Ingredientes: 1 pechuga de pollo por persona (a ser posible de corral), 50 g de jamón serrano ibérico en lonchas, medio vaso de vino blanco, aceite de oliva virgen extra, medio envase de nata líquida, sal y pimienta.
Las pechugas no hay que abrirlas, se limpian de grasa enteras y se salpimentan. Las lonchas de jamón se abren en tiritas alargadas. Con la ayuda de un cuchillo y luego empujando con el dedo, se introducen estas tiritas en cada pechuga (4-5 tiritas en cada pechuga), de modo que no se salgan fácilmente.
En una sartén con muy poco aceite, se doran las pechugas. Cuando estén, se apaga el fuego y entonces se le añade el medio vasito de vino y se deja evaporar el alcohol.
En una sartén con muy poco aceite, se doran las pechugas. Cuando estén, se apaga el fuego y entonces se le añade el medio vasito de vino y se deja evaporar el alcohol.
En una fuente de horno se colocan las pechugas con la nata líquida (no demasiada), se aprietan y se les cubre con papel de aluminio. Y al horno, a fuego medio, pinchando de vez en cuando, unos quince-veinte minutos.
Las pechugas están muy muy ricas, pero al día siguiente, calentándolas al microondas, siguen estando estupendas. No olvidéis que la calidad del jamón lo es todo en este plato.
Gracias Ángela.
2 comentarios:
Me encanta, mi madre las hace, están deliciosas :)
Un beso.
¡¡Qué rico!! A mí me encanta el pollo en todas sus formas. Y las pechugas rellenas están muy buenas, así que probaré a hacerlas de esta manera. Gracias a Ángela y a ti, Charo.
Belén.
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