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miércoles, 27 de octubre de 2010

Tosantos, la fiesta de los mercados

El pasado 21 de octubre, con un pregonero de lujo, coplero y poeta del carnaval se dio el pistoletazo de salida de la fiesta de los Tosantos 2010 en Cádiz. Antonio Martínez Ares (me encanta) no dudó en vestirse de pollo en el Salón de Plenos del Ayuntamiento para contar la historia, reflexiones y vicisitudes a través del tiempo, de este ave tan nuestra. No estoy muy segura si alguna otra localidad lo celebra también. Pero aquí, desde hace muchos años, los finales de octubre y primeros de noviembre, con los primeros fríos, se huele más a fruta, verdura, carne y pescado, todo ello junto, porque son los decorados de la fiesta de los mercados municipales.

La fiesta de los Tosantos está organizada por el Ayuntamiento de Cádiz, en colaboración con la Asociación de Detallistas de Mercados Municipales (Asodemer). Tras algunos años de paréntesis debido a las obras de remodelación del mercado central, este año los dos mercados municipales gaditanos –el central y el Virgen del Rosario- han vuelto a acoger el concurso de exorno de puestos. Comenta la prensa que se ha perdido algo del sentido crítico que antes tenían estas presentaciones, ya que hoy día los protagonistas son los famosos de la televisión. Personajes como la Duquesa de Alba, su novio, o el propio concejal de Hacienda, José Blas, aparecieron representados en cuerpos de cochinos, merluzas o pollos. También según Diario de Cádiz, hubo un puesto que recordó a los “sin techo”, algunos de los cuales pernoctan al raso en los alrededores del mercado.

Aun recuerdo de pequeña cuando mi padre me llevaba la noche del 31 de octubre a visitar y recorrer los puestos del mercado de San Severiano, pequeño y soso en su estilo y arquitectura. El interior del edificio se adornaba con banderitas, sonaban las canciones de la época por los altavoces y la gente degustaba una copita de vino. Supongo que nada que ver con el mercado central, llamado el de La Libertad, el auténtico, el mejor, el más estiloso de la ciudad gaditana.

En estas fechas –sobre todo los puestos de frutas y verduras-, exhiben los productos llamados de Tosantos: nueces, castañas, huesos de santos, etc., además de la fruta de invierno, tan colorida y vistosa. La fiesta continuará con diferentes actos hasta el próximo viernes 29, con la visita de escolares y la degustación de fruta.

El caso es que la fiesta de los Tosantos, tan gaditana, tan arraigada en esta ciudad, es un acertado pretexto para llamar la atención sobre nuestros mercados, la mayoría de las veces insertados en el centro de nuestras ciudades, que ofrecen los productos más cercanos para el consumidor, los más frescos y con la mayor variedad. Soy una gran defensora de los mercados. Creo que los estamos olvidando, pero también creo que éstos deben adaptarse a los tiempos. Razones y argumentos no faltan para que vayamos a comprar los productos frescos a los mercados, que para los envasados y elaborados hay multitud de supermercados y centros comerciales. ¡Vivan los mercados!
(Espero poder publicar aquí alguna imagen de los premiados, estoy en ello...)

Fragmentos del pregón:


"Y hoy, taitantos años después, aquí en este salón os pido, os ruego, que sigáis esta tradición y adornéis vuestros puestos para que el pueblo gaditano siga presumiendo de vuestra gracia, de vuestra ironía y vea cómo la gente de la plaza, con la que está cayendo, se ríe hasta de la muerte. Os animo a que nos mantengamos firmes en la recuperación de nuestras tradiciones. Os animo a que todos los años presentéis El Tenorio a lo gaditano, en el mercado, echando a suertes los papeles de don Juan y doña Inés. Os animo a que disfracéis a vuestros hijos de chicharitos o de habas, a que os disfracéis todos de atún, de cochinos, de toros con sus cuernos bien puestos y su…con todo. "




¡Pero por lo que más queráis, disfraces de calaveras no! ¡Caca! ¡Eso no es Cádiz! En todo caso de calabaza, que es muy de nuestro mercado. Rechazad las costumbres de Jaloguin y más fantasmadas que nos llegan de otros países y poned en valor las que nos dejaron en herencia nuestros padres y los pollos de sus padres. Y enseñadle a los niños que aquí en Cádiz, en Tosantos, no se dice: ¿truco o trato? No, aquí se dice: ¿Tú qué, papa o bisté?


