sábado, 30 de agosto de 2008

Postre de huevos fritos

Se trata de un postre algo bromista, pues con su puesta en escena confunde de entrada al comensal, que ya ha consumido dos platos, haciéndole creer que son huevos fritos, cuando en realidad es un postre de lo más normalito. Ahí lo tenéis. Lo preparé con mi tía Manoli, y éste es el nombre que le pusimos luego en casa. Esta receta es muy sencilla, solo que tiene tres fases: 1) preparación de natillas, 2) preparación del almíbar y 3) elaboración del merengue.
Ingredientes: (para 4 personas): 2 huevos, 2 cucharadas soperas rasas de Flanin El Niño, 1 litro de leche, 3 cucharadas soperas de azúcar (y añadir una más si se prefiere), una lata de melocotones en almíbar (mitades no muy grandes) (*), canela en rama, canela molida y ralladura de limón.
Ponemos a hervir ¾ partes de la leche con canela en rama, ralladura de limón y azúcar, y no hervir del todo y dejar enfriar. Separamos las yemas de las claras de los huevos. Mientras, en un tazón desleímos las dos cucharadas soperas rasas de Flanin El Niño, con ¼ de la leche, las 2 yemas de huevo y algo de azúcar, pues ésta también ayuda a disolver; así este preparado previo no tendrá grumos (**).
El preparado anterior lo añadimos a la leche que ya se está enfriando, templada, y mezclamos todo, quitando ya la ralladura y la canela en rama, y ponemos a calentar la mezcla a fuego medio hasta que tome cuerpo y se espese, y quitar al romper el hervor.
Preparamos el almíbar: en un cazo ponemos un vaso de agua y medio vaso de azúcar, todo a hervir, sin dejar de mover, hasta que vaya espesando, lo que comprobaremos al levantar con la cuchara, que las gotas tardarán más en caer (en unos 20 minutos aprox), y reservar.
Vamos preparando el merengue: tomamos las claras y las vamos batiendo, añadiéndole el almíbar preparado anteriormente, hasta que se vaya levantando, cosa que conseguiremos en unos pocos minutos (debe estar alto para que luego no se hunda en la fuente).
Y ahora el montaje: tendremos preparada una fuente alargada. Lo primero, ponemos la natilla, a continuación varias cucharadas de merengue separadas, y encima de cada una disponemos los melocotones, (mitades), y luego, usando los dedos y con suavidad, la canela molida, que dará el aspecto rizado de la clara propia de los huevos fritos. Este postre está rico y su aspecto es de una fuente de huevos fritos.

(*) Si las mitades son muy grandes, puede reducirse su diámetro aplicando un vaso pequeño –de chupito-, con el que podremos cortar en redondo lo que sobra.
(**) Si no obstante tuviera grumos, el arreglo es pasarlos por un colador tradicional.

Algunas pamplinas heroicas

Se acaba el mes de agosto y la gente empieza a volver de vacaciones. De las mías no puedo quejarme: he preparado algunos platos nuevos, he ido a la playa a diario, me he hartado de planchar y he averiguado que el suelo de mármol también puede limpiarse con lejía. Pero sobre todo he disfrutado actualizando el blog.

Hace poco, en el puesto de especias del mercado, hablando de cocina, como siempre, el dueño me contó que ante la ausencia de su mujer durante varios días por asuntos familiares, su hijo y él se habían puesto a cocinar. Para ello, su esposa le había dejado por escrito las indicaciones de cómo elaborar paso a paso unas 20 recetas, que, al haber seguido escrupulosamente, permitió a ambos comer de maravilla. Creo que el afán de superación cocinera de estos dos “Rodríguez de la cocina” fue el motivo del éxito. A ver si cunde el ejemplo, ¡ánimo!

Siempre que me preguntan por recetas de arroz aconsejo emplear la variedad bomba, y lo cierto es que luego me cuentan que les va de maravilla. Además, les indico que el arroz bomba es un auténtico conciliador laboral, pues permite cocinarlo de noche y al día siguiente está tanto o más rico todavía.


Quedó en casa un resto de melocotones en almíbar, por cierto muy buenos. Así que decidimos trocearlos para preparar una macedonia de frutas con las que teníamos en casa: peras, plátanos, kiwis, etc., todo ello con el almíbar de la lata. El resultado, genial. Ya sé que la macedonia de frutas no es nada original, pero creo que últimamente está un poco olvidada, y pienso que debería estar más presente en nuestras mesas, sobre todo para dar ejemplo a los niños, facilitándoles el consumo, como postre o como merienda. Y claro, alguien tiene que ponerse a cortar con mimo y paciencia.

