Me refiero a cosas fáciles de hacer, necesarias para que la cocina quede en perfecto estado de revista después de haber trabajado más o menos duramente en ella, pero que, no sé por qué razón, siempre me encuentro sin hacer. A ver si estáis de acuerdo conmigo, aunque el contenido de este post sea un tanto vulgar:
Fregar el brazo de la minipymer.- Este simpático y ya clásico artilugio sirve para pasar los sofritos, majados o purés, triturando dentro de un vasito alto de plástico. Tiene la ventaja de ocupar poco espacio en la cocina y dar muchísimo avío para cantidades cortas a triturar. Pues he comprobado en casa que aunque el vasito se coloca en el lavavajillas, el brazo se queda siempre sucio sobre el fregadero, esperando con cara de pena que alguien le dé un buen lavao… (el brazo de la minipymer moderna se desmonta y al lavajillas, el antiguo no).
Rellenar de agua las bandejas de cubitos de hielo.- Todo el mundo quiere el gazpacho fresquito o el tinto de verano, por eso, extraen sin límites los cubitos de hielo para la mesa o el sofá, mientras se deja la bandejita totalmente vacía de agua, y claro, así no puede volver al congelador. Es fácil averiguar el número de vasos bebidos (soy una especie de CSI en cutre), por el número de bandejitas de hielo que se han quedado vacías y abandonadas sobre el fregadero. No hay manera, me toca siempre a mí.
Vaciar la cafetera de café sobrante y de zurrapa. Puede estar ya todo en su sitio tras el desayuno: la lechera fregada, las tazas y platos también, el pan de molde en su talega, la tostadora en su mueble y la mantequilla en la nevera. Pero con la cafetera es imposible, se deja llena sobre la encimera, esperando el café del día siguiente, un desastre. Con lo fácil que es, que solo hay que fregarla con agua….
Pasar un trapo por la encimera.- Finalizó la comida, se recogieron los trastos y parece que todo volvió a la normalidad, y que ya podríamos enseñar nuestra cocina en perfecto orden. Pero, ¡qué va!, falta algo tan simple como pasar un trapito de esos de Videla de color amarillo, con agua y detergente, para quitar todos esos restos de manchas que quedan sobre la encimera y que la hacen impracticable y pegajosa. A ver si cunde el ejemplo, ¡hay que pasar el paño después…..!
Fregar la bandeja del horno y la plancha Princess.- Mi hermana se queja de que la famosa Princess, que casi todos tenemos, se queda hecha un asco después del uso y nadie la quiere limpiar. Y lo mismo ocurre con la bandeja del horno. Esto último lo comprendo, porque introducir esta bandeja de gran tamaño dentro del fregadero tiene su dificultad, y lo pone todo perdido. Pero el objetivo es dejar las cosas como estaban para la próxima vez, nos guste o no.
Afortunadamente, los adelantos técnicos van en la línea de facilitar la limpieza de todos los cacharros que trabajan en la cocina. Al final, los flojos siempre tienen suerte.¿Alguien ha observado alguna tarea maldita más, algún trabajito tabú del que nadie quiere responsabilizarse en la cocina? Pues ahora es el momento de contarlo, que éste es un blog de denuncia….
(Declaraciones de la bandeja del horno: "mucho blog y mucho blog, pero yo sigo estando guarrísima, a ver cuando me toca....".
1 comentario:
Como pinche autorizado,
licenciado en servilletas,
doy la siguiente receta
para el asunto tratado:
No hay más alternativa,
en trapos y batidoras,
que hacerlo a la misma hora,
lo de limpiar, pues motiva
que no se acumule nada,
que no se quede pendiente,
pues para ser diligente,
no se puede ser dejada,
que después habla la gente.
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