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domingo, 14 de noviembre de 2010

El puré de pescado para bebés, best seller de Comeencasa

Las estadísticas de los más de 800 posts de este blog tan casero, tan doméstico y sin embargo tan inquieto, señalan a la receta de “puré de pescado para bebés” como la más visitada con mucha diferencia. Sin duda este hecho habla de la inquietud de muchos padres por conseguir que su hijo coma pescado en la mejor preparación posible. Hoy extraemos la receta del archivo de Comeencasa y le pasamos el micrófono para que nos hable del secreto de su éxito.

¿Esperaba Vd. alcanzar tanta popularidad en Comeencasa?. Desde luego que no. Este blog no es ninguna cosa del otro mundo en cuanto a recetas. De hecho el S. Google te las encuentra con rapidez.  Pero sí es verdad que aquí se proponen recetas sencillas, pensando siempre en la utilidad para el cocinero/a que tiene poco tiempo, pero que quiere poner en la mesa alimentos sanos y sabrosos. Puré de pescado para bebés es una excelente apuesta para que los chiquitines coman bien y además aprendan a saborear. Ya sé que está feo que yo lo diga," pero esto e así"

¿Cual podría ser la clave de este triunfo absoluto en visitas?
Como ya he dicho, se debe a mi sencillez y originalidad; mi fórmula es antigua, pues de hecho el hijo de la bloguera disfrutaba con mi sabor y textura desde pequeño; mi inventora fue la tía Manoli, que es quien ha enseñado a comer a todos los niños de esta familia. Al final, los platos clásicos son los más útiles. Y desde que me llamaron de Comeencasa para explicar mi contenido, me hice famoso, tanto que ya tengo hasta marca registrada.

¿Vd. que conoce a los bebés, ¿qué aporta concretamente su variedad de pescado junto a la fruta?
Fundamentalmente el sabor para el niño y la tranquilidad para el cuidador/a de que está alimentándole con buenos productos. Puedo presumir de que me buscan y visitan de muchas partes del mundo: de América, (norte y sur), de Europa, desde la Flota del Pacífico e incluso de Japón. También me visitan de Cádiz, la última vez desde el barrio de La Viña. Allí me elaboran con pescaditos recién cogidos en La Caleta, y los niños me comen al compás del tres por cuatro.

Los niños suelen ser ariscos al pescado. ¿Cree que con su propuesta se conseguirá aficionarlos?
Por supuesto, sé que los bebés disfrutan con mi sabor. El pescado debe estar presente siempre en su dieta en cuanto lo autorice el pediatra. Las proteínas del pescado son de la mejor calidad, y de ese modo, luego se acostumbrarán a consumirlo en guisos, a la plancha, al horno, y, llegado el caso y no como costumbre, frito. Yo –como puré- solo llego como mucho hasta los 2-3 años, que ése es mi trabajo, el resto es cosa de los padres.

¿Algo que añadir?
Pues solo recordar que los bebés deben comer sentados en su sillita especial, a sus horas y con tranquilidad. Que la comida es un acto muy importante. Y luego decirles a los padres que mancharse de puré mientras dan de comer al niño es muy normal, y que luego cuesta trabajo quitar esas manchas. Como verá, estoy en todo.


domingo, 19 de septiembre de 2010

Una entrevista muy especial: a las especias de la cocina

Doña Pimienta, portavoz de las especias “Mejorando el sabor presente, alegramos la vida”

Vienen de la tierra misma, muchos hombres batallaron por conseguirlas, desde el Paleolítico y entre los imperios de oriente y occidente. Las especias hoy siguen levantando pasiones en el mundo de la buena cocina. Hoy hemos entrado en el mueble que las guarda. Doña Pimienta, nos atiende en nombre de todas ellas.

Con el mayor respeto, son vds. más antiguas que el hilo negro…
Cierto, nuestro currículum es impresionante a lo largo de la historia del hombre. Marco Polo fue nuestro empresario de referencia. Abrió mercados, rutas….occidente siempre estuvo enamorada de nosotras. Y es que bajo un nombre genérico femenino, las especias, se engloban chicos y chicas de bellos nombres, en igualdad y armonía. Por ejemplo, el pimentón (menudo ligón es, sobre todo el de La Vera), el comino, el orégano, el tomillo. Pero también la nuez moscada, la canela en rama o molida –la más sexy-, la cayena, y, aquí vendría una servidora, la MÁS GUAY de todas: yo, la pimienta (y que nadie me lo discuta, ein?).


