Ingredientes: (tres personas); un cuarto de kilo de habichuelas pías, tres huevos, tres dientes de ajo y aceite de oliva virgen extra (como siempre).
En un perol poner aceite y pochar sin dorar los ajitos cortados en láminas. Mientras, cocer en agua las habichuelas, no echándolas en la olla hasta que el agua empiece a hervir si están congeladas. Y desde que vuelva a hervir, contar diez minutos, y entonces se sacan y reservan. Luego se añaden al perol con los ajitos y se saltean brevemente, y se le echan los huevos sin batir, hasta que se cuajan.
Yo acompañé el revuelto con jamón cocido que tenía. Otro día añadiré jamón o langostinos, porque desde luego estas habichuelas lo merecen.
Como siempre en domingo, al volver a casa antes de la cuenta, había que preparar el almuerzo decente. Pero tenía mis habichuelas pías congeladas y preparadas, y se me ocurrió hacer un revuelto, y de paso probar las virtudes de esta verdura añeja pero tierna y exquisita.
Como siempre en domingo, al volver a casa antes de la cuenta, había que preparar el almuerzo decente. Pero tenía mis habichuelas pías congeladas y preparadas, y se me ocurrió hacer un revuelto, y de paso probar las virtudes de esta verdura añeja pero tierna y exquisita.
Este revuelto se aplica a otro tipo de habichuelas verdes, solo que entonces la cocción será como de tres cuartos de hora a fuego medio.
1 comentario:
"Si el padecer con amor
puede dar tan gran deleite,
qué gozo no dará el verte?"...!?...passavo per un saluto!
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