lunes, 22 de septiembre de 2008

Bicifestación por el Día Mundial Sin coche

Soy torpe y miedosa con la bicicleta, porque aprendí a montar en la madurez, y como dice mi marido, se hacen bien las cosas aprendidas en la infancia. Pero bueno, tengo mi bicicleta, que ya os la presentaré.

El carril bici es y está siendo en Sevilla todo un fenómeno, sobre todo con el servicio Sevici, que te permite tomar y soltar una bicicleta a tu comodidad, en los múltiples puntos de aparcamiento repartidos por la ciudad. Y cada día son más los ciclistas sobre el carril verde. Aunque eso sí, los peatones hemos visto mermado nuestro espacio, al tener que compartir las estrechas aceras del centro. Además, hay ciclistas poco civilizados que invaden las calles peatonales sin miramiento.

Todo esto, debería desembocar en una nueva convivencia entre vehículos a motor y bicicletas, para lo que no sé si se está elaborando alguna normativa. De momento, los peatones hemos perdido cierta calidad de paseo (coches en atascos, motos ruidosas y bicis transgresoras). No obstante, aplaudo la tendencia hacia el uso de la bici, pues está claro que está haciendo, poco a poco, la ciudad mucho más respirable, además de ahorrar combustible y quemar kilos de los que pedalean. Por cierto, hay que reconocer la elegancia y glamour de muchos y muchas de ellas sobre las ruedas.

Esto pasa en Sevilla, pero en Cádiz, la bici es aún cosa de minorías, lamentablemente. La Asamblea de Ciclistas de la Bahía de Cádiz, que abarca solamente a la capital gaditana, sale todos los primeros jueves de cada mes a recorrer la ciudad en lo que ellos llaman la bicifestación. A través de esta marcha de ciclistas, -un centenar aproximado- autorizada y acompañada de la Policía Local, se reivindica la creación de un carril bici; bueno, un carril bici que lo sea, y no lo que han vendido como tal, que consiste en un “camino” solo señalizado con dos rayas sobre la acera de la Avenida Juan Carlos I, que a veces acaba en un muro.



Pedalear por el carril bici gaditano es toda una aventura, porque los peatones parecen poner especial empeño en caminar por ese sendero. Pero la ciudad tiene una orografía muy adecuada para contar con una buena red de carriles para bicicleta, además de un clima benigno que casa muy bien con su uso como medio de transporte.

Hoy 22 de septiembre ha sido el Día Mundial Sin Coche. Pero en la mañana del pasado sábado, la Asamblea Ciclista de la Bahía de Cádiz convocó una bicifestación extraordinaria con motivo de esta celebración. No pude pasear con ellos, por tener problemas con mi biciclo, pero ahí estuvo mi hermana Dori, representando a la familia. La marcha acabó en el barrio de Puntales, con una macropaella, que justifica totalmente el publicar esta noticia en comeencasa.org.

Mientras tanto, sueño con un carril bici digno para Cádiz, ya está bien de tanto contaminar. Pero necesitamos hacer masa crítica. Y tú: ¿estás dispuesto/a a bicifestarte?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Charo: Quiero aprovechar la ocasión, para sumarme a tu reivindicación de hacer ciudades más saludables y humanas. Soy un gran aficionado a la bici, aunque como tu aprendí de muy mayor. Hace dos años realicé el camino de Santiago con un amigo con solo una bici y dos alforjas y fue una experiencia que recomiendo a todos. En París y en Barcelona, el servicio municipal de bicicletas ha tenido una gran acogida entre los ciudadanos y aquí en Madrid están realizando un carril de circunvalación y los domingos familias enteras salen a dar su paseo en bici , lo que demuestra que si das facilidades la gente responde. En Cádiz, la orografía es apta para todos los públicos y estoy seguro que un carril en condiciones de seguridad tendría como aquí una gran acogida. El día de la bicicleta en Madrid es un espectáculo, ver el paseo de Castellana tomado por una riada de miles de ciclistas ¡y cada año somos más!
pd.- Un beso muy fuerte para Dori.
dmomblona

Manuel Casal dijo...

Yo también aprendí de mayorcito a andar en bicicleta. Aún hoy no sé si el uso del verbo aprender en la frase anterior es un atrevimiento. Pero entiendo y asumo que es mucho más sano que otros medios de transporte.

Quisiera llamar la atención sobre una reacción adversa que están generando algunos ciclistas cuando van por las aceras, exigiendo que los peatones les dejen paso y cruzando sin misericordia y sin avisar por los pasos de cebra. Deberían tener algo más de cuidado.

Y una curiosidad. Cuando se empezó a usar la bicicleta, las reacciones de los anticiclistas fueron enormes. Te pongo un ejemplo curioso, de los muchos que hay, de la reacción social en contra de la bicicleta (doy clases de una cosa que se llama Ciencia, Tecnología y Sociedad y por eso me sé estas cosas).

Diario de Munich. 1890. Se lee:
"Ayer domingo, a las doce del mediodía, tuvo lugar un espectáculo tan escandaloso como indignante: justo cuando un gran número de personas se paseaba por la Maximilianstrssse, una pareja pasó a toda velocidad en un velocípedo de dos asientos. La pareja estaba formada por un hombre y una mujer; ella, por el ajetreo que levantaba su falda floreada de seda, exhibía generosamente sus muslos a quien quisiera mirarlos. La agraciada mujer se dejaba observar por los hombres y continuaba su camino tan tranquila, sin ningún tipo de vergüenza. Nosotros nos preguntamos: ¿es esto una nueva especie de deporte velocipedista? ¿se puede agredir la moral pública de esta forma y sin ningún tipo de castigo?; o ¿se trata, quizás, de una nueva publicidad para cierta clase de mujeres? Y, para acabar, ¿qué hace la policía?"

Anónimo dijo...

Gracias Domingo por tu corresponsalía en Madrid.
Y Gracias Casa L por tu documentación.
Estoy pendiente de que me arreglen la bici que tengo en Cádiz para sumarme a la iniciativa de la Asamblea Ciclista. Son una maravilla los paseos por el carril que va a la playa de Cortadura, es como estar en libertad dentro de las ciudades.
Y en contra del espectáculo que decían los recalcitrantes, da gusto ver por Sevilla gente de todos los estilos sobre la bicicleta, aunque aún quede mucho por hacer.

Elphaba dijo...

Hace muchos años que no tengo bicicleta para bicifestarme, pero mi apoyo 100% al movimiento. Todos, peatones, conductores y ciclistas, tenemos mucho que aprender para convivir, pero sirva el ejemplo de otras ciudades europeas donde desde hace años el uso de las dos ruedas sin motor es masivo, y la calidad de vida muchísimo mejor.