¡Pollos del mundo repetid: en Cádiz hay que morir!


¡Higos, higos secos, nueces, castañas pilongas, arvellanitas de los toros, piñonates, bellotas, chochitos y cotufas, arropías, nueces y peladillas…!


Acordaros de todos los que han hecho grande esta fiesta, de los detallistas de San Severiano, de los del Piojito de la Merced, de todos los que en su justa medida venden sus productos en los aledaños de la plaza de abastos calentando con aromas nuevos el frío de noviembre y de la madre que lo parió al Ayuntamiento para lo bueno y para lo malo.


¡Pescaderos, verduleros, carniceras, recoveros, fruteras, matarifes, porteadores, churreras y tes….! ¡Adornad vuestros puestos, total, si ya los tenéis puestos!
Y pongo fin a esta carnicería no si antes repetir:


¡Pollos del mundo repetid: en Cádiz hay que morir!"

lunes, 12 de abril de 2010

El nuevo mercado de Huelva

La aventura de comprar, de disfrutar eligiendo productos, de cambiar impresiones con los vendedores, de encontrarnos con familiares y viejos amigos, tiene su encanto. Pero poder elegir lo que uno come es además un privilegio. En esta ocasión todo esto lo hemos vivido en Huelva, en su nuevo mercado, amplio, moderno, con facilidad para acceder, con aparcamiento público, y con una gran variedad de mercancías en todos sus puestos. Un regalo para la vista.
El recorrido comenzó con el puesto de chocos, dónde los precios varían solo en función del tamaño del bicho. En esta ocasión, el pescadero me indica honradamente que hoy no vienen de Huelva, sino de Marruecos. Es un pescadero de fiar, lo conocíamos del viejo mercado. Compramos dos choquitos de 1 kilo más o menos cada uno, y ya tenemos un pescadero cómplice y de confianza para otro encargo en otra ocasión. Hay que tener amigos hasta en las pescaderías.
Continúa el safari por las verdulerías. Los ojos se nos van hacia las habas, únicas por su tamaño éstas de Huelva, ideales para hacerlas “enzapatás” o guisadas con chocos. Decidido, pónganos dos kilitos….y también los avíos para hacerlas (ajos frescos, hierbabuena y poleo). Seguimos recorriendo el mercado, llenísimo de gente, y mientras nos aprovisionábamos de fruta (magníficas fresas del lugar y naranjas clemenmiel (una pasada), nos topamos con la joya de la corona onubense: “los gurumelos”. ¡qué buena oportunidad!. El precio a estas alturas es más asequible al menos, pues llegó a estar a 48 euros a principio de temporada. Hoy no llega a la cuarta parte. La compra de estas maravillosas setas lleva consigo recetas y consejos para su preparación. La vendedora me indica: “con arroz, judías, en revueltos… pero no le pongas nada que le quite su sabor”. Así lo haré.
La vuelta a Huelva en más de ochenta puestos nos hace descubrir productos del Condado: vinagres reserva, aceitunas de mesa, aceites, frutos secos, alimentos ecológicos, etc. Como ya dije alguna vez, éste es el maravilloso mundo de los mercados de abastos.
El nuevo mercado del Carmen es un referente comercial para la ciudad de Huelva por su excelente situación, con modernas y amplias instalaciones, puestos muy espaciosos, productos variados, frescos, de calidad y de todos los precios, y sobre todo una disposición interna que facilita mucho el recorrido al visitante. Gente como nosotros disfruta comprando aquí.
Chocos, habas, gurumelos y fresas resumen la rica gastronomía de Huelva, una de las más completas de España y creo que poco difundida. Sin olvidarnos de gambas y jamón, símbolo del elitismo en la gastronomía clásica, también de Huelva. Por fin esta ciudad tiene un mercado a la altura del siglo XXI.

