sabor.

- Y por último, por este orden que me enseñó Arguiñano: sal, vinagre y aceite (Algodoliva es buenísimo).

Buen provecho. Este plato es para disfrutar, y el vínculo entre patata y aceite es fundamental.

miércoles, 16 de enero de 2008

Enlaces de interés

Estoy dando algunos retoques a mi blog, y hoy me voy a dedicar a daros a conocer dos direcciones, las cuales me han sido de gran utilidad.

En la primera: "
Cosas De Comé" podréis encontrar numerosas noticias gastronómicas (recetas, nuevos establecimientos y novedades en artículos de alimentación de gran calidad, todos producidos y comercializados en Cádiz y su provincia. También contiene un magnífico catálogo de productos gaditanos (aceite, vinos, conservas, quesos, mieles, huevos ecológicos y otros muchos). Yo allí adquiero el aceite, los quesos frescos de Villaluenga para el desayuno y la miel sobre todo, además de vinos dulces y blancos. Por eso os lo recomiendo.

La segunda dirección: "
Clínica Roch" está relacionada con el aprendizaje -cada día más necesario- del saber comer, de cómo emplear y combinar los alimentos, con vistas a la salud y al equilibrio. En esta clínica de estética y sobre todo de nutrición, me enseñaron cómo mantener el peso comiendo bien, y creo que os puede ser de mucho interés.

martes, 15 de enero de 2008

Los revueltos

Los domingos normalmente no tengo comida preparada al levantarme. Son la excepción, ya que el sábado suelo dedicarme al arroz en sus diferentes variedades. Ya daré otras recetas de arroz de invierno y de verano, y explicaré el porqué de cada una.

Por ello, el revuelto es una propuesta rápida, sabrosa, ligera y muy nutritiva para poner en la mesa, que seguro que todos agradecerán.

Para este tipo de platos utilizo siempre un perol de los antiguos de hierro, que hasta ahora me han dado muy buenos resultados, y que venden en casi todas las ferreterías clásicas y bazares. Se trata de calcular muy bien la cantidad por comensal, para que no nos sobre nada y obtener un buen punto de sal. Otro día hablaré de la sal que utilizo y dónde la consigo.

El revuelto, a mi entender, es un plato que se comparte más que ningún otro. Será porque en el momento de servirlo están todos en la mesa a la vez, y eso es importante.

Tenéis en el enlace de recetas dos ejemplos de revueltos: el de espárragos y el de bacalao. Éste último ha sido muy elogiado por mis amigos. Ah! y sobre todo, los huevos deben ser muy buenos. Yo uso los ecológicos, que encuentro en Corte Inglés, Hipercor y en una tienda de Cádiz de la que ya os hablaré más adelante.

Ya os avisé de que mi blog iría de comida totalmente natural. Y la verdad es que casi nunca es barata. Hace treinta años, cuando hacíamos la compra no era necesario insistir al tendero para que nos vendiera la mayor calidad, pues entre mayor o menor frescura de la mercancía, todos los artículos eran buenos. Hoy por el contrario, tenemos que volvernos elitistas para conseguir unos tomates que sepan a algo, o unas patatas que no se deshagan al cocinarlas. Otro día contaré algo de los tomates y de las patatas....

La verdad es que comer bien ya no es barato, aunque tampoco se trata de gastar por gastar, sino de conseguir la mejor calidad/precio, mirando por nuestra salud y nuestro equilibrio. Y por último, la mano de obra del cocinero/a, y no lo digo por mí aunque también, no tiene precio.