Como soy tan cañí, me encanta comprar los productos propios de la temporada. Concretamente, por hacerme a la idea de este otoño tardío, pedí en el mercado una bolsa de castañas. También llevé nueces, pero éstas al parecer no tenían tanto pedigrí como sus compañeras.
Las castañas que adquirí eran de la variedad de “El Niño”, procedentes de la sierra de Cádiz. Por aquí están consideradas como el “pata negra” de las castañas. Y es evidente que son de muy buena calidad y que se pelan con mucha facilidad. Las localidades de Grazalema y Ronda, relativamente cercanas al mar, producen unas castañas fáciles de mondar, lo que las hace muy apreciadas.
Pero también es cierto que no podemos dejar de citar el potencial castañero de Huelva. Muchos lectores choqueros se me podrían molestar y con razón. Según mi asesor Chamorro, la provincia onubense produce tal cantidad de castañas que por lógica da lugar a la mayor proporción de castañas de una excelente calidad.
Galaroza, Castaño de Robledo, Corteconcepción (menor cosecha pero mejores), son algunas de las poblaciones productoras de castañas. Concretamente en el margen del Ríofrío florecen castaños centenarios (El arroyo de Riofrío llega al término de Cumbres Mayores, sirviendo su cauce de límite entre Cumbres Mayores y Encinasola durante unos 800 metros).
Comenta Chamorro que durante siglos hemos sido tacaños con la naturaleza, pues hemos plantado árboles con las semillas más baratas, con tal de aprovechar el terreno y obtener más beneficio. Es decir, castaños y encinas se han plantado al azar, sin una previa selección.
Las castañas en sus diferentes preparaciones son un producto ideal para consumir las tardes de otoño. Seguro que a todos nos traen recuerdos. ¿O no?
6 comentarios:
Las castañas son mi debilidad despues de las pipas, pero solo asadas. Crudas no me gustan nada, hasta me dan asco, y cocinadas en potajes varios me da arcadas directamente. Pero asadas... ¡ay, asadas!!! A ver si ucando llegue en diciembre aun encuentro alguna!!
Alguna veces para quitarme el mono las hago una incisión y las meto en el microondas. No están tan buenas como asadas pero calentitas en los dias frios de invierno sientan de maravilla. Dmomblona
Sí, las castañas de El Niño son realmente ricas.
Pero a mí me pasa como a Candelita, que me gustan asadas. Bueno, más que me gustan... ¡me encantan!
Caramba!, veo que las castañas son algo familiar para todos.... ¡qué bien!
Bueno, yo solo he contado un poco sobre ellas...
Las castañas:
Pasear en los atardeceres de otoño, próxima la navidad, sobre miles de hojas de castaños, en la sierra de Huelva, mis niños aún pequeñitos, en un paisaje mágico, casi irreal...
Las castañas:
Comprar castañas asadas, una tarde noche cualquiera de invierno, y que se calienten las manos, y llevarle a mi madre un paquetito, que le gustan mucho...
Las castañas:
Aquel cuento inolvidable de mi infancia,escrito y dibujado por Juan Ferrándiz, en el cual Mariuca la castañera, vendía castañas y boniatos, y los regalaba a los pobres que no tenían con qué pagar, aun siendo ella igual de pobre....
Las castañas, parte de mi vida...
El ayuntamiento, excelentísimo, lo convocó a una hora más o menos convenida. Puso escaparates de bufandas ligeras y ropas de mangas largas. Agitó a los árboles de más confianza y consiguió una alfombra de hojas para que el viento culminara el modelo para los pintores.
Pero no lo consiguió.
Sólo el más viejo de los concejales hizo un par de conjuros y, con los puestos de castañas haciendo señales de humo, llegó, por fin, el otoño.
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