¿Qué tal la convivencia entre vds?. Son muchas, de distinta procedencia, precio, destino.…
Desde luego los blogueros sois peor que los paparazzis… Pues el caso es que, estamos muy bien organizadas. Unas cobran más que otras por su función, pero lo tenemos muy asumido, porque se debe a los costes del trabajo humano por cultivarnos y distribuirnos, junto con la fuerza de las preferencias de la demanda. Alguna de nosotras vale más que el oro: el azafrán está en el mercado a unos 30.000 euros el kilo, y encima inspiró una famosa zarzuela….La Rosa del Azafrán, ¡qué pedazo de artista!.

¿Potenciar, matizar, disfrazar o estropear sabores y olores? ¿qué hay de todo esto?
Sí, realmente podemos hacer todo eso, de ahí que sea importante la mano del cocinero, su formación, pero también su educación, su exquisitez. Depende de quién nos maneje seremos heroínas o villanas…. (qué bien me ha quedao). Hay mucho bruto/a suelto, abusadores de las especias….faltos de un mínimo gusto.

¿Es difícil encontrar la justa medida con vds.?
No, es cuestión de práctica, pruebas y educación del paladar. A nuestros abusadores, les diríamos que hay formas mejores de aderezar el alimento. Esta cuestión es de la mayor importancia, teniendo en cuenta que todas las especias estamos deseando intervenir en la elaboración de las recetas, y, por supuesto, más si es cocina sana, con la que somos compatibles. Cada especia sabe perfectamente cuándo y cómo debe intervenir, de manera que se eviten los posibles conflictos laborales por competitividad, y todo ello sin ningún sindicato, total para lo que sirven últimamente…eso sí, todas estamos en Facebook.

¿Cual es su opinión de cómo se les coloca en las tiendas?
Bueno, aunque es un tema menor, estamos muy contentas de que nos pongan en estantes atractivos y en bonitos envases ordenados por orden alfabético, aunque en los mercados tradicionales estamos en bolsas de plástico, a veces escritas a mano, pero no nos importa. La gente nos localiza igual de bien. En las cocinas a veces estamos algo apretadas, la verdad...esta Charo, que siempre va corriendo y nos guarda de cualquier manera en envases herméticos….

Todas tenéis denominación de origen, ¿Os molestan las falsificaciones?
Bueno, los colorantes no son más que burdos competidores. En realidad ellos no tienen la culpa de haber llegado hasta aquí. Por eso cuando los colocan junto a nosotras les damos cierto cariño, es que las especias somos así de abiertas. Y en cuanto al resto de las hierbas medicinales, nos llevamos muy bien, pues de ellas aprendemos cosas interesantes y además colaboramos en preparar infusiones terapéuticas. Sin olvidar que además de picante podemos añadir un efecto afrodisíaco, que a algunos/as les vendría muy bien…

¿Algo que añadir?
Solo subrayar que en nuestro trabajo influye mucho el país o comarca gastronómica de origen, que incluso damos nombre a recetas prestigiosas: véase solomillo a la pimienta, atún al comino, especias de caracoles, etc. Pero  somos productos naturales, a la espera de tratar buenas materias primas, y aconsejaremos siempre el uso de todas nuestras variedades; y desde luego, mejorando el presente sabor de los alimentos, alegramos la vida. Tal como dice nuestro principal mentor, "La cocina sin especias es como Cádiz sin vendedores de caballas, Huelva sin coquinas o Sevilla sin Lopera".


¡Y saludos a Comeencasa!

martes, 20 de julio de 2010

Entrevista a una croqueta muy seria

No necesita gabinete de comunicación, ni agente de prensa, asesor de imagen y no tiene que negociar sus derechos. Pero de repente le han salido multitud de biógrafos sobre todo en Cádiz. Representa una cultura, una filosofía, un modo de vivir, de comer y de estar. Y no está ligada a ninguna marca, al menos en su esencia. Ha sido la gran estrella en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz. Es la croqueta nacional.



Lo primero, gracias por acceder a esta entrevista…

Bueno, después de la atención mediática concedida al pulpo Paul, también entrevistado en la prensa, creo que yo también me merezco alguna paginita aunque sea en este blog tan pamplinoso, si bien no voy a cobrar ninguna exclusiva, me basta con difundir mis ideas. Lo de las revistas del corazón es toda una vulgaridad.



¿Cuál es el secreto de su éxito?

Dicen que para ser feliz hay que saber adaptarse a los tiempos y a los cambios. Yo convivo en domicilios particulares, comedores escolares, catering de eventos pijos, recepciones oficiales y en las cocinas de todas las clases sociales. Me llevo bien con todos: con jamón, carne de jarrete, bacalao o verduras…y la bechamel es mi socia en el negocio. Pero no tengo pareja ni busco maridaje, voy por libre. Y eso la prensa rosa no me lo perdona.

