El I Festival del Vino en El Pópulo acaba tras una semana de andadura. Por ello, ayer sábado pasamos por allí nuevamente. En esta ocasión, pedimos un vino de Toledo –Ercavio-, que me pareció más fuerte que el tinto de Navarra del fin de semana pasado. El maridaje consistía en un medallón de carne, rebozado con lechuguitas, que estaba buenísimo. Pero está claro que necesitamos un curso de cata.
Por supuesto, aparte pedimos “papas aliñás”, tortilla y ensaladilla (las tapas más transgresoras), mientras el bar “El Malagueño” se iba llenando de gente. La tele estaba encendida, y con el Festival de Eurovisión le llegó el turno al eurovisivo chiquiliquatre. Aquello se convirtió en un coro, dónde todos y todas jaleábamos : uno, el brekindans, dos, el crusaito, tres….
Por supuesto, aparte pedimos “papas aliñás”, tortilla y ensaladilla (las tapas más transgresoras), mientras el bar “El Malagueño” se iba llenando de gente. La tele estaba encendida, y con el Festival de Eurovisión le llegó el turno al eurovisivo chiquiliquatre. Aquello se convirtió en un coro, dónde todos y todas jaleábamos : uno, el brekindans, dos, el crusaito, tres….
Una noche en la que El Pópulo, como gran parte de España, se volvió friki, mientras junto al ayuntamiento la banda municipal interpretaba obras clásicas y los cuatro pasos que habían procesionado esa tarde, víspera del Corpus gaditano, habían regresado a sus templos. Pero en Cádiz todo eso es compatible.
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