Estamos en pleno periodo de vacaciones, con medio país en pantalón corto y con letreros de rebajas llamativos en los centros comerciales. Aún así, la crisis se nota en todos los ámbitos. Paseando por el centro de Sevilla y por mi barrio de Cádiz, veo locales con los rótulos de Se Traspasa, o bien cerrados y vacíos de mercancías, tras haber funcionado algunos años como negocios. Confieso que me produce auténtica pena ver estos anuncios de cierre, porque son ilusiones que se han truncado, y puestos de trabajo –casi siempre de gente joven- que vuelven al paro. Malos tiempos para los emprendedores.
Se protesta por la subida de precios (combustible, alimentos, vivienda….). Concretamente los agricultores han protestado contra los abusivos márgenes entre el precio de origen de los productos y el final; de hecho, denuncian que la diferencia llega en algunos casos al mil por cien. Se trata de precios controlados al parecer en su 50% por las grandes superficies comerciales.
Yo, como una de tantas amas de casa que hace la compra semanal, he venido observando que un año después de no incluir el pescado en la compra del jueves, mi ticket sumaba la misma cifra, manteniendo idénticos productos y marcas. Está claro que aquí había algo raro, si bien no nos hemos preocupado mientras las cosas iban bien. Y ha pasado como en el mercado de la vivienda, que con tantas transacciones abusivas, algunos o muchos se han tenido que forrar.
A mí también me preocupa que en esta situación de alza de precios, inflación y crisis generalizada, la comida de calidad (que no tiene por qué ser la más cara) sea lo menos importante en el presupuesto de una familia.
Y aprovecho para recordar que la filosofía de este blog, independientemente de alusiones a noticias y hechos festivos gastronómicos, tiene como base primordial fomentar la comida hecha en casa, a base de ingredientes naturales y frescos, elaborada con algo de sudor de nuestra frente, y organizada para paliar la falta de tiempo y la incompatibilidad de horarios familiares. Ése es nuestro objetivo, la salud de todos.
Y hablando de salud, publican la noticia de que nuestro jamón entrará próximamente en China, aunque de momento solo el deshuesado. A este paso, como a los chinos les dé por consumir la pata del cerdo curada, va a ser difícil por no decir imposible saborear las lonchas y taquitos de los cinco jotas.
1 comentario:
Aqui tambien se ha notado y se sigue notando. Limerick ultimamente parece una cidudad fantasma. Hay una calle en la que han cerrado cuatro negocios, todos consecutivos... Aunque auqi lo achacan a las setas. Es decir, que han hecho grandes centros comerciales alejados de la urbe (aqui todas las familias tienen al menos tres coches), y claro, el centro, con sus caros aparcamientos y la zona azul, como que no invita mucho para esta gente que vivien en el quinto pino y se acercan al centro comercial donde compran todo sin tener quepensar en el dinerin del parking porque este es masivo y gratuiti. Yo no tengo coche, ni me gusta conducir. Yo tengo que tirar de autobus y esperar horas bajo la lluvia.
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