Dígame: ¿conoce Vd. su origen con exactitud?

No estoy muy segura, siempre viví pendiente del puchero, de sus sobras. Pero curiosamente hoy día he alcanzado una personalidad propia, carismática. Dicen que hay quien hace puchero solo para poder hacer luego croquetas….mi marca –genérica pero prestigiosa- se ha hecho a base de esfuerzo, de recomendaciones, de transmisión del conocimiento. Y por eso continúo aquí. Soy un valor eterno.


Pero Vd. ha contribuido a crear la imagen del croquetero profesional, del que come gratis en los actos…

Puede ser, pero a mí, la verdad, eso no me importa. Yo soy protagonista de bandejas decoradas y de platos de Duralex (qué cosa tan antigua), y tengo la suerte de ver cómo se le ilumina la cara al que me ve aparecer por el salón de celebraciones. Está claro que siempre levanto pasiones, me admiran, me desean, me muerden, me devoran con cierto erotismo, a menos que el cocinero o el producto sean muy muy malos. Y estoy buena hasta cuando me enfrío.

¿Qué opinión tiene de sus colegas las precocinadas?

Muy mala. Son superficiales, -ahora se les llama burracas-; eso sí, van muy bien maquilladas, muy bien presentadas, no tienen celulitis ni imperfecciones en su piel, y se dan sesiones de rayos UVA...pero al final son niñatas, apenas tienen conversación, son muy incultas. Podrán engañar a algunos ignorantes, pero al que sabe no se la dan…son el símbolo de semianalfabetismo que nos invade incluso en la gastronomía. Vamos, que no las puedo ver.


Y con tanto desprestigio causado por la cocina industrial, ¿no teme por su futuro?

Hombre, en la vida nunca hay nada definitivo. Hasta a los funcionarios les han bajado el sueldo…pero yo confío en la comunicación, que cuenta las cosas buenas, bien hechas. Y también confío en las nuevas tecnologías, como por ejemplo la thermomix, que ha conseguido hacernos perfectas con su programa de bechameles. En cualquier caso, si no volviese a trabajar en la cocina, tendría que ser declarada bien de interés etnológico, como el vaporcito de El Puerto, dada mi trayectoria. Todo menos reconvertirme.

Explíquenos por qué se autodenomina seria…

Ser serio significa seguir siempre la misma línea, el mismo estilo, el mismo fin. Una croqueta seria –hecha en casa, con buenos ingredientes, buen aceite de oliva y mucho cariño- supone ofrecer al comensal un placer y un alimento no solo material, yo diría que hasta espiritual. Después de probarnos estoy segura de que todos ven la vida de otra manera….y una croqueta es el símbolo del trabajo bien planificado. De hecho en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz se ha hablado de nosotras. Somos ya un fenómeno académico, y se van a nombrar doctores Croquetis Causa, como dice mi mentor Pepe Monforte.


NOTA: con este post, damos por finalizada la I Semana Internacional de la Croqueta en Comeencasa. Si no os haceis croquetistas no será por falta de información.
Sugerencias: un bocadillo de croquetas.

martes, 1 de junio de 2010

Entrevista a un reloj de cocina

Aquí lo consideramos una pieza imprescindible de la cocina, casi un objeto de culto. No se comienza a guisar sin consultar la posición de sus agujas, calculando así el tiempo disponible, casi siempre ajustado para cocinar el menú diario. Mientras se guisa, se le mira de vez en cuando, y al finalizar, tras apagar el fuego, se comprueba nuevamente la hora, pues tras el deber cumplido, sabremos el tiempo disponible del día para otras cosas. El reloj de cocina es un gran profesional, como éste de la cocina de comeencasa.


¿Por qué aceptó este trabajo en lugar de presidir un aeropuerto o una estación de AVE? Muy sencillo, me encanta la cocina, me encanta ver cocinar, ver recetas distintas cada día, y de cocina sana, claro; y además aquí hay más paz que en ningún sitio. Me atraen sobre todo los olores, en comeencasa además son muy naturales. Y sobre todo, siempre están pendientes de mí, por eso estoy colocado en la pared central. Me siento importante, la verdad, ése es mi salario, ahora los consultores pijos le llaman salario emocional.

¿Es cierto que Vd no tiene horario? Ya sabrá Vd. que los convenios laborales de los relojes son especiales, yo por ejemplo funciono las 24 horas, como cualquiera de ellos. En la cocina soy el único trabajador, junto con la nevera, que tampoco para un momento la pobre. Y eso que soy un reloj convencional, que funciona a pilas, nada de digital. Bueno, a veces se me agotan las pilas….

