Francisco Manuel Brenes Canto es un profesional de la cocina, con 20 años de experiencia. Vive en San Fernando (Cádiz) dónde su Ayuntamiento, a través de la Fundación Municipal de la Mujer le propuso impartir en el pasado mes de marzo unos cursos de “Cocina Básica y Saludable para hombres”. Francisco no lo dudó un momento.
Nuestro Chef profesor tenía ya cierta experiencia como docente gastronómico. En esta ocasión, se enfrentaba a un grupo de unos 20 personas, todos hombres, en un curso de cocina de 15 días de duración, de lunes a viernes. El perfil: hombre de 35-50 años en su mayoría, pero también entre ellos algún chaval de 17-18 años. El estado civil de los alumnos al cincuenta por ciento casados y separados.
El curso comenzó pasando revista a la manipulación de los alimentos en la cocina, así como a la familiarización con la maquinaria (cacharros, vamos) y las técnicas correspondientes en los cortes. Las clases comenzaron con los guisos básicos, fríos y calientes, de carnes, pescados y huevos.
Y a pesar del bagaje didáctico de Francisco, reconoce que fue de los mejores cursos de cocina que ha vivido, dado el interés de los aspirantes a cocineros, deseosos por entrar en faena con peroles y cacerolas, y haciendo preguntas constantemente al profesor sobre multitud de dudas. Los hombres –cuando quieren, claro- se toman muy en serio esto de la cocina.
Cuento esto como noticia muy positiva en el sentido de que es bueno que el hombre vaya adoptando roles de cocinero de diario, pues hasta ahora solo lo he estado escuchando presumir de sus paellas domingueras. La cocina es algo objeto de constancia y esfuerzo continuado, unido a una gran responsabilidad dentro de la familiar y a veces poco valorada y recompensada. Por eso, si los hombres se van incorporando a la labor diaria en los fogones, con todas sus consecuencias, estamos sin duda progresando adecuadamente en la distribución de tareas domésticas.
Gracias, Francisco, por dedicarnos unos minutos y ¡mucha suerte!. Y enhorabuena al Ayuntamiento de San Fernando, concretamente a la responsable de Igualdad, Maria Isabel Higueras, por organizar cursos formativos como éste que ayudan a equilibrar la vida familiar.
(Las fotos están tomadas -con previo aviso- de la página del Ayuntamiento de San Fernando).
Nuestro Chef profesor tenía ya cierta experiencia como docente gastronómico. En esta ocasión, se enfrentaba a un grupo de unos 20 personas, todos hombres, en un curso de cocina de 15 días de duración, de lunes a viernes. El perfil: hombre de 35-50 años en su mayoría, pero también entre ellos algún chaval de 17-18 años. El estado civil de los alumnos al cincuenta por ciento casados y separados.
El curso comenzó pasando revista a la manipulación de los alimentos en la cocina, así como a la familiarización con la maquinaria (cacharros, vamos) y las técnicas correspondientes en los cortes. Las clases comenzaron con los guisos básicos, fríos y calientes, de carnes, pescados y huevos.
Y a pesar del bagaje didáctico de Francisco, reconoce que fue de los mejores cursos de cocina que ha vivido, dado el interés de los aspirantes a cocineros, deseosos por entrar en faena con peroles y cacerolas, y haciendo preguntas constantemente al profesor sobre multitud de dudas. Los hombres –cuando quieren, claro- se toman muy en serio esto de la cocina.
Cuento esto como noticia muy positiva en el sentido de que es bueno que el hombre vaya adoptando roles de cocinero de diario, pues hasta ahora solo lo he estado escuchando presumir de sus paellas domingueras. La cocina es algo objeto de constancia y esfuerzo continuado, unido a una gran responsabilidad dentro de la familiar y a veces poco valorada y recompensada. Por eso, si los hombres se van incorporando a la labor diaria en los fogones, con todas sus consecuencias, estamos sin duda progresando adecuadamente en la distribución de tareas domésticas.
Gracias, Francisco, por dedicarnos unos minutos y ¡mucha suerte!. Y enhorabuena al Ayuntamiento de San Fernando, concretamente a la responsable de Igualdad, Maria Isabel Higueras, por organizar cursos formativos como éste que ayudan a equilibrar la vida familiar.
(Las fotos están tomadas -con previo aviso- de la página del Ayuntamiento de San Fernando).
1 comentario:
Es una pena que tengamos que tener estos cursos por separado, pero voy notando que se van intengrando y eso si que es estupendo :)
Aqui te pongo algo que me pasaron del curso:
CURSO PARA HOMBRES.
PREPARAR UNA BUENA BARBACOA.
(Nivel de dificultad:3)
Una vez que un hombre se ha decidido a hacer una barbacoa,
hay una serie de acciones encadenadas que se ponen en marcha....
1) La mujer compra la comida.
2) La mujer hace la ensalada, prepara la verdura y el postre.
junto con los utensilios necesarios y la lleva al exterior,
donde el hombre ya se encuentra sentado ante la barbacoa con una cerveza
en la mano.
3) La mujer prepara la carne para la barbacoa, la pone en una bandeja
Ahora, el punto culminante de la actividad.
4) EL HOMBRE PONE LA CARNE EN LA PARRILLA DE LA BARBACOA.
5) Siguen más actividades rutinarias: la mujer lleva los
platos y cubiertos al exterior.
6) La mujer informa al hombre de que la carne se está quemando.
7) Él le agradece esta información vital, y aprovecha para
pedirle otra cervecita mientras se ocupa de la emergencia.
Y ahora.... ¡¡¡¡¡otro momento culminante!!!!!
8 ) EL HOMBRE RETIRA LA CARNE DE LA BARBACOA Y SE LA DA A LA MUJER.
9) Más trabajos rutinarios: la mujer coloca los platos,
la ensalada, el pan, los cubiertos, las servilletas y las salsas y lleva todo a la mesa.
10) Después de la comida, la mujer quita la mesa, friega
los platos y .. ¡¡¡otro momento importante!!! :
11) TODOS FELICITAN AL HOMBRE POR SUS DOTES CULINARIAS Y
LE AGRADECEN LA ESPLENDIDA COMIDA.
12) El hombre pregunta a su mujer qué le ha parecido el no tener que cocinar. Cuando ve que ella se mosquea, llega a la conclusión
de que no hay manera de entender a las mujeres.
La vida misma........:(
Un saludo ;))
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