Hay que comer todos los días y la crisis castiga a los sectores de población más excluidos o incluidos. El Banco de Alimentos está desbordado ante el aumento de peticiones, sobre todo de productos no perecederos (legumbres, arroz, pasta, leche, etc.), que por su margen de caducidad no suelen donarse por las empresas alimentarias.
Los hipermercados Carrefour de Sevilla organizaron este fin de semana una edición más de la llamada Operación Kilo, que la firma canaliza a través de su propia Fundación, para la recogida de alimentos duraderos con destino al Banco de Alimentos de la capital. Esta campaña necesita compradores, un hipermercado adherido que apoye la acción y la colaboración inestimable de algunos voluntarios.
Estuve en la Operación Kilo, concretamente en el turno del viernes dia 15, no tanto para ayudar como para vivir en directo este tipo de iniciativas, pues los turnos estaban suficientemente cubiertos, con voluntarios de la Cofradía de la Paz (grupo joven) y de Cajasol.
La operación kilo –un proyecto ya clásico en la solidaridad alimentaria- supone atender puestos de recogida de alimentos instalados en los hipermercados –Carrefour en este caso-. Al entrar los clientes, se les facilitaba una bolsa serigrafiada con mensajes del Banco de Alimentos y de Carrefour, para introducir en ella sus donaciones, caso de decidir colaborar voluntariamente con esta campaña. Las bolsas se iban depositando tras pasar por caja en un contenedor colocado al efecto.
Hay que subrayar el total apoyo de la firma Carrefour: mesas, carteles, carretillas para el transporte, mensajes por megafonía a los clientes, etc. En la campaña, la firma comercial contribuirá donando la misma cantidad recogida. Gracias a José Antonio, Alfredo y a todos/as los vigilantes de seguridad por su profesionalidad y amabilidad.
Para mí fue toda una experiencia esta operación: buena acogida de los compradores al ser informados de la campaña, afluencia de visitantes de muchas nacionalidades, -un niño chino que iba acompañado de su familia se adelantó para entregarnos la bolsa-, y gran participación de los compradores.
Por otro lado, hay que contar las conclusiones: suele dar más quien menos parece tener. Y en cuanto a los voluntarios, resaltar la generosidad de la aportación de su tiempo. Una voluntaria, enferma de fibromialgia y otra, con dos ancianas en casa a su cargo. Pero también el entusiasta grupo de chicos y chicas del grupo joven de la Cofradía, que añadieron vitalidad y entusiasmo a la iniciativa, regalando una tarde a la Operación Kilo, en lugar de dedicarla a la siesta o al twenty. Con todos ellos, la vida tiene otro sentido.
Fueron un total de 1860 kilos recogidos entre medio viernes y sábado completo en el centro comercial, que presumiblemente se convertirán en el doble, para ser donados al Banco de Alimentos de Sevilla, con los que se podrá atender necesidades básicas de comedores sociales, residencias de ancianos, centros de toxicómanos, etc. La Operación Kilo nos hizo a todos un poco más humanos.
Los hipermercados Carrefour de Sevilla organizaron este fin de semana una edición más de la llamada Operación Kilo, que la firma canaliza a través de su propia Fundación, para la recogida de alimentos duraderos con destino al Banco de Alimentos de la capital. Esta campaña necesita compradores, un hipermercado adherido que apoye la acción y la colaboración inestimable de algunos voluntarios.
Estuve en la Operación Kilo, concretamente en el turno del viernes dia 15, no tanto para ayudar como para vivir en directo este tipo de iniciativas, pues los turnos estaban suficientemente cubiertos, con voluntarios de la Cofradía de la Paz (grupo joven) y de Cajasol.
La operación kilo –un proyecto ya clásico en la solidaridad alimentaria- supone atender puestos de recogida de alimentos instalados en los hipermercados –Carrefour en este caso-. Al entrar los clientes, se les facilitaba una bolsa serigrafiada con mensajes del Banco de Alimentos y de Carrefour, para introducir en ella sus donaciones, caso de decidir colaborar voluntariamente con esta campaña. Las bolsas se iban depositando tras pasar por caja en un contenedor colocado al efecto.
Hay que subrayar el total apoyo de la firma Carrefour: mesas, carteles, carretillas para el transporte, mensajes por megafonía a los clientes, etc. En la campaña, la firma comercial contribuirá donando la misma cantidad recogida. Gracias a José Antonio, Alfredo y a todos/as los vigilantes de seguridad por su profesionalidad y amabilidad.
Para mí fue toda una experiencia esta operación: buena acogida de los compradores al ser informados de la campaña, afluencia de visitantes de muchas nacionalidades, -un niño chino que iba acompañado de su familia se adelantó para entregarnos la bolsa-, y gran participación de los compradores.
Por otro lado, hay que contar las conclusiones: suele dar más quien menos parece tener. Y en cuanto a los voluntarios, resaltar la generosidad de la aportación de su tiempo. Una voluntaria, enferma de fibromialgia y otra, con dos ancianas en casa a su cargo. Pero también el entusiasta grupo de chicos y chicas del grupo joven de la Cofradía, que añadieron vitalidad y entusiasmo a la iniciativa, regalando una tarde a la Operación Kilo, en lugar de dedicarla a la siesta o al twenty. Con todos ellos, la vida tiene otro sentido.
Fueron un total de 1860 kilos recogidos entre medio viernes y sábado completo en el centro comercial, que presumiblemente se convertirán en el doble, para ser donados al Banco de Alimentos de Sevilla, con los que se podrá atender necesidades básicas de comedores sociales, residencias de ancianos, centros de toxicómanos, etc. La Operación Kilo nos hizo a todos un poco más humanos.
2 comentarios:
es una iniciativa fantastica. Aqui, que yo sepa no hay ni comedores sociales.
Aqui en mi ciudad la suelen hacer en la parroquia donde vamos a oir misa, la verdad que no cuesta mucho, sabiendo cuantas personas hay que no tienen nada para comer, un abrazo.SEFA
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