¿Pero, con tantos avisadores electrónicos, para qué sirve un reloj de cocina? Fundamentalmente para controlar la duración de los guisos, pero desde una perspectiva global, es decir, contabilizar el tiempo total diario que se dedica a cocinar. Es cierto que cada electrodoméstico tiene su propia alarma, pero yo tengo información de todos ellos, y siempre digo la verdad. Tengo la virtud de unir vida y cocina ¿le parece poco?.

¿La gente que cocina se deja guiar por Vd.? Bueno, eso depende de muchos factores: costumbres, organización de cada uno, y sobre todo, tiempo disponible para dedicar a preparar la comida. Hay quien ni siquiera entra aquí. Al menos, marco la hora de los desayunos, sobre todo de los niños de la casa, que ya es algo…pero lo normal es ver la hora que tengo y procurar maximizar los resultados, por ejemplo, ir preparando los sofritos, ir pelando ajos, cebollas, etc., es un modo de ganar tiempo. Eso se llama organización.

Entonces, se siente imprescindible.. Aquí por supuesto, pero en otras cocinas solo sería una figura decorativa, un adorno de IKEA, a juego con la pared o los muebles, porque en realidad no tienen ni idea de hacer un guiso, un estofado….y yo, la verdad, no puedo con estas cosas, porque el tiempo de la cocina es oro, es nuestra mejor inversión en salud.

¿A más tiempo mejor sabor? En líneas generales creo que sí, los tiempos son los tiempos y hay que respetarlos. Un ejemplo de ello es el arroz, cuya preparación necesita que se cumplan escrupulosamente los tiempos de cada ingrediente por separado. Yo soy de la teoría del “fuego lento”, de las cazuelas de barro, y de la liga anti-ollas rápidas, qué le vamos a hacer…Pasa igual con el amor, también necesita su tiempo, su maduración. Y he comprobado que la gente mientras cocina piensa en el amor.

¿Le cantan eso de ….”reloj, no marques las horas….”? Pues, a veces sí, sobre todo cuando se tiene prisa y queda mucho por hacer, porque a lo mejor se tienen invitados en casa y yo sigo corriendo inevitablemente…. Y veo cómo el cocinero/a se pone algo nervioso porque se le viene la hora encima. Pero son cosas de la vida. También veo la cara de satisfacción cuando se termina de guisar, se prueba, se tapan los cacharros y se apaga la cocina. Ese momento nunca me lo pierdo…a partir de ahí me relajo, pongo el piloto automático, y hasta el día siguiente.



jueves, 22 de abril de 2010

Entrevista a una ensalada cualquiera

Se queja de haberse convertido en un plato genérico, sin marca, como los nuevos medicamentos. Tal vez porque suele estar en casi todas las mesas, en casi todos los menús de platos del día, en casi todos los restaurantes, y desde hace ya muchos años y siempre en un papel secundario. Pero Doña ensalada es polivalente, multiusos y todoterreno. Es de justicia que se le dedique una entrevista en Comeencasa, un blog de comida casera y sostenible, como dicen ahora, porque la ensalada es un símbolo de la alimentación sana.

P.- ¿Es usted el plato más famoso de la historia moderna?Bueno, tal vez. Pero yo no busco notoriedad, solo deseo añadir salud a los menús, ser una fuente de vitaminas. Trabajar de ensalada es muy importante, aunque seas una más, sin especificar variedad. Yo puedo presumir de que tengo miles de posibilidades de preparación, sin dejar de ser yo misma. Tengo mucho mérito, porque puedo acoger no solo verduras, sino también frutas, legumbres, pescados y carnes para tomar en frío. Está claro que soy de mente abierta y progresista. Participé en el mayo francés del 68 y en el concierto de la isla de Wight en 1970.  Por entonces fui muy popular. Pero con la calidad no juego, soy muy clásica.

P.- ¿Qué tal la acogen hoy en la mesa?
Pues antes, cuando yo era mucho más simple, de lechuga y tomate, nadie me ponía pegas. Entre otras cosas porque mi aspecto y mi sabor eran acordes, debido sobre todo a la categoría de los aceites y vinagres, y de que el tomate sabía a tomate. Hoy hay muchas más cosas que aliñar, y a veces son productos mediocres y los sabores no existen. Y tengo que aguantar además la cara de asco que ponen los niños cuando me colocan delante. Eso lo llevo fatal. Yo no quiero tener fama de 'saboría'.