Más información sobre el mercado, en el diario Huelva Información.

(Post dedicado a mi amigas Dolo (poetisa onubense) y a Mari, que fríe el pescado como nadie en el Bar Antonio de Punta Umbría).

domingo, 11 de abril de 2010

El antiguo mercado de Huelva

Huelva –como muchas ciudades españolas- no llegó a tener un edificio específico para mercado hasta finales del siglo XIX. Anteriormente, los onubenses se proveían de alimentos en un mercado al aire libre organizado diariamente en La Placeta y en las calles aledañas (las actuales José Nogales, Las Bocas y Plus Ultra). De ahí las alusiones documentales a La “Placeta de los Mercaderes”. No obstante, según Diego Díaz Hierro, en su libro Historia de las calles y plazas de Huelva (1983), hubo un primer mercado en la zona de asentamiento primitivo de la villa, es decir, en la zona alta, junto al castillo e iglesia mayor de San Pedro.

Parece ser que también existió un mercado efímero en la Plaza de las Monjas durante el año 1825-26, lugar escogido por el Ayuntamiento por su mayor amplitud, pero que a la postre no satisfizo a vendedores ni a clientes, que reclamaron al ayuntamiento la vuelta al emplazamiento anterior, en La Placeta.
Durante el año 1861, en diferentes sesiones capitulares, se estudiaron algunas propuestas de construcción de mercado público, sin decidirse por ninguna. Fue el 26 de agosto de 1864, cuando el entonces alcalde de Huelva Fernando de la Cueva y Cáceres, firma un documento público ante notario por el que el contratista Antonio Cortina Bustamante procederá a la construcción de un mercado de abastos en Huelva, convertida en capital de la provincia desde 1833. El valor de las obras: 423.122 reales, con un plazo de ejecución comprometido de nueve meses. El 6 de septiembre de 1864 se colocó la primera piedra, bendiciéndose el 19 de enero de 1866 y abriéndose al día siguiente al público, festividad del patrón de la ciudad, San Sebastián, el Mercado de El Carmen.

No obstante, este mercado pronto dio pruebas de sus deficiencias higiénico-sanitarias. Además, debido a la zona en que se encontraba, sufría inundaciones en momentos de temporal. De ahí que se realizaran diversas obras de mejora y ampliación, como la que tuvo lugar en el año 1884, para dotar de puestos de pescado. Ya en 1913 se describía así el mercado: “Tenía cinco grandes puertas, tres naves y cuatro cuarteles. En éstos van los puestos de carne, y en los patios las legumbres. En otros puestos exteriores, se vendían carne de lidia, masa frita, quincalla, bisutería y lozas. Teniendo en cuenta que entonces la carga y descarga la realizaban los caballos, hubo que colocar un atajo para impedir la entrada de las bestias al interior del recinto.

En 1919 el Consistorio aprobó una ordenanza para fijar precios máximos, impedir la instalación de puestos ambulantes en las zonas exteriores del mercado y poner freno a los pregones de los vendedores, al parecer bastante groseros y de mal gusto.

A finales de los años 50 y principios de los 60, el mercado se encontraba en una clara situación de decadencia, según describe la prensa de aquellas fechas, produciéndose numerosas denuncias por la pésima situación de conservación del edificio del mercado. Entonces éste albergaba 88 puestos de frutas y verduras, 83 de carne y 70 de pescado.

Huelva seguía creciendo, y el 18 de julio de 1952 se inauguraba allí un nuevo mercado en la barriada de Las Colonias. También abrió sus puertas otro mercado en el barrio de San Sebastián allá por 1957. Pocos años después comienzan a funcionar los primeros supermercados modernos.

