miércoles, 4 de marzo de 2009

Cocina internacional de barrio

Barrio de El Cerezo, en la Macarena, Sevilla, eso está algo lejos del centro. Bloques de pisos y más bloques. Y en una plaza, más bien una calle peatonal, hemos visitado un bar de barrio, de los muchos que hay en nuestras ciudades. Se llama Anda*Lucía y su mérito es que su dueña, Lucía, llegó de Rumanía a España hace unos seis años, y que gracias a un microcrédito de la Fundación Cajasol, pudo desarrollar su idea emprendedora saliendo de la exclusión financiera, y abrió un bar apellidado además con su nombre.

Lucía, con dos hijos mayores que también llegaron con ella, reabrió un local que llevaba 7 años cerrado, lo limpió, hizo algunos arreglos en los servicios, instaló unas buenas neveras, aprendió a preparar tapas españolas y sobre todo a tirar cerveza, que tiene su ciencia. Hoy en el bar Anda*Lucía, hace de cocinera, camarera, limpiadora y relaciones públicas. Es algo increíble.

En su establecimiento, Lucía tiene tapitas españolas y rumanas, a partes iguales. Sus clientes la adoran y respetan. Ella se lo merece. El bar Anda*Lucía es un territorio internacional, intercultural y abierto. Y sobre todo, es una referencia para la gente que quiere salir adelante a base del esfuerzo y el aprendizaje de todos los días.

Durante este tiempo, Lucía ha aprendido a bailar sevillanas. Y sus clientes son aficionados al carnaval de Cádiz. Ahora, con la crisis, en lugar de tres cervezas con tapa, se toman dos sin tapa. Pero ahí están. Es un mérito hacerse un sitio respetable con este negocio en el barrio. Y eso hay que contarlo. Y las cervezas están estupendas!.....

ESTE POST ES UN HOMENAJE A LA MUJER TRABAJADORA, EN ESTE CASO A LUCIA.

2 comentarios:

Manuel Casal dijo...

¿Qué más se le puede pedir a un local que el que sea internacional, intercultural y abierto? Lo local admitamos que está muy bien, pero no es lo único que está bien. Siempre se puede conocer, admirar, degustar y descubrir algo nuevo y bueno en lo otro, en lo distinto. Y a lo otro no se trata sólo de tolerarlo ni de admitirlo, sino de establecer con ello las mismas relaciones que establecemos con lo local. Qué gran oportunidad de enriquecimiento, de intercambio de cosas agradables. Qué olor a humanidad y qué lejos queda todo esto del provincianismo del que se cree depositario exclusivo de las excelencias y de las bondades.

Qué admirable Lucía. Te pediría Charo, que si vuelves a verla, le cojas la mano y le dés un buen apretón de mi parte. Que note que es un mensaje humano, cercano. Que note el reconocimiento.

Y, además, está lo bien que lo cuentas.

Charo Barrios dijo...

Pues se lo diré de tu parte. Hemos quedado con ella dentro de una semana más o menos.

y como ya he dicho, me llamó mucho la atención la relación que mantiene con sus clientes. Es que ella es realmente muy especial.