Ya he dicho que este blog es de cocina laboral; eso quiere decir que cuando uno/a sale de casa para ir al trabajo y deja la casa más o menos recogida, las camas hechas, los cacharros fregados y el baño ordenado, debe dejar también la comida lista, o sea, para consumir a la vuelta previo calentamiento del plato.
Ése ha sido mi objetivo desde que empecé a trabajar. Otra cosa es que no siempre lo haya conseguido. Se trata de llegar a casa, y tener listo al menos un plato de comida caliente. Creo que a esa hora no deberíamos perder tiempo más que en poner la mesa, sin tener que improvisar el objeto del almuerzo.
Por eso, de lunes a viernes, siempre busco recetas de vísperas, es decir, guisos que yo pueda calentar al día siguiente sin que por ello pierdan textura, sabor y presentación. Ya he dicho que incluso el arroz bomba es compatible con la preparación el día antes. Y aquí se incluyen todos los potajes, guisos, pescados en salsa, etc.
La cocina para currantes tiene esa característica que la hace más digna: la de pensar en ella y planificarla veinticuatro horas antes. Pero que cualquier miembro de la familia se encuentre la comida hecha al llegar a casa, no tiene precio, y nuestra salud y tranquilidad tampoco.
3 comentarios:
Estos son los artículos que me enganchan al blog. Lo reúnen todo en cuanto a la calidad de la comida, sus propiedades nutritivas y su presentación. Pero, por encima de todo, recuerdan estar pendientes del día siguiente para comer juntos. Un pelotazo.
Besos.
Completamente de acuerdo, Charo. Encontrar una comida hecha como Dios manda al llegar a casa, no tiene precio, es verdad. Si hay que dejar de hacer otras cosas, pues se dejan, pero la comida no. Eso es lo primero, lástima que no todo el mundo lo tenga tan claro, y que haya niños que se alimenten con una pizza congelada o unas salchichas.
Nosotros ahora no tenemos esa tarea de cocinar la noche antes, aunque lo he hecho durante muchos años, pero ahora no lo tengo que hacer porque comemos todos en el comedor escolar. Carmen, que es la cocinera cocina de maravilla, cocina casera, sana, de calidad, y además ella y su familia son una gente estupenda que nos cuidan de maravilla.
En fin, un verdadero chollo, estamos encantados.
Buena idea de comer en sitios como ése, porque te queda una gran tranquilidad, sobre todo por los niños.
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