miércoles, 24 de septiembre de 2008

Algunas pamplinas entrañables

Mi primo Domingo, que vive en Madrid desde pequeño, es un lector fiel del blog desde sus comienzos. No tengo palabras para agradecerle la atención que presta a comeencasa. A su vuelta de vacaciones me envió estas fotos, la primera de un plato llamado macarronade, que probó en Francia. Yo había publicado poco antes la receta del pack de macarrones con tomate. También me remitió esta chulísima presentación de ensalada de arroz, que se mete por los ojos aunque uno no quiera. Gracias, Domingo y Pilar por vuestro cariño.

El pasado lunes, el compositor y pianista gaditano Manolo Carrasco y la Asociación de comerciantes de El Pópulo (en su nombre Antonio Gallardo), recogieron en el Ayuntamiento de Cádiz los premios Cádiz Promoción Turística 2008. Me alegro mucho por ellos, y sobre todo por Antonio. La alcaldesa manifestó que los empresarios de El Pópulo "han sabido canalizar todas las fuerzas para que el barrio sea un referente del ocio", destacando lo que es un trabajo bien hecho, beneficiando sin duda la imagen de Cádiz. ¡Enhorabuena!

Manolo Carrasco, que siempre pone a Cádiz en un lugar destacado, tiene vivienda y estudio en la calle Ancha, y me cuentan (aún no he podido comprobarlo), que en la noche del jueves santo, al paso del Cristo de las Aguas interpreta en su piano una saeta desde su balcón, que pone los pelos de punta.

Y siguiendo con los premios, a la empresa Monumentos Alavista, concesionaria de las visitas al yacimiento arqueológico de la Casa del Obispo en Cádiz, le ha sido concedido el premio Europa Nostra como reconocimiento a la defensa y promoción del patrimonio cultural y su entorno. Esta mención especial la recogieron de manos de S.M. la Reina el pasado 18 de septiembre. Felicidades a la familia Garbarino, que aparte de estar emparentados con mi familia materna, son unos grandes profesionales en todos sus proyectos, y todo lo hacen con nota alta, como por ejemplo el mercado romano del pasado junio.

Y una pamplina entrañable: un homenaje a la torta de aceite de Inés Rosales, que lleva con nosotros desde siempre. Ideal para la merienda, conserva el mismo logotipo y el mismo envoltorio de sus principios. Sus ingredientes: harina de trigo, aceite de oliva virgen, azúcares, semillas y plantas aromáticas (matalahúga y ajonjolí) levadura, sal y esencia natural de anís. Su teléfono: el 30 de Castilleja de la Cuesta(!). Pastelería tradicional que no pasa de moda y que engorda lo justo. Afortunadamente, sigue estando en los estantes de los hipermercados frente a otras propuestas de dudosa y vulgar composición. Las tortas de aceite de Inés Rosales permitieron compartir cafés con leche en tardes de mesa de camilla y conversación. Con un vaso de leche, ellas son mi merienda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias a ti por la pasión y el buen hacer que pones en este blog y por la cultura gastronomica que vas transmitiendo a los que como nosotros pensamos que con las cosas del comer no se juega.
dmomblona