Y para terminar, la pamplina heroica de este blog, que gracias a vosotros superó las 10.000 visitas reales como quien no quiere la cosa. Espero que su contenido os siga siendo útil, porque a mí me hace mucha ilusión.

lunes, 25 de agosto de 2008

Pack de macarrones con tomate

Vendo el lote completo, es decir, macarrones con tomate y huevos rellenos. Creo que el segundo plato es el que mejor le va al primero, por su aporte de proteínas, por lo que los considero inseparables. Podéis hacer lo que queráis, pero mi oferta incluye este pack, y hasta hoy no he recibido ninguna queja de mis queridos comensales. Y lo vendo porque además así promociono el tomate frito clásico, que es el de toda la vida.

Ingredientes para cuatro personas: para el tomate frito, 1 kg. de tomates maduros (variedad rama por ejemplo, pero buenos), 1 pimiento verde, 2 ajitos, media cebolla, sal y aceite de oliva virgen extra. Dos puñados de macarrones por persona (uso la marca Gallo, es la que me gusta) y cuatro rodajas de chorizo ibérico casero, y algo de mantequilla y sal.
Lo primero hacemos el tomate frito, sin prisa; podéis ver la receta, y reservamos. A continuación, en un hervidor ponemos abundante agua con dos cucharadas de mantequilla (no margarina), y añadimos dos puñaditos de macarrones por persona con un poco de sal, y contamos 9-10 minutos desde que empiece a hervir. Entonces, sacamos y escurrimos en un colador.
Ponemos en una cazuela de barro los macarrones escurridos y vamos añadiendo el tomate frito hasta que se cubran. Y para terminar, colocamos las tres rodajas de chorizo. Y ya, con el horno caliente, metemos la cazuela a calentar como unos 10 minutos, a fuego fuerte.

Y el segundo plato del pack, los huevos rellenos, seguramente todos sabréis su preparación: 1 huevo por persona, una lata de atún en aceite de oliva de calidad, dos cucharadas soperas del tomate frito anterior y un poco de mayonesa.

Ponemos a cocer los huevos hasta que estén duros. Los abrimos por la mitad, y extraemos las yemas, que las mezclamos con el atún de la lata y el tomate frito. Con toda esta mezcla, rellenamos los huevos y ponemos mayonesa al final. La mezcla está riquísima.

Advertencias: 1) Para hacer dieta, comer solo el plato de macarrones sin el segundo plato de huevos rellenos. 2) Lo único negativo, es que luego quedan muchos cacharros que fregar, pero es cuestión de sobrellevarlo de la mejor manera posible. 3) Es importantísimo congelar el tomate frito sobrante, que ha sido hecho con nuestras propias manos, y lleva la marca de la casa. Y 4) Se me olvidó fotografíar los huevos rellenos, y ya no existen por motivos obvios, la próxima vez la haré.

Un poco de pasta basta…

Dirán mis lectores que ya está bien de tanto salir de tapas y presumir de blog cocinilla sacrificado-casero. Y llevan razón. Pero en todos los trabajos se fuma (aunque ya hay que salir a la calle para eso), y degustar las tapas los fines de semana o cuando se pueda, es sin duda un relax, después de pasar muchas horas a la semana preocupada por el menú y sus ingredientes.

Además, no me negaréis que de estas rutas gastronómicas siempre sacamos información valiosa. Y en concreto, la visita al mercado andalusí del pasado fin de semana, nos ha permitido conocer y adquirir productos artesanos y ecológicos (quesos, miel, etc.), elaborados por pequeñas empresas aún desconocidas y que luego saboreamos en nuestra casa.

Pero la cocina siempre está presente en mi agenda, representa mi pequeño reino, y es mi primer lugar de trabajo. Y además, tras el laborioso arroz que preparé el sábado para mis tios Adela y Pepe, (arroz de verano con su gamba fresca y todo…), hay que actualizar el menú y acudir a la mesa con el trabajo hecho.

Tenía unos 2 kilos de tomates, así que para el domingo, decidí poner macarrones con tomate, aunque no tengan demasiado glamour, pero compensan sin duda el arroz del sábado. Ya habréis notado por lo que escribo que soy poco amiga de la pasta, que por cierto nunca estuvo en los menús de mi niñez. Pero no creo que sea por eso, sino porque desconfío de sus propiedades nutritivas. (Son prejuicios del cocinero, les pasa a algunos).

