jueves, 17 de abril de 2008

Dorada a la sal: con y sin termomix

Esta receta es obligatoria después del tema tratado. El pescado a la sal es muy fácil de preparar, rápido e ideal para los locos del pescado fresco, que gustan de su sabor sin acompañamientos. Pueden hacerse a la sal pescados como la dorada, la lubina, el sargo o el pargo, etc. Venden una sal especial para esta preparación, aunque por supuesto puede utilizarse la sal “gorda” de la salina. ¡Ojo! al pescado no se le hace nada, es decir, no se abre para esta preparación, sino tal como se compra.

En este caso, preparé una dorada a la sal, mediante la famosa termomix. Es muy fácil: primero pongo a calentar el agua en el vaso, unos 10 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Mientras tanto, preparo una cama de sal en la varoma, coloco la dorada y sobre ella pongo más sal hasta cubrirla. Y monto la varoma sobre el vaso ya con agua hirviendo, y programo 40 minutos, temperatura varoma y velocidad 1. El único inconveniente es que en este cacharro solo caben los pescados pequeños.

Para los que no tienen termomix es todavía más fácil: Se calienta el horno a fuego alto; mientras, la bandeja del horno se cubre de sal gorda, y sobre ella se coloca el pescado, que a su vez vuelve a cubrirse de sal. A continuación, a fuego alto, se deja en el horno el tiempo equivalente a media hora por cada kilo de pescado. La señal para saber que está listo es que la sal se convierta en costra dura.

El pescado así preparado está delicioso, y se le puede añadir cualquier otra salsa. Yo suelo acompañarlo de unas “papas aliñas”. (Ver archivo de recetas).

Con el pescado a la sal, el único secreto es la frescura del pescado, y podéis quedar estupendamente en una cena para amigos. (Lo único, eso sí, que luego hay que tirar a la basura toda la sal utilizada en esta preparación, que es bastante, pero seguro que merecerá la pena, bueno a ver si alguien se anima y me cuenta algo en esta ocasión)

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