domingo, 15 de febrero de 2009

Alegría en los mercados de abastos

Este sábado pasado la plaza estaba que daba gusto. Empiezan a llegar las frutas de temporada, con unos colores llamativos. Parece que quisieran quitarnos la tristeza invernal. Y además, siempre hay algo nuevo, bien por el origen, o bien por su estreno. Por eso conviene preguntar al frutero/a de dónde viene cada cosa, porque aparte de informarnos, podemos comparar calidades y sabores.

Ya han llegado las fresas de Huelva, las mejores para mi gusto (sobre todo las de Palos). Siguen las naranjas clementinas, de fácil pelar y sabor dulce, venidas de la provincia de Sevilla. Los guisantes naturales están en su mejor momento. Yo los voy congelando en lotes de cuarto kilo, una vez pelados, y les saco muchísimo partido. También están a la venta las picotas (cerezas), -en este caso de Chile, aceptables- algunas ciruelas y los mangos, fruta tropical que necesita estar en su punto.

Y como curiosidad, he encontrado y comprado, plátanos de Canarias, pero procedentes de cultivo ecológico. El plátano, a pesar de tener más calorías que el resto de la fruta, goza de muchas propiedades. Incluso en el desayuno viene estupendamente. Y esta variedad ecológica me ha gustado, tiene un sabor más suave que el tradicional.

Y para rematar, la pescadería de Paco Pepe, –en la que yo compro concretamente- tenía de todo: doradas, gallo (pez San Pedro), huevas (magníficas), chocos de la bahía (auténticos), excelentes calamares, unas pescadas estupendas, y corvina de Conil. Aparte de hacer la compra, los mercados y concretamente los puestos de pescado se están convirtiendo en unos foros privilegiados para traficar (nunca mejor dicho) con información gastronómica, que luego complementa internet.

Recetas, productos, elaboraciones, opiniones, dudas y comentarios se dan cita entre clientes cada vez más interesados en cocinar bien y mejor cada día. Hoy he tenido el gusto de conocer, también comprando, a Maite Córdoba, gerente del gaditano restaurante El Faro, con la que he departido sobre el arroz caldoso de mariscos: una suerte, porque este establecimiento, auténtico icono gastronómico dentro y fuera de nuestras fronteras, lo prepara de manera exquisita. Doy fe de ello.
Mercados de abastos llenos de vida, por sus mercancías y por quienes los visitan, pero también con variedad de precios para elegir. Tengo que reconocer que la incorporación del hombre a la compra semanal –sobre todo en sitios tan auténticos como éste-, está enriqueciendo el intercambio gastronómico, pues a ellos cada día les gusta más la cocina. La alegría de los carritos de la compra de este sábado parece disimular la grave crisis económica que tenemos encima. Mejor así.

7 comentarios:

Manuel Casal dijo...

Qué bueno es poder hacer lo que hay que hacer, pero gozando. Siempre me ha parecido que ir a hacer la compra a la plaza, al mercado, es una de las actividades más gratificantes. Los colores, los olores, la disposición de los productos, la gente. Sólo hace falta un poco de actitud receptiva y positiva para no ir a la carrera y para ir gozando a la vez que vas comprando lo que necesitas. Lo que no es gratificante es ir de puntillas por la vida, sin que dejes que te entre la parte espectacular que la vida tiene. Hubo un tipo de educación que nos quiso matar los sentidos, que nos hizo creer que el placer era malo. Qué pernicioso fue eso. Intentaron matarnos la alegría. Seguro que el sábado pasado volviste de la plaza alegre. Y viva.

Manuel Casal dijo...

Es curioso. Después de escribir el comentario anterior, en el que he llegado a la alegría como el gran valor, me he dado cuenta de que tu post se llamaba 'Alegría en los mercados de abastos'. Creo que lo que ha pasado es que tu escrito transmite alegría y que yo la he captado.
Tendré que leerme bien los títulos.

Anónimo dijo...

Cuando tengo la oportunidad de ir a mi querida tierra, uno de mis mayores placeres es ir al mercado de abastos, ahora en una carpa de forma temporal por las obras de acondicionamiento del antiguo edificio. Aunque me hospedo en hotel y no tengo la oportunidad de poder cocinar, el paseo sobre todo por la zona del "pescao" es obligatorio dia si y dia tambien como tampoco me puedo resistir a un cafelito en la Marina con los consabidos churros gaditanos( los mejores del mundo). El sabor de un mercado de abastos, no lo tienen las grandes superficies mucho más desangeladas y aunque se imponen sobre todo en las grandes cuidades para mi gusto nunca tendrán el encanto de hacer la compra en un mercado de los de toda la vida.
Dmomblona.

Anónimo dijo...

He leido con mucho gusto tu post sobre la "alegria en los mercados de abastos " con la esperanza de que dieses algun dato sobre el de Cadiz que no se si continua en obras , por favor serias tan amable de contarme algo ?soy una gaditana que se muere de gans cada año por que llegue el verano para poder pasar ahi un mes,y leo con entusiasmo tu blog en el que me entero de muchas cosas de mi tierra ,te lo agradezco mucho y quiero que sepas que a mi me haces muy feliz ,desde Madrid ,te sigo a diario

Anónimo dijo...

Para el anónimo, he de decirte que yo tambien sufro en Madrid la nostalgia de mi Cai y lo que puedo decirte referente al mercado, es que la última vez que estuve que fue poco antes de Navidad, mi prima que tiene un puesto de frutas me comento que estaría para el verano asi que todavía les queda un poquito para volver a la normalidad.
Dmomblona.

Charo Barrios dijo...

Pues cada vez que voy por el mercado provisional, pregunto por la fecha de reapertura del edificio antiguo, que ya va muy adelantado. Y todos coinciden en que será para junio, es decir, que se podrá celebrar allí la próxima fiesta de Tosantos.
Ya contaré. Gracias por seguirme, es un honor.

Anónimo dijo...

!!!!!!Guau !!!! Que gustazo tan grande ver la respuesta a mi pregunta sobre la apertura del mercado , GRACIAS, soy una incondicional