Diego Solano, (a la izquierda de la foto), trabaja como terapeuta especializado en trastornos de la conducta alimentaria en el Centro ABB, y es también responsable del nuevo blog, de la Fundación ABB, 1 espejo 1000ventanas. Durante unas jornadas celebradas en la Fundación IDEHS, habló de los factores epidemiológicos, con una prevalencia para la anorexia nerviosa situada entre el 0,5-1% y para la bulimia nerviosa del 1-3% y del 3% de los Trastornos de la Conducta Alimentarias (TCA).
En estos trastornos alimentarios, hay un problema con la comida, pero en un mundo emocional: conducta emocional, crisis de la adolescencia…. Hay personas que no se adaptan bien al cambio y ese es el trastorno alimentario: buscan la solución a los conflictos emocionales en el cuerpo, para sentirse mejor con ellos mismos. Por eso no debemos quedarnos con la parte superficial del trastorno. Son a): trastornos sicológicos, b)con repercusión médica y c)que necesitan tratamiento nutricional.
El enfermo realiza un mal manejo de su alimentación por sus relaciones sociales y sus emociones….por ejemplo, paciente de 14 años que suspende una asignatura y entonces salta la chispa, pero la familia es un mantenedor del síntoma por efectos de la incomunicación. El tratamiento se hace en consulta, y vienen por la fuerza, con ansiedad.
Hay siempre un deseo de aceptación por el cuerpo, de conseguir controlar sus emociones a través del cuerpo, que gratifica: restricciones alimentarias, estado placentero y sensación de control. La ansiedad está controlada con el café, y control es felicidad para el paciente. No obstante, con el tiempo, el manejo de la ansiedad es cada vez más complicado.
Pero al mismo tiempo, la restricción alimentaria es privación de energía, y más ansiedad. Por ello, se lleva a la ruptura de la restricción, al “atracón”, con pánico al sobrepeso, purgas, más ansiedad, deseo de aceptación del cuerpo y de nuevo a la restricción alimentaria. Todo esto es una cárcel en dependencia de factores etiológicos, HAY QUE ROMPER ESE CÍRCULO.
Lo primero, es no pagar los conflictos con la comida…. Hay que controlar. Los trastornos, que son de origen sicosomático. Los estratos de TCA son de tipo vivencial, emocional, cognitivo y sintomático, factores que predisponen. Se trabaja en el contexto familiar, pero es muy complicado. Los pacientes son personas de mucho éxito, muy exigentes y con gran capacidad de esfuerzo. Pero esto les desborda, no pueden. La familia nos va a ayudar. La autoestima está muy deteriorada y aparece el estado emocional, sus vínculos no son fuertes. Es preciso pues un abordaje multidisciplinar: tratamiento médico, psiquiátrico, psicológico, educativo, ambiental y familiar (tratamiento interdisciplinario).
ANTE UN CASO DE TCA ES NECESARIO: Ver signos de detección precoz (1-2 años de evolución, así es más fácil). Recoger información. Hablar directamente con paciente (con actitud conciliadora y de confianza). No centrarse en comida y peso. Informar a la familia. Dirigirse al Servicio especializado.
Y EVITAR: Negar problema.Engañar al paciente.Acentuar en peso y comida.Paternalismo o broncas. La manipulación. Desautorizar a la familia y acciones terapéuticas insuficientes o parciales. (Como poner una dieta, dar algo para la amenorrea, dar medicación sin más, tratar síntoma aislado….)
3 comentarios:
Buena información, Charo. Y útil. Gracias.
Hola Manuel, me alegro de verte por aquí.
Gracias, Charo. Apoyo la idea fundamental: Ante la duda buscar ayuda profesional.
Un besote
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