Para colmo, le tengo un poco de manía a los restaurantes italianos, por esas cargadísimas salsas bechamel que suelen utilizar y que me sientan fatal; por no hablar de los olores tan fuertes y artificiales que salen de sus cocinas. Bueno, supongo que también habrá buenos restaurantes italianos. En casa, los macarrones con tomate (frito por mí por supuesto) cada quince días y punto, eso es lo que hay, dictadura del cocinero que se llama (también hablaré de ella algún día)…

sábado, 23 de agosto de 2008

Mercado Andalusí en El Pópulo, Cádiz

Nuevamente se celebra el Mercado Andalusí en el barrio medieval de Cádiz, El Pópulo. Esta edición ha caído en el fin de semana del 22 al 24 de agosto, organizado por la Diputación y con la colaboración de la Asociación de Vecinos los Tres Arcos del Pópulo (con su presidente Antonio Gallardo). Casi 50 puestos forman parte de esta oferta efímera.

De ese medio centenar, 22 son de estética andalusí y 20 son de estilo medieval. En ellos, encontramos productos de alimentación, bisutería y hierbas medicinales. Gallardo, hostelero del barrio, ha sido uno de los mayores responsables de lo que hoy representa El Pópulo, que ha pasado de ser una zona deprimida y olvidada a un referente del turismo y el ocio en Cádiz. De pequeñas dimensiones, El Pópulo cuenta ya con 13 establecimientos hosteleros, todos de calidad y buen ambiente.

Este año hemos entrado muy temprano en el Mercadillo. Y lo cierto es que había muchísimo ambiente. De hecho, nos costó trabajo sacar fotografías, pues gente y tenderetes ocupaban las estrechas calles. Compramos una cestita de esparto, que me gustó para guardar en ella las bolsitas de las muchas especias frescas que compré últimamente (ya hablaremos de ellas). Y también adquirimos un pequeño queso artesano, de cabra, y de producción ecológica, hecho bajo la marca Tio Manolo, en la Finca El Hoyo, de El Ronquillo (Sevilla). Aún no lo hemos probado, pero se trata del queso joven, dentro de las especialidades que vendían.

Luego nos sentamos a tapear. En El Malagueño, todo un clásico de los locales en este barrio, pedimos unas riquísimas papas aliñás y unas salchichas al vino que estaban genial, todo ello con dos cañitas de cerveza. A continuación en La Favorita, justo enfrente, probamos unas albóndigas de espinacas y unas tostas de berenjenas, con otras dos cervecitas. Como original, esta tosta de cebollas, con jamón y queso cremoso.

A las 10,30 de la noche en El Pópulo se estaba de maravilla, no hacía ni frío ni calor (cero grados, como en Lepe). Entonces optamos por pasear un poco, y nos dirigimos a la plaza de la Catedral, donde descubrimos una Jaima muy amplia, donde nos prepararon unos tés con hierbabuena, y unos pastelillos árabes con sésamo, al que se le atribuyen propiedades afrodisíacas. Una joven pareja junto a nosotros, tras tomarlos dijeron salir corriendo antes de que se les pasara el “efecto”. Y por último, en el mismo mostrador, nos enteramos de la próxima constitución de la Asociación de Amigos de los Boleros, con origen en Cuba…. demasiao p’al cuerpo en una sola noche.

jueves, 21 de agosto de 2008

Barajas: ciento cincuenta y tres vidas

Todos los fines de semana hay víctimas de accidentes de tráfico en España. Y al escuchar los lunes en la radio de mi cocina las cifras siempre pienso en el inmenso dolor y llanto que se genera alrededor de cada fallecido, multiplicado por no sé cuantas personas que amaban o apreciaban a los fallecidos. Y también imagino cuantas ilusiones se perdieron de ver crecer y desarrollar las vidas truncadas, teniendo que afrontar soledades inesperadamente.

Ayer miércoles 20 de agosto a las 14,28 h en el aeropuerto de Barajas fueron 153 vidas, que causaron exponencialmente mucho dolor, y que se llevaron también innumerables ilusiones y el don impagable de la compañía para otras tantas personas; todo ello se aplastó con el vuelo 5022J. Desde mi cocina, a todos ellos, descansen en paz.

martes, 19 de agosto de 2008

Uva moscatel de Málaga

Una vez al año, normalmente en la primera quincena de agosto suelo encontrar –al menos en el mercado central de Cádiz- una uva moscatel procedente de Málaga, cuyo sabor se aproxima bastante a la que consumía en mi niñez. Por eso, le he hecho la foto preceptiva a los racimos. Estas uvas tienen tamaños irregulares, y entre ellas cuelgan algunas pasitas. Son muy delicadas y se estropean pronto. Su aspecto no es el mejor.

