domingo, 24 de enero de 2010

Salinas Biomaris, Isla Cristina


“La Sal es protectora y portadora de buena suerte”


Creo que ya dije que soy una apasionada de las sales naturales, las obtenidas en salinas, por procesos artesanales y sostenibles como se dice ahora. Aunque casi toda la sal que utilizo procede de la salina San Vicente, en San Fernando (Cádiz), me gusta probar otras sales similares que encuentro en tiendas, ferias gastronómicas, etc.; también me han traído alguna que otra sal exótica, poco conocida por aquí. Poco a poco voy a ir contando algo sobre estas sales.

En octubre de 2008, en la I Feria de Gastronomía de Huelva (que ya este año no se ha repetido, supongo que por la crisis), visitamos el stand de Salinas Biomaris, situada en Isla Cristina (Huelva). Nos atendió una de sus propietarias, Rosario Gómez Santana. Voy a resumir lo que dice el folleto publicitario que me traje de allí, pues aún no tienen página web.


Sal marina natural: Extraída con un roll de madera. El proceso de lavado se realiza con un vaivén dentro de la pila, con la misma herramienta que se extrae, sacándola blanca y brillante. Sin ningún tratamiento posterior, sí controles de calidad durante los cuatro meses siguientes; no tiene metales pesados, ni residuos o pesticidas. Al no tener proceso de lavado externo conserva minerales y oligoelementos presentes en el agua del mar (sodio, magnesio, yodo, hierro, calcio, flúor, etc.). Es ideal para pescados a la sal.

Sal marina natural molida: Similar a la anterior, aunque se muele pasándola por un molinillo. Se deja secar dentro del almacén antes de envasarla. Proceso controlado a mano. Uso de cocina. Nunca pondrá el alimento amargo.


Flor de Sal: formada en la superficie de las pilas, es suave, crujiente, baja en cloruro sódico, pero mantiene el magnesio, flúor, calcio, hierro, potasio. Su extracción se hace con un colador de gran tamaño, sin tocar el fondo en ningún momento. Se introduce en una caja perforada para facilitar el secado. Se pone directamente sobre el alimento en el momento de consumirlo (carnes, pescados o ensaladas), potenciando el sabor del alimento. Puede mezclarse con hierbas o especias (rosas, jengibre, romero, orégano, tomillo, musgo de Irlanda, etc.)

Y como sal de baño, ofrece un gran beneficio por contener minerales necesarios para la piel. La Sal de Baño de Salina Biomaris no lleva tratamiento ni colorante ni perfume. Facilita la eliminación de toxinas del organismo, ayuda a paliar problemas como soriasis, eccemas, etc. Mezclada con hidrolatos de rosa o hidrolatos de romero, estimulan la circulación y alivia los dolores musculares y articulares.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también me ha aficionado a la sal desde que descubrí (gracias tu Blog) la importancia de utilizar una u otra en la elaboración de los platos. Ahora utilizo tres tipos, la fina, la gruesa y la de escamas y merece la pena. Dmomblona.