Coincidiendo con la urbanización de la zona de Pescaderías, el Ayuntamiento proyecta el traslado del mercado de El Carmen a estos nuevos terrenos, lo que se ha visto cumplido a finales del año 2009. Se cierra así una etapa de más de 140 años de historia y actividad comercial cotidiana de los habitantes de Huelva.

No podemos olvidar algunos nombres de los vendedores más conocidos: María “La Catalana”, con 81 años hoy, puesto de fruta y verdura; Miguel Izquierdo, Churrería Miguel, con 140 años de antigüedad, Aquilino Vidal, cuchillería y ferretería, hace 60 ya años, Pepe “El pescadero”, desde hace 40 años ó Manuel el del Puro. Han sido varias generaciones las que han trabajado y dado vida a este viejo mercado, cuyas instalaciones ya no estaban a la altura del siglo XX y en la ciudad de Huelva.

Los datos están resumidos del libro: “La Plaza….1866-2007”, editado por la Diputación de Huelva, la Fundación El Monte y el Puerto de Huelva, una joya.

martes, 3 de noviembre de 2009

Reabre el mercado de abastos en Cádiz

El pasado sábado día 31 fue el segundo día de puertas abiertas del ya remodelado mercado de abastos en Cádiz. En pocas fechas se irán trasladando los diferentes puestos, desde su actual ubicación en la carpa junto a Correos. Poco después de las diez de la mañana del sábado ya estaba yo recorriendo el interior del remozado edificio con mi querido carrito de la compra, ya que tenía previsto después llevarme el pescado y la fruta del mercado instalado en la carpa.

El mercado central de abastos, “la plaza” para los gaditanos, está situado en los terrenos del huerto del antiguo convento de los Descalzos. De estilo neoclásico, fue construido en 1837 por Juan Daura, siguiendo planos de Torcuato Benjumeda (arquitecto de la catedral nueva de Cádiz). Es de planta rectangular, con columnas dóricas de 4 metros de altura. El mercado tenía 72 puestos en su origen. El espacio central interior estaba libre y se utilizaba para fiestas y espectáculos, hasta que en 1928 Juan de Talavera construyó el pabellón central, hoy ya desaparecido con esta remodelación y que contenía los puestos de pescado.

Casi tres años han durado las obras en cuyas excavaciones aparecieron 17 esqueletos enterrados en fosa común, relacionados con el primitivo convento de los franciscanos existente en el solar. También apareció el tambor de una columna que podría ser romana, aunque esto no está confirmado. Al parecer, debajo del edificio existen restos del viejo embarcadero de Puerto Chico, lo que ha impedido dotar de aparcamientos subterráneos al mercado, como hubiera sido deseable.

Tras la rehabilitación, el mercado cuenta con 57 puestos de frutas y verduras, 54 de pescados y mariscos, 44 de carnes y recova, 7 de ultramarinos, 4 de pan y pastelería, 1 de aceitunas (¡qué ricas!), 1 de bolsas y papel, 1 de artículos de pesca (que no falten en Cádiz) y una cafetería situada en la planta primera. En el frontal superior de los puestos, están rotulados los nombres de los comerciantes, marcas eternas diferenciadoras: Curro, El Chicla, Paco Tigre (mi pescadero), Rosa, Gallán (mi prima con frutas y verduras), Leo.... Estas marcas de la antroponimia mercantil gaditana aportan el prestigio y la diferenciación a la mercancía.

La remodelación del mercado de abastos de Cádiz proporciona luminosidad y funcionalidad a un edificio cargado de historia, y desde el que pueden contemplarse viviendas y torres miradores, concediéndole una mayor integración en el entorno. El mercado recién inaugurado es una obra digna de nuestra ciudad, pues aúna tradición y modernidad, algo tan gaditano como la piedra ostionera y el vidrio de los cerramientos laterales. Ha merecido la pena esperar. A la salida, los visitantes fuimos obsequiados con una bolsilla de castañas.