El objetivo de este post es daros a conocer que, aunque en cantidades limitadas, aún se puede disfrutar el sabor dulce de la uva moscatel, y que seguramente la podréis encontrar en algún puesto del mercado de abastos de las provincias meridionales. Posiblemente solo estarán dos semanas a la venta, pero vale la pena.

¿Es posible volver a cultivar la auténtica uva moscatel? ¿Por qué no protestamos los consumidores cuando desaparecen productos de calidad?. Como consumidora a veces me siento dependiente de una oferta general de productos de alimentación de mediocre calidad, y creo que el público se merece algo más.

Las uvas de mi ira

Yo sigo con mis nostalgias gastronómicas; recuerdo que llegado el verano mi madre compraba uvas frecuentemente, siendo una de nuestras frutas favoritas. Y a nuestra mesa llegaban en dos variedades: palomina y moscatel. La primera era redondita, transparente, tenía un sabor suave y procedía de Chiclana. La segunda, supongo que vendría de la comarca de Jerez y era más verdosa, alargada, de mayor tamaño y más brillante, y estaba riquísima.

Pasó el tiempo, y lógicamente han ido desapareciendo algunas variedades de frutas y otras menos conocidas han arribado a los mercados, ampliando la oferta frutícola. Pero el consumidor normalmente tiene o debería tener su propio archivo de sabores en la memoria, e inevitablemente compara lo nuevo con lo ya conocido. Eso me pasa a mí con la que llaman uva moscatel y que procede de Almería, que cuando la probé me llevé el gran berrinche (por no decir algo más ordinario), teniendo la sensación de que me estaban tomando el pelo.

No pretendo censurar a priori un producto originario del poniente español, ejemplo de actividad económica creadora de riqueza en la zona, pero sí creo que no deberían calificarse los productos con adjetivos ya conocidos y que llevan a la confusión y al olvido de las auténticas variedades existentes en el pasado y que fueron todo un referente en determinadas zonas del país.

Tal vez ya no sea rentable cultivar la uva para la variedad moscatel en la provincia gaditana por ejemplo, pero esta reflexión la hago extensiva a muchos otros productos, que de calidad más o menos dudosa, se anuncian como excelentes. Desde luego el consumidor necesitaría una mayor información, porque vamos perdiendo cosas buenas y nadie se ocupa de contarlo.

domingo, 17 de agosto de 2008

Barbacoa para puretas con piriñaca




Y es que los años no pasan en balde. Ayer nuestro hijo, más sus amigos y asociados, se llevaron todo el día de aquí para allá trabajando (ojalá estuvieran así siempre) para organizar su barbacoa; es decir, comprando bebida, rapiñando sombrillas olvidadas en los trasteros, revisando los frigoríficos en busca de comida, etc. Y es que las barbacoas de ahora son para los jóvenes, que organizan su macrobotellón en la arena nocturna.

Por eso, colaboramos con la causa aportando dos estupendas tortillas de patatas (con huevos ecológicos, ¡qué nivel!).También les presté un tupperware (de los que tenía ya desahuciado claro, porque nunca estoy segura de que me lo devuelvan), y les aconsejé que se llevaran un jersey…

Y nosotros, en medio de esta movida, nos limitamos a sacar alguna foto en el paseo marítimo y a preparar esta barbacoa en casa (con el sol fuera claro), que consta del siguiente menú para cuatro personas:

4 doraditas de la bahía (de unos 400 g cada una) y dos kilos y medio de sal gorda. Las preparamos en el horno a la sal. Para ello, calenté el horno a 250º durante unos quince minutos más o menos, al tiempo que iba preparando la bandeja del horno con la sal, las doradas encima y sal de nuevo hasta cubrirlas por completo. Con el horno a punto, introduje la bandeja y bajé la temperatura a 180º, durante unos 15-20 minutos (mi pescadero me aconsejó este tiempo dado el tamaño del pescado). Tras el tiempo, se dejan un rato dentro del horno ya apagado, pues eso les da su punto.

Para acompañar al pescado a la sal, os presento a la piriñaca, que no es ni más ni menos que el picadillo gaditano, y que está elaborado con tomate, pimiento, cebolleta, sal, vinagre y aceite. No me negaréis que el nombre tiene una gran personalidad. La piriñaca es la compañera inseparable de las caballas a la plancha que tanto se saborean en el barrio de La Viña, junto a la playa de la Caleta, donde se pescan.

No hay nada como adaptarse a los tiempos y a las edades. Y las barbacoas nocturnas del Carranza ya no son lo que eran. Pero los puretas al fin y al cabo somos defensores de comer sano y, claro, de comer en casa. ¡Puretas del mundo, uníos!

(¿Sabiáis que a estas doradas pequeñas las llamamos zapatillas en Cádiz?)

