domingo, 22 de agosto de 2010

Mercado Andalusí y amistad en El Pópulo

Con ésta son ya doce las ediciones del Mercado Andalusí celebradas en el barrio gaditano de El Pópulo, organizado en verano por la Diputación de Cádiz, a través de a sociedad pública Ifeca. Han sido 50 puestos los instalados en las estrechas calles del barrio más antiguo de la ciudad, así como en la plaza de la Catedral, y funcionarán allí desde el viernes 20 hasta el domingo 22 de agosto a las 21,30 horas en que cerrará sus puertas.



Cuando llegamos al Pópulo el Sevilla FC y el Barcelona se jugaban la Supercopa en la televisión de los bares, pero el barrio estaba casi lleno. Entramos por la calle que bordea el Ayuntamiento, creo que es San Antonio Abad, y desde allí estuvimos ojeando los diferentes puestecillos, muy parecidos a los de años anteriores, salvo uno de quesos Payoyos, de Villaluenga del Rosario, interesante novedad. También vimos artesanía de cuero, de barro pintado a mano –de mucho colorido-, de bisutería, de perfumes, incluso de pequeñas tablas pintadas con motivos gaditanos y de cestería.



Gente por todos sitios, eso sí. Salimos a la plaza de la Catedral, donde estaban otros puestos, como el de caramelos, el de hierbas medicinales, de iconos mitológicos, y un tiovivo ecológico, que permitía pasear a los niños, funcionando con el pedaleo del responsable a modo de fuente de energía. Algunos jóvenes sentados sobre las escalinatas de la catedral trabajaban con wifi en su ordenador, ajenos a la movida. Vimos muchos carritos con niños recién nacidos y algunos "repetidos". Una vez visto casi todo, se hacía urgente la cerveza fría.

El lugar escogido, El Malagueño, que aunque tenía casi todas las mesas ocupadas, reservaba dos o tres pequeñas libres y a una de ellas fuimos. La cerveza, muy fría, mucho mejor que las tapas. La verdad es que a pesar de la mucha gente que paseaba a nuestro lado, allí se estaba muy a gusto. Al reanudar nuestra marcha empezamos a encontrarnos con amigos: intrépidos blogueros políticos, comerciantes de los mercados de abastos, miembros de las cofradías, gestores de las tiendas de comercio justo, turismo gastronómico y compañeros de trabajo. Todo el mundo estaba en El Pópulo.


Pero las verdaderas protagonistas de la noche, -al menos para nosotros- fueron las tortillas de “Mojamé!, que hacen Sebastián Pérez y su mujer, Lola Montero, que las fríen y sirven en directo, en un local que es exposición permanente de carteles de semana santa, al precio de dos por un euro. Y estaban riquísimas. Sebastián y Lola son dos personajes en El Pópulo. El primero, como organizador de salidas procesionales y formador de cantera de cargadores de pasos de cruces de Mayo desde hace años. Y ambos, porque tienen en su casa, en su salón por más señas, una imagen a tamaño natural del llamado y famoso ya Cristo de la Amistad, un Jesús Cautivo con pelo largo natural que les hizo un escultor amigo y que quisieron sacar en procesión, siendo prohibido por el obispado por “no tener papeles”. Sebastián y Lola acataron las órdenes eclesiásticas, pero a cambio solicitaron la bendición para su Cristo. Por su casa de la calle Mesón,1, son muchos los turistas y curiosos que solicitan entrar a ver al Cristo, al que suelen dejar alguna limosna. Yo he visto la imagen más de una vez tras de la ventana de la casa de esta familia, situada en planta baja. Hoy esta pareja preparó tortillitas de camarones más que ricas. Cosas de Cádiz.



(La foto es de La Voz Digital)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero.........¿Compraste o no?.
¿Que pasó con las tapas del Malagueño?, ¿Sabes si se ha solicitado la repatriación para el momión?, ¿Se ha hablado con Ramón Velázquez?, ¿Las tortillas de camarones tenían ictericia? y ¿Tenían camarones?.
Ya nos cuentas.
Besos.

Charo Barrios dijo...

Por primera vez no compré nada. Las tapas del malagueño necesitan mejorar, creo que hablaré con él del tema, hay confianza. Lo del Cristo de la Amistad sigue siendo muy frikie, pero se tiene asumido en el barrio.
Las tortillitas estaban muy amarillas, es cierto, porque no se frieron sino que se saltearon, pero estaban mejor que las de los bares cercanos, y llevaban camarones.
No sé si he respondido a todo....
¡qué paliza!

Anónimo dijo...

Gracias por tus respuestas. Me tenía preocupado el momión en la vitrina y la ausencia de camarones en las tortillas.
Ahora todo está claro......aunque te falta ir al "Enigma de 1812".