domingo, 26 de julio de 2009

Renovación de nuestros mercados

Está previsto que a finales del próximo mes de agosto puedan trasladarse los comerciantes del Mercado Central de Abastos de Cádiz a su ubicación primitiva. Llevan ya un par de años instalados en una digna carpa, debido a las obras de rehabilitación del antiguo mercado. El pasado fin de semana tomé estas fotos, en las que puede verse lo avanzado de la ejecución. Una de las novedades que traerá esta renovación es que –según el Ayuntamiento- se dará un plazo a los minoristas para que dejen de utilizar bolsas de plástico y se pasen al papel; una medida de lo más positiva, y ejemplar para el resto del colectivo de comercios. Esta noticia va dedicada a una lectora gaditana del blog, que reside en Madrid y que tenía curiosidad por saber cuando estaría listo el mercado.

También en Huelva se ha fijado para el 8 de septiembre (día de la Patrona) la inauguración oficial de su nuevo y moderno edificio de mercado abastos, situado en el barrio de Pescaderías, zona de imparable expansión para la ciudad onubense. De ese modo, desaparecerá el viejo edificio del mercado del Carmen, ya pequeño y obsoleto, aunque con mucha historia, que va a trasladarse en breve a su nueva ubicación.

La apertura del nuevo mercado de Huelva ha sufrido un considerable retraso, pues una vez finalizadas, ha habido que realizar algunas reformas correctoras imprevistas. Procuraremos traer algunas imágenes e impresiones del nuevo espacio comercial para la ciudad de Huelva, así como contar algo sobre las dinastías de minoristas que han trabajado en el antiguo mercado durante generaciones.

domingo, 20 de enero de 2008

El maravilloso mundo del mercado de abastos

Este sábado por la mañana, en lugar de mi paseo en bici, lo he dedicado a la compra semanal, esta vez en un mercado de abastos como Dios manda. No me gusta comprar los sábados, porque odio estar de pie y me pongo muy nerviosa con tanta gente. Pero, ha merecido la pena, porque es estupendo poder contemplar los puestos llenos de frutas y verduras con esos colores tan intensos y tan atractivos.

Entre la fruta que compré: manzanas, peras, plátanos (siempre de Canarias), y mandarinas, encontré las primeras fresas de temporada, que vienen a alegrar un poco el frutero de mi cocina.

En cuanto a las verduras, me traje unos pimientos de asar (rojos y verdes), tomates rama(con una pinta estupenda), berenjenas y calabacines blancos para hacer un pisto (que ya os diré mi receta, por lo sencilla y rica que es), cebolletas, que ya no tenía. Y mi grata sorpresa fue encontrar guisantes naturales, que este año no los veía por ningún sitio.

Por cierto, la señora del puesto (prima mía), me aconsejó que desgranara los guisantes y que los congelase en porciones a mi gusto, pues así tendría guisantes para mucho tiempo. Y ya lo hice.

Aconsejo comprar estos guisantes naturales por ser útiles para muchas cosas: revueltos con jamón, ensaladillas, guisos con alcachofas, o con carne, o en potaje, y también para un arroz de invierno que ya diré algún día. Estos guisantes siempre tendrán mucho mejor sabor que los congelados. Eso sí: hay que pelarlos, mientras cantamos, como en los viejos tiempos.

Mañana es lunes, y hay que afrontarlo con unas lentejas (mañana daré mi receta). De segundo, alterno la ensaladilla con pimientos asados (o pimentada).

¡Ah! el mercado de abastos ha sido el central de Cádiz, y el puesto el número 79. Actualmente, está instalado en una carpa provisional por obras. También estuve en mi pescadería favorita, pero el pescado es materia de otro día, por su gran interés.

La experiencia de comprar en el mercado es muy positiva, lo malo es que no abren por las tardes y por las mañanas estoy en el curre. Pero en ningún caso puede equipararse un mercado con un hiper. Lo siento. Es cuestión de sensibilidad.

(Como podéis comprobar, lo primero que he hecho hoy ha sido sustituir la foto de las papas aliñás, porque la que había era de pena).