Barbacoas del Carranza en Cádiz de ayer y de hoy

Puente de agosto: tras la final del Trofeo Carranza, (Sevilla-Cádiz CF), se celebraron las barbacoas en la playa supuestamente “bajo control”, acotándose la zona permitida para esta actividad tan poco respetuosa con el medio ambiente. Pero el asunto ya se le fue de las manos al Ayuntamiento, culpable además de propiciar su éxito.

No sé exactamente cuando comenzaron las barbacoas del Trofeo. Sí recuerdo que de pequeña, tras la final del más famoso de los torneos veraniegos de fútbol, se montaba un escenario sobre la arena en el módulo central de la playa, donde actuaban las agrupaciones carnavalescas como fin de fiesta, y punto, pues era en domingo y la gente tenía que regresar a sus destinos.

También confieso como no hace mucho a todos nos hacía gracia el ambiente de las barbacoas: he visto familias enteras sentadas en un sofá –entre otros decorados- alrededor de una mesa alargada, cubierta con un mantel de cuadros y con dos candelabros. Arte gaditano, -decíamos-, pero todos esos enseres eran abandonados luego en la arena, con lo que la playa entre tanta basura se hacía insufrible al día siguiente, a pesar de los servicios de limpieza. Y nadie recriminaba esta conducta.

Como blog cocinilla y autocrítico, solo nos queda comentar que las barbacoas de antes eran más de comer y menos de beber: filetes empanados en casa, tortillas de patatas artesanas, caballitas, picadillos fresquitos con buen aceite, el pan comprado en el barrio y el tinto con casera, acompañaban al planchado de filetes y chorizos grasientos para equilibrar. Hoy la cosa ha derivado en un macrobotellón juvenil de parcelaciones nocturnas.

Más de 200 voluntarios entregaron bolsas para la basura, y la policía local expulsó sin compasión a los barbacoeños de su paraíso gadita a las 6.30 de la madrugada, para permitir limpiar a fondo la playa. Como en todas las cosas, hay que aplicar el sentido común en estas masificaciones. Solo espero que la gente tome conciencia, la playa de Cádiz lo merece.



(Pero yo no me perdí la final del Trofeo, viendo el Cádiz-Sevilla, y a pesar de la derrota, aplaudimos, hicimos la ola y disfrutamos en amarillo). ¡Ese Cadi oé!




viernes, 15 de agosto de 2008

Las verduras a la plancha: mérito de Murcia

Tengo bastantes fotos y recetas para publicar en el blog, así como cantidad de temas de los que me gustaría hablar. Pero hoy, que la cosa va de crisis y de sencillez y precios, quiero llamar la atención sobre el placer de una buena parrillada de verduras, como ésta de la foto, que tuve el gusto de probar en el viaje de hace unos meses a la comunidad murciana.

Las verduras más indicadas para esta parrillada son: berenjenas, calabacines, pimientos rojos de asar, cebollas, y espárragos, cortados en rodajas. Todo ello, sobre una plancha bien caliente, con un aceite de oliva virgen extra, y con un grupo de comensales que ronde las 4-6 personas, de manera que podamos asar y consumir toda la verdura de forma variada, disfrutando de su sabor y sabiendo la bondad de sus propiedades. Los productos necesitan su tiempo para estar en su punto.

Y aprovecho para enviar un cariñoso saludo a los murcianos, felicitarles por su vocación huertana y por el protagonismo verdulero que conceden a sus platos. Y también un recuerdo a un gran profesional de la gastronomía y natural de Cartagena, Juan Moreno Gómez, (Juan Caracoles), cuyo blog también hemos enlazado al nuestro.

Espero que en las muchas barbacoas que se organizan entre amigos se cuente con las verduras variadas a la parrilla, riquísimas y sanísimas. ¡Vivan las verduras!

Comeencasa y la crisis anunciada

Estamos en pleno periodo de vacaciones, con medio país en pantalón corto y con letreros de rebajas llamativos en los centros comerciales. Aún así, la crisis se nota en todos los ámbitos. Paseando por el centro de Sevilla y por mi barrio de Cádiz, veo locales con los rótulos de Se Traspasa, o bien cerrados y vacíos de mercancías, tras haber funcionado algunos años como negocios. Confieso que me produce auténtica pena ver estos anuncios de cierre, porque son ilusiones que se han truncado, y puestos de trabajo –casi siempre de gente joven- que vuelven al paro. Malos tiempos para los emprendedores.

Se protesta por la subida de precios (combustible, alimentos, vivienda….). Concretamente los agricultores han protestado contra los abusivos márgenes entre el precio de origen de los productos y el final; de hecho, denuncian que la diferencia llega en algunos casos al mil por cien. Se trata de precios controlados al parecer en su 50% por las grandes superficies comerciales.

