Acaba la semana, y empiezo a darme cuenta de que mantener un blog lleva su tiempo, aunque reconozco que tiene sus compensaciones.
Estos últimos días he hecho varios encargos por cuenta de comeencasa.org: he comprado una maceta de albahaca (a ver lo que me dura), he recopilado más información para celíacos,(ya publicaré), os puse una magnífica foto de la leche frita (una de las recetas invitadas, muy pronto habrá más), y compré una cámara fotográfica mejor que la que tenía en las rebajas, cámara que por cierto, detecta enseguida las manchas de mis manteles (cosas de la tecnología). En casa ya saben que antes de comenzar a comer, previamente está la “bendición fotográfica” del plato para el blog.
Por otro lado, no he olvidado que os debo recetas de postres, (ya los tengo previstos) y de tortillitas de camarones, y que me pondré en ellos en cuanto pueda.
Y ya que estoy hablando en voz alta, deciros que echo de menos más comentarios a las recetas, sobre todo, a posteriori, es decir, cuando hayáis preparado algún que otro plato, porque eso anima al bloguero, que ve que su esfuerzo ha servido para algo. Lo que más me satisface es cuando alguno de mis amigos me cuenta lo bien que sus hijos han comido con alguna de mis recetas.
Tengo varias ideas para la próxima semana, en las que espero vuestra participación. La cocina es algo muy vivo. Lástima que antes no existieran los blogs y no pudieran transmitirse todo el esfuerzo y el trabajo que significa. De eso se trata.
Estos últimos días he hecho varios encargos por cuenta de comeencasa.org: he comprado una maceta de albahaca (a ver lo que me dura), he recopilado más información para celíacos,(ya publicaré), os puse una magnífica foto de la leche frita (una de las recetas invitadas, muy pronto habrá más), y compré una cámara fotográfica mejor que la que tenía en las rebajas, cámara que por cierto, detecta enseguida las manchas de mis manteles (cosas de la tecnología). En casa ya saben que antes de comenzar a comer, previamente está la “bendición fotográfica” del plato para el blog.
Por otro lado, no he olvidado que os debo recetas de postres, (ya los tengo previstos) y de tortillitas de camarones, y que me pondré en ellos en cuanto pueda.
Y ya que estoy hablando en voz alta, deciros que echo de menos más comentarios a las recetas, sobre todo, a posteriori, es decir, cuando hayáis preparado algún que otro plato, porque eso anima al bloguero, que ve que su esfuerzo ha servido para algo. Lo que más me satisface es cuando alguno de mis amigos me cuenta lo bien que sus hijos han comido con alguna de mis recetas.
Tengo varias ideas para la próxima semana, en las que espero vuestra participación. La cocina es algo muy vivo. Lástima que antes no existieran los blogs y no pudieran transmitirse todo el esfuerzo y el trabajo que significa. De eso se trata.
1 comentario:
Yo también me he comprado unas macetitas de albahaca para plantarlas, lo malo es que cuando la corta no vuelve a crecer como el perejil y otras plantas pero al menos tenemos asegurada esta planta fresca durante el verano.
Qué gracia, en mi casa también saben que no hay plato nuevo que se pueda comer antes de ser inmortalizado.
Qué razón que tienes con lo del esfuerzo en la cocina, no está nada recompensado.
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