P.- ¿No le preocupa tanta polémica?
¡Qué va! Tengo muchos años y ya estoy curada de espanto. Hoy me preparan con cantidad de hierbas raras que dicen que son comestibles y yo disimulo y no digo ni pío, me limito a quejarme en los blogs decentes, como éste. Pero dónde estén una buena lechuga y un buen tomate aliñado que se quite lo demás. Y vuelvo a decir que me llevo estupendamente con las cebolletas, porque sigo cultivando con ella una buena amistad, una especie de acuerdo de colaboración mutua. Pero hay gente muy cateta que no sabe aliñar, que aún no ha aprendido….

P.- ¿Es Vd. el icono de los que quieren adelgazar?
Bueno, a veces sí. Precisamente por ello, me gustaría subrayar que hay ingredientes riquísimos que apenas tienen calorías, como las aceitunas, y que van estupendamente en mi estructura. Es decir, que hay que enriquecerme siempre que se me pongan cosas buenas. Yo soy un plato muy español, pero también muy mediterráneo, pues tengo además nacionalidad francesa. En ese país también entienden mucho de ensaladas…allí siempre me han tratado muy bien. De Estados Unidos no quiero ni hablar…

P.- ¿Qué pediría para el futuro?
Pues sobre todo difundir la cultura de las buenas ensaladas siempre en las dietas, junto a los platos de proteínas, es fundamental. Y para ello es imprescindible continuar la costumbre de utilizar buenos aceites, -sin pasarnos, pues aportan muchas calorías- vinagres y ajos ó cebollas. Y para rematar, una buena sal de salina, como la de antes. Solo de ese modo puedo dar el máximo sabor. Y sobre todo, quiero seguir viviendo en España y no tener que emigrar en busca de trabajo, pues a pesar de todo es aquí donde tengo más porvenir laboral. Ayer mismo me convertí en ensalada de garbanzos, que estaba riquísima y aporté muchísimo sabor y propiedades alimenticias. Es cuestión de ponerse en la cocina, a ver si entre todos lo logramos….

Oiga: ¿puedo saludar?... es para enviar desde aquí un abrazo a las papas aliñas, que al fin y al cabo son una especie de república independiente de las ensaladas, con un estatus ganado a pulso. Y es que de papas y de aliños entienden mucho en Cádiz.

domingo, 7 de marzo de 2010

La cacerola mediana, la más activa de la cocina

Los estudios de cargas de trabajo en la cocina, realizados por los expertos del Observatorio Nacional de Guisoteos (ONG-Sofritos sin Fronteras), concluyen que cuatro raciones es el número estándar en los hogares españoles. Por eso hoy, traemos a Doña Perola Medianita, de profesión “cacerola para cuatro”, elegida la empleada más activa de la cocina de los últimos veinte años.

P.- ¿Le importaría decirnos su edad?
Es que llevo mi edad con mucha discreción, como todo, represento el término medio. Llegué a esta casa, mejor dicho a esta cocina, cuando nació el niño, que hoy está en la Universidad. Tenga en cuenta que para nosotros los cacharros, veinte años sí es mucho. Pero es cierto que hoy, en mi madurez cocino mucho mejor que antes. Estoy hecha de una excelente aleación, de gran calidad. Y además, la experiencia es un grado.

P.- ¿Cómo lleva Vd. tanto trabajo?
Lo tengo muy bien asumido, creo que soy hiperactiva. Siempre tengo entre manos algunas lentejas, pollo, ternera o garbanzos… me paso la vida del fregadero a la vitrocerámica, y apenas veo a mis vecinos del cajón cazoletero, y por eso tengo poca vida social. Pero así me evito coger polvo. 

P.- No se lo tome a mal, pero estará Vd. mucho más estropeada que las otras dos cacerolas, la grande y la pequeñita…
Pero oiga, un respeto, solo estoy algo gastadilla de tanto uso, sobre todo por dentro, nada que no pueda arreglar un buen estropajo de aluminio, porque mi fachada exterior conserva casi todo el brillo original…de hecho me siguen piropeando los cubiertos de la pared. Siempre tuve un culo muy respingón, tal vez debido a convivir durante tantos años con el calor.

P.- Perdone, no quería ofenderla, pero hablemos de su trabajo: ¿Cuáles son los guisos más frecuentes de una familia española?

Por supuesto, los potajes que he citado anteriormente, aunque también me utilizan para hacer arroz caldoso y para los guisos de cuaresma. Esa es la prueba de que soy bastante tradicional. Me gusta tomarme mi tiempo y disfrutar con la cocina. El reloj instalado en la cocina me es indiferente. Solo quiero ofrecer buenos estofados.

P.- ¿significa eso que la olla a presión no le cae muy bien?
Desde luego, los periodistas siempre estáis buscando titulares polémicos. Bueno, yo respeto sus ideas y sus principios minimalistas sobre el tiempo, pero mi filosofía siempre ha sido la del “a fuego lento”, y así he ido siempre por la vida. Y por eso consigo dar el mejor sabor a los guisos, eso es vox populi. En Comeencasa la olla a presión está mal vista, es cierto….