Yo, como una de tantas amas de casa que hace la compra semanal, he venido observando que un año después de no incluir el pescado en la compra del jueves, mi ticket sumaba la misma cifra, manteniendo idénticos productos y marcas. Está claro que aquí había algo raro, si bien no nos hemos preocupado mientras las cosas iban bien. Y ha pasado como en el mercado de la vivienda, que con tantas transacciones abusivas, algunos o muchos se han tenido que forrar.

A mí también me preocupa que en esta situación de alza de precios, inflación y crisis generalizada, la comida de calidad (que no tiene por qué ser la más cara) sea lo menos importante en el presupuesto de una familia.

Y aprovecho para recordar que la filosofía de este blog, independientemente de alusiones a noticias y hechos festivos gastronómicos, tiene como base primordial fomentar la comida hecha en casa, a base de ingredientes naturales y frescos, elaborada con algo de sudor de nuestra frente, y organizada para paliar la falta de tiempo y la incompatibilidad de horarios familiares. Ése es nuestro objetivo, la salud de todos.

Y hablando de salud, publican la noticia de que nuestro jamón entrará próximamente en China, aunque de momento solo el deshuesado. A este paso, como a los chinos les dé por consumir la pata del cerdo curada, va a ser difícil por no decir imposible saborear las lonchas y taquitos de los cinco jotas.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Ensalada de arroz veraniega

Esta ensalada la leí hace mucho tiempo y la verdad es que no sé dónde. En ella he seguido casi todos los ingredientes originales: (para 3-4 personas).

1 taza grande de arroz (bomba si es posible), 1 pimiento verde, un tomate maduro grande, una cebolleta mediana, dos huevos duros, aceitunas rellenas de anchoas, (La Española por ejemplo), sal, vinagre de Jerez, y aceite de oliva virgen extra.

Cocemos el arroz con abundante agua durante 15-20 minutos, y luego lo pasamos por un colador, lavándolo bien bajo el grifo para quitarle el almidón. A continuación preparamos un bol redondo: en el fondo colocamos el tomate en rodajas, añadimos luego el arroz, los huevos duros troceados, así como el pimiento verde y la cebolleta también troceados. Por último, las aceitunas rellenas (enteras o cortadas por la mitad). Y para terminar, la sal, el vinagre y el aceite.

No olvidar conservar este plato en la nevera. Esta ensalada siempre ha tenido mucho éxito en dónde la llevé. Y desde luego es una receta típica del verano.

(El aliñar con vinagre este arroz cocido evita que se produzca la llamada Bacillus cereus, bacteria que acumula toxinas perjudiciales para el intestino. Por ello, la ensalada de arroz debe aliñarse con vinagre o con zumo de limón).

martes, 12 de agosto de 2008

Pamplinas verduleras para contar

El sábado pasado estuve en el mercado central de abastos de Cádiz y me traje alguna información, cosas puramente domésticas, pero que comentaríamos con nuestros amigos:

Lo primero, como gran noticia es que compré melocotones de Calanda (bajo Aragón), y que resultaron riquísimos, en su punto (cosa rara en estos tiempos)... Siempre se ha comentado que la buena fruta viene de Aragón.



Me traje cerezas, de buen tamaño y también muy ricas, procedentes de Canadá, según me dijo Ani, la vendedora y además prima mía. La exportación se justifica porque ya acabó la campaña del Jertes (habitual proveedor), y ahora nos llegan frutas de países que por la estación en que viven, están en plena cosecha. Por cierto, acabo de leer que Canadá es de los países que consumen más fruta del mundo.



También se me antojaron las peras de agua, ya de la nueva temporada, originarias de Lérida, como casi siempre. No obstante, todavía quedan peras ercolinas, tiernas y jugosas.








Y por último, compré tomates de Conil (Cádiz), indicados para ensalada, que deseo promocionar en comeencasa, inmortalizándolos fotográficamente, y que empezaron su temporada en la primera quincena de junio (antes de esta fecha tienen demasiada agua). En esta localidad también se producen tomates Raff, aunque esta variedad –considerada la pata negra del tomate- procedente de Almería se cultiva allí con agua salobre. Dicen que los almerienses son los mejores. No obstante los tomates maduros para freír de Conil están riquísimos, lo sé por experiencia.

viernes, 8 de agosto de 2008

Puré de pescado para bebés

He escogido el puré de pescado por ser el más ligero, y porque además está indicado en niños con la barriguita delicada.

