sábado, 5 de junio de 2010

Tugasa, nueve sabores en nueve hoteles

Nueve artistas han salido de la cocina solo para presentarnos lo que han creado y piensan tener preparado cuando visitemos sus restaurantes; cada uno en un hotel de la provincia de Cádiz, gestionados por Tugasa (Turismo Gaditano, S.A.), y todos con el encanto de lo cercano, lo acogedor. Hoy los nueve han trabajado en la cocina del Hotel Convento de San Francisco, en Vejer de la Frontera, para dar a conocer la nueva carta de primavera-verano, poniendo así en valor la marca de su propia cocina; están dispuestos a todo. Buenos tiempos para la gastronomía gaditana.

Empecemos cuanto antes: Carpaccio de presa ibérica al aceite de trufas blancas con parmesano. Cocinero: Francisco Ruiz, Restaurante Cabeza de Toro, Medina Sidonia. Buen comienzo.



Carpaccio de lomo de atún de almadraba al aceite de eneldo. Cocinero; José Antonio Miralles, Restaurante El Refectorio, Vejer de la Frontera, sede de la presentación de hoy). Honores al atún. El mismo cocinero elaboró un excelente Salmorejo de remolacha con crujiente de pistachos. (La remolacha de la zona, claro)



Más: Berenjenas rebozadas con miel de caña. Cocinera: Manoli León. Restaurante El Peñón de Zahara, de Zahara de la Sierra. Lleva cerveza rubia y claras de huevo montadas. La verdura en su punto, las berenjenas suaves y el rebozado delicado, la miel puso el resto.



Ensalada de pimientos asados con atún mechado y perfumada con orégano y sal maldon. Cocinero: Antonio Bueno. Restaurante Villa de Algar, Algar. Un plato sencillo pero imprescindible en el lugar. El punto dulce, agradable.



Revuelto de cochinillo ibérico lechal asado al horno. Cocinero: Francisco Ruiz, Restaurante Cabeza de Toro, Medina-Sidonia. A mí, nada carnicera, me sedujo este revuelto, lo confieso.



Tournedo Rossini al estilo Chef, Cocinero: Sthephen Jameson, Restaurante El Aljibe, Castellar de la Frontera. Un plato ciertamente cosmopolita, como el cocinero.



Lomitos de venado en salsa verde. Cocinera: Remedios Carreño, Restaurante Las Murallas, Olvera. Y me voy aficionando a la carne….



Sopa fresca de fruta de temporada con helado. Cocinero José Antonio Miralles, Restaurante El Refectorio, Vejer de la Frontera. Magnífica propuesta, en esta ocasión con mangos, lo que había en el mercado, consiguiendo sacarle gran provecho.



Carne de membrillo con queso fresco de Villaluenga. Cocinero: Julio Fernández, restaurante Los llanos, Villaluenga del Rosario. Este pequeño pueblo quesero de 500 habitantes, siempre está en las conversaciones.



Crepes de frutas del Bosque. Cocinero: Antonio González, Restaurante Las Truchas, El Bosque. Masa cremosa, bien elaborada, genial.



Sopa fría de chocolate con crujiente de plátano. Cocinera: Laura Guzmán, Restaurante El Almendral, Setenil de las Bodegas. La gran sorpresa del día, la recomiendo.



Y quedan los vinos: Blanco de Bodegas Entrechuelos cosecha 2008 (100% Chardonnay, de Jerez de la Frontera), Tinto Tabernet Crianza, cosecha 2006, (Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, de Arcos de la Frontera; y Tinto Dulce (habéis leído bien, es una primicia), Bodegas Regantío, Cosecha 2009, uva 100% Syrah, de Arcos de la Frontera (las botellas han llegado sin etiqueta, en riguroso estreno).



Después de esta experiencia, está claro que estos pequeños hoteles de la provincia de Cádiz, tendrán un aliciente más, el de la gastronomía autóctona y de vanguardia, que hará que merezca la pena visitarlos. Detrás de esta cocina hay todo un gran trabajo de imaginación, esfuerzo y sostenibilidad.

Más información en el Blog Gastronómico TUBAL.

2 comentarios:

Manuel Casal dijo...

Pongámonos por un momento en el lugar del cocinero. No consideremos la comida, sino la gastronomía. No miremos la mesa, sino la cocina. Si es posible, no dejemos entrar al negocio, sino al ser humano que trabaja. ¿Hay algo más noble, más humano, que un cocinero cabal? Si el sentirse bien con uno mismo viene por la práctica de la creatividad, él se siente útil y a gusto creando. Si la generosidad forma parte de la esencia del ser humano bueno, él es especialmente humano porque cocina para los demás. Si la felicidad de los otros es, al menos, tan importante como la propia, él es feliz porque genera felicidad. Si la bondad aparece cuando se trabaja con cariño, él crea lo bueno y se hace bueno siendo cariñoso. Si cocinar es necesario para vivir, él crea la vida buena cocinando bien.

Brindemos por todos los cocineros y cocineras de los que habla Charo en este post, porque, por lo que leo y por su imaginación, por su esfuerzo y por la sostenibilidad que defienden, merecen nuestro reconocimiento.

Charo Barrios dijo...

Gracias Manuel. En esta presentación se puso de manifiesto lo que se llaama "involucrarse" todos a la vez, para sacar adelante una idea, un proyecto.
Pero vamos, con tu comentario has sentado cátedra. Gracias de nuevo.