P.- ¿Se siente orgullosa de ser la más utilizada de los cacharros de la batería?
No lo sabe Vd. bien, es un reconocimiento a mi esfuerzo. Pero no nos engañemos. Estamos hablando de una muestra de familias que sí cocinan a diario. Porque por desgracia hay un importante colectivo de personas que se alimentan a base de precocinados y fritos…¡qué horror! No quiero ni pensarlo. Y seguro que tienen una batería de cocina del modelo más sofisticado y completamente nueva….

P.- ¿Cómo piensa celebrar su premio?
Pues en Comeencasa me colocarán en exposición interactiva sobre la vitrocerámica, en horario de tardes, al finalizar mi jornada laboral, fregada y secada. Yo no salgo de cualquier manera.

Pero tengo previsto, a título particular, organizar cursos de cocina para aquellos que no saben lo que es un sofrito. Lo primero será solicitar una subvención a la Administración o, mejor aún, buscar un buen patrocinador, que es lo que hoy se lleva. Ya le contaré…, todo sea por difundir la cocina sana.


miércoles, 6 de enero de 2010

Entrevista a un buen lavavajillas

También llamado lavaplatos, dice que estaba deseando venir a nuestra redacción, pero se lo impedían las duras sesiones de trabajo que le han traído las fiestas, para contar algo de su vida, de su visión de las cosas de la cocina, y de su contribución al mantenimiento del decoro de la misma. Acaba de abrirnos sus puertas, entre lavado y lavado, esto es Comeencasa-Directo.



P.- Vd. pertenece a la generación de las nuevas tecnologías en la cocina, ¿Cómo se lleva con los demás electrodomésticos?

Bueno, aunque me inventaron a finales del siglo XIX, lo cierto es que aquí en España no fue fácil mi desembarco, ya que muchas amas de casa no estaban muy convencidas de mi utilidad. Y digo amas de casa, porque los amos sí que tuvieron claro desde el principio la conveniencia del fregado a máquina. Por lo demás, estoy totalmente integrado con mis compañeros de cocina, y es que soy un gran comunicador, a pesar de que paso poco tiempo con la puerta abierta, pero lavo y lavo y vuelvo a lavar, como los peces en el river, mi canción favorita.


P.- ¿Qué otras ventajas aporta un lavaplatos a las tareas de la cocina? ¿Alguna de tipo ecológico?
Hombre, está más que demostrado que ahorro agua y detergente, y tengo un gasto mínimo de energía eléctrica. Cuido de la loza, desinfecto las fiambreras y dejo los cubiertos brillantes…además, conservo la manicura de las manos del fregador –antes llamado pringao- y eso es importante; vamos que añado glamour y elegancia a lo que antes era el vulgar fregao diario.


Pero ¡ojo! hay que saber colocar las cosas en mi interior, bocabajo para que queden limpias. Yo no estoy preparado para cambiarlas de sitio, y no vea Vd. cómo sufro viendo como el agua y el detergente no llegan correctamente a los tiestos. Yo no solo lavo, y enjuago sino que también seco –y sin trapo-, dejando los cacharros listos para guardar, y eso no lo hace todo el mundo.


P.- Pero está Vd. todo el día tirando agua….

Qué va, eso no es lo que parece, pues lo tengo todo controlado. Mire, me enorgullece ser el electrodoméstico más limpio, ya que todos los cacharros pasan por mi chorro, porque me lo trago todo. Yo termino de trabajar, me ducho y siempre estoy en perfecto estado de revista, lo que antes llamaban escamondado. Ni comparación con el frigorífico o con el horno, que por su naturaleza son bastante más guarros. (¿Esto sale publicado?, es que creo que me he pasado un poco…)

P.- ¿Quién trabaja más con Vd. padres, madres, niños, asistentas….?

Lo cierto es que a mí me puede manejar cualquiera, pero sí es verdad que deberían tener más cuidado y retirar antes los restos de comida de los platos, que si no me atasco, y luego dicen que si es culpa mía, que si he salido muy malo, que lavo fatal….¡qué pejigueras!, y por último, hay que saber programarme, que siempre hay gente que me pone a la más alta temperatura, ¡¡¡qué brutísimos son algunos!!!

Pero al hilo de esto quería decir que con más o menos restos de comida en los platos, yo soy capaz de deducir cómo se alimentan los habitantes de la casa donde yo vivo; y así, hago unos serios estudios sobre pautas de alimentación sana familiar. Puedo afirmar y afirmo que determinados alimentos precocinados dejan marcas en los cacharros de plásticos de modo casi permanente, que no quitan ni el agua caliente. ¡a saber qué porquerías llevarán!, yo solo lo advierto...