Ingredientes por toma: un lomito (100g) de pescado blanco fresco (pescadilla o merluza, o Pez San Pedro –llamado gallo en Cádiz-). Tomate pelado, cebolla pequeña, un puerro, una patata, un puñadito de arroz y media manzana. (Opcional una zanahoria).

Todos estos ingredientes pelados y troceados se cuecen juntos a fuego medio durante una media hora (sin sal si el bebé es menor de un año) y con un vaso y medio de agua, para aprovecharla toda. A continuación se tritura en la batidora con el líquido (para dos tomas, el doble de lo indicado).

Como veréis, hemos evitado productos como pimiento y ajo, que tienen todavía un sabor fuerte para los niños. Este puré está exquisito y tiene una textura muy fina. Espero que alguna mamá me lea, lo pruebe y me diga algo, como Susana, de Huelva, madre de Pablo, que come de todo y todo le gusta, y además es un encanto de niño.

(Os pido disculpas porque, contrariamente a mis costumbres, en esta ocasión no he elaborado este puré para enviaros la fotografía).

Mirando por la cantera: papillas para bebés

Hace ya bastantes años que dejé de comprar pañales y hacer papillas para mi hijo. No obstante, sí recuerdo todavía el empeño que ponía en alimentar lo mejor posible a Manu. Para ello buscaba los mejores ingredientes tanto en proteínas como en la verdura correspondiente, que tras la cocción en la mínima cantidad de agua (para no perder propiedades), procedía a triturar en una batidora convencional, obteniendo comida para dos tomas.

Y aunque es evidente que será el pediatra quien dará las pautas para introducir y preparar las papillas de los bebés, (yo contaba con su opinión siempre), voy a comentar algunos aspectos sobre las primeras comidas sólidas de los más pequeños, que indudablemente van a influir en su actitud futura ante la comida.

Es cierto que cada niño es distinto en cuanto a apetito y capacidad se refiere. Pero sí es verdad, que el puré preparado en casa para tomar en el almuerzo, cumple con la gran finalidad de aportar vitaminas y hierro, y además, como nunca tendrá el mismo sabor, contribuirá a que el niño se acostumbre a variar, creándole disposición para probar nuevos alimentos. Por eso siempre he sido gran defensora de los purés, pues lo comen todo mezclado.

Otra cosa importante es observar regularidad en los horarios. A menudo procuramos que el niño se adapte a nuestras costumbres, cuando debería ser al contrario: nosotros adaptarnos al niño; aunque nos causen ciertas molestias por nuestros distintos horarios. Además de la disciplina del horario, se debe acostumbrar a que el niño aprenda a distinguir el tiempo de la comida como algo serio y fundamental, que no debe compartirse con ningún juego.

En mi opinión, no hay inconveniente en mantener los purés en los almuerzos hasta pasados los dos años y cerca de los tres, en que se supone que el niño ya puede sentarse en la mesa a comer con los mayores. Las cenas sí pueden llevar tortillas francesas, pescadito a la plancha, contando siempre con las indicaciones del pediatra.

Concluyendo, éstas son mis ideas en la alimentación infantil:

1) Siempre preferir los purés caseros, con ingredientes buenos y frescos, no hay color.
2) Observar la regularidad en los horarios de las comidas, como algo indispensable.
3) Fomentar el desayuno con alimentos sólidos, por ejemplo con papillas adaptadas.
4) Sobrellevar las incomodidades que causan los bebés, hay que pasarlas inevitablemente.

Desde luego, el punto 4) es a veces el más difícil de cumplir. Creo que la sociedad actual tiende al mínimo esfuerzo en todo; pero nuestros niños son suficientemente importantes como para que no regateemos trabajo por ofrecerles lo mejor, puesto que vivir en este país lo permite. Son nuestra cantera, y por ellos debemos empezar la educación en la comida. Por cierto, puedo presumir de que mi hijo come de todo, incluso verduras.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Calamares en blanco y negro

Ingredientes: 1kg de calamares, 4 ó 5 ajitos, una rebanadita de pan, una hoja de laurel, medio vaso de vino blanco, y un poco de sal y aceite de oliva virgen extra. Y no olvidar arroz, una tacita aproximadamente.

Se limpian los calamares y se reserva la tinta en un vaso con agua. Se trocean en trozos no muy grandes. Se fríen los ajos pelados (no muy dorados) y el pan, y se ponen en un mortero y se majan; se añade la tinta al mortero y se continúa el majado un ratito. En el aceite de los ajos se echan los calamares con laurel y sal (se le da unas vueltas). Se le añade el majadito junto con el vino. Se deja cocinar a fuego lento hasta que la salsa espese.

