Como heredera de la muestra “Sevilla son sus pueblos”, la Diputación provincial hispalense ha organizado en el patio de su sede institucional la I Feria de la Gastronomía y la Artesanía de la provincia, evento que comenzó el viernes 11 de diciembre y ha cerrado sus puertas hoy domingo 20. Un total de 90 empresas de la provincia participaron en la Feria.
Los puestos, clasificados según su actividad, albergaban firmas de chacina propia de la provincia, de pastelería, panaderías artesanas, productos ecológicos, destacando el stand de Inés Rosales, que celebra sus cien años, y los de vinos y mostos del Aljarafe. La oferta se completaba con artículos de artesanía: mantones bordados, bisutería, botas camperas, bolsos, etc.
Desde el sábado 12, al cuarto de hora de abrir sus puertas, ya había media entrada en el patio, cubierto con una magnífica carpa. La planta se distribuía en dos partes bien diferenciadas. De un lado estaban dispuestos los diferentes stands de la muestra, y en la otra mitad del patio se levantaba un escenario para las diferentes actuaciones previstas, y a un lado del mismo, sobre una tarima, un mostrador de cocina, permitiría elaboraciones en directo.
Los puestos, clasificados según su actividad, albergaban firmas de chacina propia de la provincia, de pastelería, panaderías artesanas, productos ecológicos, destacando el stand de Inés Rosales, que celebra sus cien años, y los de vinos y mostos del Aljarafe. La oferta se completaba con artículos de artesanía: mantones bordados, bisutería, botas camperas, bolsos, etc.
Concretamente el primer sábado estuvo dedicado a los roscos de reyes. Laura Robles, de la pastelería La Quenelle dirigió la preparación de estos productos navideños, a la par que daba indicaciones sobre cómo hacerlo: harina de trigo, levadura de fuerza, agua de azahar, cabello de ángel, naranja, almendra, pintado de huevo, y la fruta escarchada, que son las piedras preciosas de los Reyes, y la sal al final. Con o sin relleno. Cuidar la temperatura de los ingredientes, y no acortar el tiempo de fermentación de la masa, hecha a mano, ojo a los azúcares…Una pantalla gigante mostraba los detalles al público allí sentado. Al final, la degustación, con buena nota.
Por otro lado, la Asociación Sevillana de Industrias Cárnicas impartió en la Feria Seminarios sobre el corte y degustación del jamón ibérico. También se organizaron talleres de pastelería para celíacos.
La Feria finalizó con una degustación de papas con chocos al mediodía. En ella han participado 14 municipios de la provincia, y diversos grupos musicales actuaron en su escenario. Se ha reunido lo mejor de la gastronomía sevillana. La artesanía ya la conocíamos. Y la innovación ha estado representada por el renacer de la pastelería artesana, cada vez más frecuente en el mercado, así como los productos ecológicos, cada vez más extendidos. Como la empresa Yemaya, de La Puebla de Cazalla, cuyos productos pueden encontrarse en tiendas del centro de Sevilla.
Por nuestra parte, además de elogiar la espléndida instalación realizada por la Diputación de Sevilla, tenemos que contar que compramos pan artesano (molletes varios), naranjas de zumo ecológicas, y una tortilla de verduras artesana que estaba riquísima. Pastelería artesana y materia prima ecológica son las claves de esta cita gastronómica sevillana, bien planteada y bien resuelta, en una provincia que ama profundamente lo dulce.
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