P.- Su trabajo empieza después de comer ¿cómo se lo toma la gente en general?

Muy bien, porque las nuevas generaciones no tienen ya la cultura de arremangarse y fregar las cosas, eso está claro. Pero yo traigo comodidad y ecología y con eso justifico mi inversión. Trabajo mucho, muchísimo, tanto o más que la lavadora, con la que me llevo muy bien pues casi siempre estoy a su lado en la cocina, compartiendo el desagüe. Por eso dicen que somos una pareja de hecho. Hay noches que igual que ella empiezo a trabajar a las doce, funcionando en horario nocturno, mientras que la gente duerme plácidamente, pero nunca se nos ha ocurrido reclamar el plus. Cualquier día aparecerá un inspector de trabajo y les meterá un paquete a esta familia…


No obstante, tengo que decir que siempre he valorado las horas y horas que muchas amas de casa han empleado en fregar, sobre todo con familias numerosas, que a veces empalmaban desayunos con almuerzos…una pasada; pero la civilización va llegando y desarrollando nuevos modos de vida.

P.- ¿Proyectos para el futuro?

Permitir que sigan innovando sobre mí, da igual mi marca, para ofrecer mayores ahorros de agua, detergente y energía, y si es con menos ruido pues mejor. Eso se llama consumo responsable, ya que no ignora la influencia de los nuevos agentes que intervienen en el medio ambiente. Yo estoy en ello.

Y si me lo permite, comentar que a veces batería de cocina y peroles no quedan tan perfectos como deberían en mi lavado, aunque yo pongo de mi parte todo lo que puedo, pero es que mis programas tienen también sus limitaciones. Y lo digo porque entonces alguna/o se mosquea conmigo, en lugar de repasar el cacharro con un estropajito, es que hay gente muy pamplinosa….


P.- Caramba, vd. se toma muy en serio su trabajo….

Siempre he sido muy responsable. Por ello, recuerdo a todos la necesidad de hacerme un buen mantenimiento para alargar mi vida; deben cuidarme, porque necesito sal (es importantísima) y abrillantador, y también evitar que mis aspas puedan rozar los cacharros, porque me impedirían funcionar correctamente.


Pero yo llego más lejos, y aprovecho para advertir a todos/as, que aunque quepan en mi interior toda la cristalería, vajilla y cacharros y se quede la cocina despejada, hay que pasar después un trapito húmedo y limpio por la encimera y la vitrocerámica, para de ese modo dejar la cocina bien acabada, y estoy hasta las aspas de tanto decirlo…, bueno les tengo que dejar, que ya estoy lleno otra vez y tengo que volver a fregar.


miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un carrito con mucha personalidad

Él como sus compañeros, realizan una tarea importante: seleccionar los alimentos que nos llevaremos al cuerpo a modo de nutrientes. A pesar de su aparente discreción, este simpático carrito tiene criterio propio. Trabaja en la nómina de un gran centro comercial en una ciudad cualquiera y es el símbolo de la compra a motor.

P.- Buenos días: díganos su nombre por favor y su función en este supermercado
Hola, soy Pepe Carrillo, (mis colegas me llaman Pepito), trabajo aquí desde la apertura al cierre sin pausa para el café y tengo cinco años –la vida media de un carrito como yo son diez años- por lo que yo estoy en lo mejor de mi vida. A mí me fabricaron en Zaragoza, aunque me inventaron en Oklahoma en 1936. Tengo claro que soy un producto de la modernidad, pues soy intermediario entre las estanterías del hipermercado y el vehículo, hasta ahí llego. Últimamente al menos me han puesto precio de rescate (entre medio y un euro) pues antes la gente me abandonaba sin ningún escrúpulo en medio de los aparcamientos.
P.- ¿Le gusta su trabajo?
Muchísimo. Los carritos facilitamos la selección de productos al consumidor, aunque nunca opinamos sobre cómo lo hace. Por eso hoy agradezco a Comeencasa que me haya dado esta oportunidad. Lo cierto es que cuando me prepararon para mi tarea no me hablaron de que tendría que llevar productos poco saludables para el hombre, o sea, que no contaba con eso. Como tampoco contaba con tener que trasladar miles de botellas de alcohol malísimo las noches de las barbacoas del Trofeo Carranza en Cádiz. Esto es lo más cutre que me ha pasado...

