viernes, 19 de febrero de 2010

Sobre dietas milagro

Mi amiga Luisa María Muñoz Salvador me ha ido enviando algunos artículos muy interesantes sobre cuestiones relacionadas con la nutrición. María Luisa es dietista y presidenta de la Asociación de Dietistas de Extremadura y no es la primera vez que publico artículos de ella. Aquí va su interesante trabajo sobre la base de las dietas.



Partiremos de la base de que para perder peso es necesario gastar más energía de la que ingerimos y esto se puede hacer restringiendo la aportación calórica o incrementando el ejercicio físico; o lo mejor de todo, haciendo las dos cosas.

Lo primero que tiene que hacer un buen dietista es calcular el GET, o lo que es lo mismo, el gasto energético total de la persona que tiene que perder peso; para ello tiene que calcular el GEB, que es el gasto energético basal ( la cantidad de energía que consume el organismo en reposo y a ello sumarle el FA (factor de actividad física ) y el efecto dinámico específico de los alimentos ( consiste en la energía en forma de kcal que necesita el organismo para efectuar la digestión). Todo esto contando que sea una persona sana, porque si está enferma tendría que añadir un factor de corrección por enfermedad.

Una vez que tenemos todos lo cálculos sabremos cuantas kcals necesita el organismo de esa persona para “funcionar” y a partir de ahí, haremos una restricción calórica de aproximadamente 500 kcal diarias; teniendo en cuenta que lo que queremos es una pérdida paulatina y constante de peso sin arriesgar la salud del paciente.

Aquí viene la disparidad de criterios… ¿qué dieta es la mejor? Una dieta hiperproteica como la De Atkins o una que evita la mezcla de determinados macronutrientes como la de Montignac? O una dieta equilibrada que tenga un 55% de hidratos de carbono, 15% de proteinas y un 25% de grasas (sobretodo procedentes del aceite de oliva)? Yo creo que lo mejor y más sano es la última y explico porqué:

La dieta de Montignac consiste básicamente en controlar qué tipo de hidratos de carbono se consumen según el índice glucémico de los mismos, que es la cantidad de glucosa o azúcar absorbida hasta llegar al torrente sanguineo tras consumir un alimento hicrocarbonatado. Él elimina el azúcar o sacarosa totalmente y sin embargo está a favor de la fructosa, que es el azúcar que proviene de las frutas; pues bien, la sacarosa y la fructosa tienen casi el mismo contenido calórico, por lo que aunque no se ingiera sacarosa pero sí fructosa en cantidades excesivas, se almacenará ese exceso en forma de energía y se engordará; de ahí que muchas personas “que solo cenan fruta” en grandes cantidades no consigan bajar de peso; además el cerebro se alimenta de glucosa, por lo que no conviene prescindir totalmente de ella en la dieta.


Sí que es cierto que hay que comer alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y fibra (por ej las legumbres) pero esto es porque “liberan la glucosa” en la sangre de una forma más lenta y consiguen un mayor efecto de saciedad que evitará que la persona se salte la dieta.

Respecto al exceso de proteinas en la dieta, se adelgaza rápido, pero porque básicamente lo que se pierde es agua; el organismo que recibe un exceso de proteinas las convierte en aminoácidos que tiene que sintetizar el hígado; si nuestro hígado recibe un exceso de proteinas las elimina en forma de agua y por eso se pierde tanto líquido; pero esa pérdida de peso se recupera enseguida porque no se han eliminado grasas.

Otro de los mitos que circula por ahí es lo de no mezclar alimentos. Nuestro estómago y jugos biliares y pancreáticos están más que preparados para degradar y aprovechar los nutrientes de todos los alimentos independientemente de que sean carbohidratos, proteínas o grasas. Distinto es aquellas personas que tiene algún tipo de intolerancia o alergia alimentaria, que hay que tratar aparte.

Además, a medio plazo una dieta muy proteica aburre y cansa; como resultado la persona adelgaza porque acaba comiendo mucha menos cantidad y si le hacen una analítica los triglicéridos y el ácido úrico no se mantienen en los niveles adecuados y puede acabar con una enfermedad renal.

Como conclusión, no existen las dietas milagro, si lo que queremos es perder peso de forma paulatina, sin arriesgar nuestra salud y sin que haya pérdida de masa muscular ni recuperar el peso perdido rápidamente.



Luisa Mª Muñoz Salvador. Dietista

4 comentarios:

Gabriel dijo...

Importantísima la paciencia y la constancia en relación a este asunto.
Te agradezco la frecuencia con que te metes a dejar claras las ideas relacionadas con las dietas y muy en concreto con las dietas milagro. Si ya son difíciles de creer los milagros por sí mismos, pongamos al menos en solfa cuando le damos tal carácter a algunas dietas que no hacen sino desequilibrar, tanto física como emocionalmente, a quien se mete en ellas.
Hablemos claro: Comer es indispensable, pero para alimentarse, no para engullir. Y a comer hay que echarle tiempo, ganas, imaginación y variedad. De ahí sacamos la energía y la salud.
Y en este blog informas muy bien de cómo hacerlo.
Besos.

Anónimo dijo...

Considero muy necesarios estos articulos en los que se informa de la verdad sobre las dietas en un mundo lleno de desaprensivos que juegan con la salud de los más ignorantes con tal de llenarse los bolsillos con productos que a la larga no sirven para nada. Aunque en el articulo está bastante claro,la alimentación es una forma de vida. Un aporte nutricional acorde con nuestro gasto energetico,forman la balanza que debemos equilibrar. En el mundo occidental eso muchas veces no es facil (veanse las croquetas del carrusel de coros), por eso el ejercicio debe ser nuestro mejor aliado para corregir los posibles desajustes y mantener un tono muscular aceptable.DMomblona.

Charo Barrios dijo...

Este mes hemos vuelto a salir a andar por la ciudad una hora diaria,cuando el tiempo no lo impide claro.... todo sea por el gasto energético.

Anónimo dijo...

Hola Charo,
leyendo el interesante artículo que has publicado, me he dado cuenta de que si quiero adelgazar lo primero que tengo que hacer es buscarme un buen dietista que me ayude, porque al endocrino que yo he ido no me ha hecho ninguna de esas pruebas, simplemente darme un papel fotocopiado con una dieta de ¡800 calorías!, cuando mido 171 y peso 67 kilos, vamos que tampoco es que sea una vaca.
gracias por tus acertados consejos, a ver si le pido a una amiga mexicana una receta de rábanos (allí se emplean mucho) y te la envío.
saludos,
Eva