Los garbanzos deben remojarse la noche anterior a ser cocinados, en un bol con mucha agua fría y sal, pues irán aumentando de tamaño durante el remojo. No obstante, si más allá del mediodía no fuera posible su elaboración, debemos cambiar el agua, para que no se nos estropeen hasta que llegue el momento de guisarlos. El agua del remojo siempre debe tirarse.
Un potaje de garbanzos siempre comienza con agua fría, pero si hubiera que añadir más agua durante su preparación, ésta debe ser caliente, pues el agua fría los endurece.
Suelo usar garbanzos de la Cooperativa de Escacena en Huelva, de la variedad blanco-lechoso, y su cocción, en olla convencional, me lleva una hora o algo más.
Un potaje de garbanzos siempre comienza con agua fría, pero si hubiera que añadir más agua durante su preparación, ésta debe ser caliente, pues el agua fría los endurece.
Suelo usar garbanzos de la Cooperativa de Escacena en Huelva, de la variedad blanco-lechoso, y su cocción, en olla convencional, me lleva una hora o algo más.
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