domingo, 27 de enero de 2008

El desayuno ejemplar

Creo que el desayuno es la comida que se presta a más versiones, pues depende de los gustos, del apetito con que uno se levante, del horario de la jornada, y de lo que se tenga que hacer antes de salir de casa; y todo eso se remata con la voluntad de sentarse a desayunar.

Por eso, hay muchas formas distintas de enfocar el desayuno, incluyendo en ellas las propuestas cada día mejores de desayunar fuera de casa, de nuestros bares y cafeterías. Da gloria ver las barras de estos establecimientos llenos de vistosas tostadas con aceite, y de bocatas maravillosos de cualquier clase de embutido, o incluso de carne. Está claro que el desayuno cada día se valora más.

Lo que nunca defenderé es el hecho de no desayunar, o desayunar poco, porque me parece una muy mala costumbre en la alimentación. Todavía recuerdo las cincuenta y siete cucharadas de exquisita papilla (pequeñas claro) que tomaba mi hijo siendo un bebé antes de dejarlo en la guardería. Ni con el tiempo se me ha olvidado este número.

Total, que desayunar es fundamental. Pero sobre todo, cuando se ingiere antes de comenzar la lucha diaria, porque entiendo que hay que tener mucho valor para encarar con optimismo la dura jornada, cuando además el cuerpo te pide quedarte en casa y olvidarte de esos líos.

Así que, hace ya mucho tiempo, escogí mi modelo de desayuno, al que sigo siendo fiel. Como resulta que al comentarlo a diferentes médicos éstos me lo han aplaudido, pues lo describo aquí como ejemplo, por si alguien lo quiere tomar: el desayuno ejemplar. Con él, cuando llego a la oficina doy miedo, en el sentido de que llevo cargadas las pilas, eso me dicen.

Se trata -de lunes a viernes-, de zumo de naranja, una o dos frutas además, un plato de queso fresco (artesano), un yogur, y un tazón de café con leche desnatada con miel. Los sábados y domingos además, le suelo añadir tostada con aceite y jamón. ¿es ejemplar o no?

Con esta propuesta muy indicada para hacer dieta, la fruta nos aporta vitaminas, el queso fresco proteinas y calcio, (necesario para los huesos), el yogur calcio y beneficios para el instestino, la miel muchas vitaminas y antioxidantes, y el café.... el café siempre da ganas de vivir y de comerte el mundo, por eso aunque suave, nunca lo abandono. (ya hablaré de la preparación del café en nuestra casa, un pijerío más, pero muy agradecido)



1 comentario:

Carmen Román dijo...

Sí señor, yo puedo dar fe de que o eres así de nacimiento, o la mezcla de lácteos y fruta natural es explosiva, porque tu llegada a las ocho en punto nunca es inadvertida... Olé ese desayuno!!!!