No necesita gabinete de comunicación, ni agente de prensa, asesor de imagen y no tiene que negociar sus derechos. Pero de repente le han salido multitud de biógrafos sobre todo en Cádiz. Representa una cultura, una filosofía, un modo de vivir, de comer y de estar. Y no está ligada a ninguna marca, al menos en su esencia. Ha sido la gran estrella en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz. Es la croqueta nacional.
Lo primero, gracias por acceder a esta entrevista…
Bueno, después de la atención mediática concedida al pulpo Paul, también entrevistado en la prensa, creo que yo también me merezco alguna paginita aunque sea en este blog tan pamplinoso, si bien no voy a cobrar ninguna exclusiva, me basta con difundir mis ideas. Lo de las revistas del corazón es toda una vulgaridad.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
Dicen que para ser feliz hay que saber adaptarse a los tiempos y a los cambios. Yo convivo en domicilios particulares, comedores escolares, catering de eventos pijos, recepciones oficiales y en las cocinas de todas las clases sociales. Me llevo bien con todos: con jamón, carne de jarrete, bacalao o verduras…y la bechamel es mi socia en el negocio. Pero no tengo pareja ni busco maridaje, voy por libre. Y eso la prensa rosa no me lo perdona.
Dígame: ¿conoce Vd. su origen con exactitud?
No estoy muy segura, siempre viví pendiente del puchero, de sus sobras. Pero curiosamente hoy día he alcanzado una personalidad propia, carismática. Dicen que hay quien hace puchero solo para poder hacer luego croquetas….mi marca –genérica pero prestigiosa- se ha hecho a base de esfuerzo, de recomendaciones, de transmisión del conocimiento. Y por eso continúo aquí. Soy un valor eterno.
Pero Vd. ha contribuido a crear la imagen del croquetero profesional, del que come gratis en los actos…
Puede ser, pero a mí, la verdad, eso no me importa. Yo soy protagonista de bandejas decoradas y de platos de Duralex (qué cosa tan antigua), y tengo la suerte de ver cómo se le ilumina la cara al que me ve aparecer por el salón de celebraciones. Está claro que siempre levanto pasiones, me admiran, me desean, me muerden, me devoran con cierto erotismo, a menos que el cocinero o el producto sean muy muy malos. Y estoy buena hasta cuando me enfrío.
¿Qué opinión tiene de sus colegas las precocinadas?
Muy mala. Son superficiales, -ahora se les llama burracas-; eso sí, van muy bien maquilladas, muy bien presentadas, no tienen celulitis ni imperfecciones en su piel, y se dan sesiones de rayos UVA...pero al final son niñatas, apenas tienen conversación, son muy incultas. Podrán engañar a algunos ignorantes, pero al que sabe no se la dan…son el símbolo de semianalfabetismo que nos invade incluso en la gastronomía. Vamos, que no las puedo ver.
Hombre, en la vida nunca hay nada definitivo. Hasta a los funcionarios les han bajado el sueldo…pero yo confío en la comunicación, que cuenta las cosas buenas, bien hechas. Y también confío en las nuevas tecnologías, como por ejemplo la thermomix, que ha conseguido hacernos perfectas con su programa de bechameles. En cualquier caso, si no volviese a trabajar en la cocina, tendría que ser declarada bien de interés etnológico, como el vaporcito de El Puerto, dada mi trayectoria. Todo menos reconvertirme.
Explíquenos por qué se autodenomina seria…
Ser serio significa seguir siempre la misma línea, el mismo estilo, el mismo fin. Una croqueta seria –hecha en casa, con buenos ingredientes, buen aceite de oliva y mucho cariño- supone ofrecer al comensal un placer y un alimento no solo material, yo diría que hasta espiritual. Después de probarnos estoy segura de que todos ven la vida de otra manera….y una croqueta es el símbolo del trabajo bien planificado. De hecho en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz se ha hablado de nosotras. Somos ya un fenómeno académico, y se van a nombrar doctores Croquetis Causa, como dice mi mentor Pepe Monforte.
Sugerencias: un bocadillo de croquetas.
3 comentarios:
Jajajajaaa, me encantan tus entrevistas!! Me apunto lo del bocata de croquetas, si consigo hacer alguna aunque tenga puchero congelao de por vida!! (ademas con la que esta cayendo ahi fuera no creas que no es tiempo pa puchero... que apetece un monton, vaya...)
Fantástica la entrevista. Y nada de irreal: ha sido de lo más cocreta posible.
Recuerdo especial para las que se quedan frías y son descubiertas por la tarde, tras una siesta.
Besos.
Es cierto. Las croquetas frías -sobre todo las del puchero- siguen estando buenísimas.
Publicar un comentario