Y se tiene preparada la tacita de arroz (puede ser Bomba o de cualquier variedad. Se fríe en una sartén pequeña un ajito y se reserva el aceite. Luego se pone a cocer el arroz en agua con sal y el aceite del ajo, todo ello durante quince minutos a fuego medio. El arroz cocido se limpia en abundante agua fría bajo el grifo y se escurre.

El plato consta del calamar en su tinta y del arroz hecho en un molde. Es importante la calidad del calamar, como siempre, y debe ser fresco. Tras servirlo, no olvidar fregar o poner el lavavajillas. Si se puede, se duerme la siesta, que para eso estamos en verano.

Mi cuñada, gran cocinera, ataca de nuevo

Y es que María José lleva varios meses inactiva en cuanto a estrenar recetas, debido a la preparación de sus oposiciones, que le han ocupado mucho tiempo y que debía compaginar con su trabajo y su casa. (Durante este tiempo ha seguido cocinando a diario). Pero ella ha podido con todo y ha aprobado, por lo que ya es una profesora de secundaria con plaza, es decir, todo un personaje.

Mi cuñada ha sido siempre la mejor cocinera de la familia, ya que nunca tuvo miedo en experimentar ni alterar las recetas, adaptándolas a su gusto. Además, en los últimos años ha ido modernizando su estilo de cocina, dedicándose mucho más a la elaboración de pescados en lugar de carnes, como sería de esperar dado su origen extremeño.

Es bueno evolucionar en la cocina, siempre que sea hacia estilos más sanos, descubriendo al mismo tiempo nuevos productos y elaboraciones. Lo malo es la tendencia nefasta hacia el precocinado, que, aunque ahorra trabajo, no nos traerá nada bueno, estoy segura.

En resumen, María José nos ha preparado el clásico calamar en su tinta, acompañado del arroz blanco o más bien a la cubana, para darle un mejor sabor, y lo hemos bautizado calamares en blanco y negro. Creo que ahora, más libre tras haber salido de sus exámenes nos aportará más de un plato sano, casero y riquísimo. Gracias y enhorabuena por tu éxito.

lunes, 4 de agosto de 2008

Gluten en fármacos y cosméticos (II)

Qué saben los fabricantes: algunas empresas farmacéuticas que contestaron unas encuestas publicadas en el año 2001 afirmaron que creían que sus productos no contenían gluten, pero no podrían asegurarlo, en parte porque los proveedores de las materias primas no podían garantizar que sus materiales no contuvieran gluten.

Obtención de fármacos sin gluten: La información sobre el contenido de gluten de los productos farmacéuticos puede encontrarse en formato electrónico en páginas web como www.glutenfreedrugs.com. Sin embargo, también es recomendable preguntar al fabricante si un producto determinado no contiene gluten o si sigue estando libre de gluten. Cuando se hacen estas preguntas generalmente resulta útil dar el número de lote del fármaco. En último extremo, es posible que una farmacia donde preparen recetas magistrales provea productos sin gluten.

Conclusión.- El gluten que se encuentra tanto en los fármacos como en los alimentos y los cosméticos puede ser un problema para los pacientes celíacos. Es posible que los prospectos de los fármacos no sean útiles, ya que la fuente de los ingredientes inactivos puede modificarse sin cambiar la etiqueta. Incluso es posible que algunos fabricantes no sepan si sus productos están libres de gluten.

La responsabilidad de los niños celíacos

En el campamento de verano Pinapark en dónde mi hijo trabajó como monitor a principios del pasado julio, conoció a dos niñas gemelas y celíacas, con muchos años de diagnóstico, y de unos trece años aproximadamente.
Me cuenta Manu que estaban muy organizadas en lo que a la celiaquía se refiere: llevaban consigo sus paquetes de pasta y su propio pan sin gluten, así como algún preparado de sus salsas favoritas.
Así, recurrían a sus propios productos el día que en el campamento había pasta en el menú o bien alguna salsa sospechosa de llevar harina. Por supuesto, las tostadas para el desayuno de estas chicas se hacían en una tostadora aparte y colocada en otro sitio, para evitar la contaminación procedente del resto del pan.
Todo ello hace pensar que un niño o niña celíaco puede disfrutar de los mismos alicientes que el resto, si aprende la rutina de evitar el gluten en la alimentación, para lo cual, está claro que es fundamental la formación y la responsabilidad del niño celíaco, conseguidas a través de sus padres, cuya actitud es importantísima. Por supuesto, también es de resaltar el papel de los establecimientos como el comedor de este campamento, que guarda y respeta las normas básicas e imprescindibles de seguridad alimentaria en la celiaquía.