P.- Cómo ve vd. la compra de los españoles?
Bueno, solo he trabajado en Andalucía Occidental y solo puedo hablar de esa zona. Pero lo cierto es que estoy muy descontento: la gente compra para consumir al momento, con rapidez, sin esfuerzo, sin tener en cuenta lo que lleva a la mesa. No piensan que hay que elaborar los alimentos, trabajar la materia prima, dedicándoles horas a la cocina, es la llamada cultura del poco o mínimo esfuerzo.

P.- Pero vd. es el testigo de la compra familiar….
Es cierto, pero precisamente por eso consigo información para analizar los hábitos de compra; y aunque es posible que adquieran en otro sitio carne, pescado y verduras, la verdad es que me sobrecargan con demasiados envases, botellas de refresco y lácteos para las "supuestas defensas" (¡qué cosas!), tal vez por su indudable atractivo momentáneo, como el amor a primera vista…. El caso es que a veces me miro cuando estoy lleno a tope y me pregunto: ¿y qué pondrán para comer esta buena familia mañana y pasado?, porque un potaje o un guiso seguro que no….

P.- ¿Qué tal lleva la crisis?
Hombre, está claro que mucha gente lo está pasando mal, pero eso no influye en que tengan o no malos hábitos. Estoy convencido de que comer bien no es tan caro como parece, ya que se necesita el valor añadido de la elaboración propia del cocinero, cosa que no tiene precio. Echo de menos una mayor humanización de la compra, con más productos frescos y saludables. Ya habrá notado que soy muy sensible.

P.- Explíquenos eso por favor…
Mi antecedente es la bolsa clásica, que parece haberse quedado ya en desuso. Pero yo he aprendido mucho de ella, de su filosofía: comprar para la salud y el bienestar. Yo solo voy del “hiper” al coche familiar, pero en ese tiempo me he dado cuenta de todo, de lo que va a comer esa familia, de cómo se llevan entre ellos, y de lo bien o mal educados que tienen a sus hijos. Le aseguro que a veces me echo a temblar. ¡Ah! Y también me entero de las claves de algunas tarjetas de crédito, aunque yo soy una tumba…

Los carritos somos un producto consumista pero seguimos teniendo corazón y sentimientos. Y es difícil no involucrarse en el proyecto alimenticio familiar. Es que no está de moda hacer las cosas bien, sino rápidas. Me molesta la gran cantidad de productos envasados, porque a veces contienen cantidades excesivas, que provocan tirar la comida, un auténtico crimen.

P.- ¿Cuándo disfruta Vd. más?
Me encanta llevan en mi trampilla a los niños pequeños, que acompañan a sus padres a comprar, aunque algunos estén muy consentidos. Y también quiero recordar que a veces sirvo para llevar las pertenencias de los sin techo, convirtiéndome en el portador de su pequeño hogar, en su compañero. Los carritos siempre somos muy útiles.

Y mi sueño: volar, volar como en la pelí ET. Viajar hacia países que dependen de centros de nutrición, de comedores colectivos para sobrevivir, y que mi carga nunca se acabe…. Este es mi sueño al cerrar el hipermercado, mientras duermo tranquilamente entre el silencio y la oscuridad, alineado entre los demás, esperando al día siguiente, oyendo solo la radio de los vigilantes nocturnos. Aquí va mi canción favorita.

jueves, 8 de octubre de 2009

Presentación del primer potaje de la temporada

El pasado martes, se presentó en sociedad el primer potaje de otoño en Comeencasa: Pota Jito. La sala de prensa estaba a rebosar. Tras la lectura de la nota de prensa, el turno de preguntas no se hizo esperar:

P.- ¿Cuánto tiempo ha llevado este primer potaje? ¿Ha sido con olla a presión?

Por supuesto que no. Comeencasa es un blog consecuente con la cocina tradicional, a fuego lento. El potaje ha llevado su tiempo, aunque eso sí, mientras tanto dio tiempo a poner y tender dos lavadoras, hacer un gazpacho y contestar los correos electrónicos, e incluso echarle una bronca al niño por no recoger su cuarto.

P.- ¿Lleva Vd. alguna novedad en su elaboración?
A éste concretamente se ha añadido un puerro al caldo base para cocer los garbanzos. En realidad se trata de añadir un poco más de sabor. Pero lo cierto es que el potaje es de lo más tradicional, y de eso se trata. Los garbanzos estaban tiernos, el caldo espeso y la verdura en su punto, vamos que estaba riquísimo.
P.- ¿No cree que se invierte demasiado tiempo para dar de comer a tan poca familia?
Bueno, ya he dicho que el tiempo de preparación es compatible con otras actividades domésticas o culturales, pero además aguanta perfectamente la congelación. En esta ocasión, al día siguiente –ya frío- el contenido de la olla se distribuyó en fiambreras individuales equivalentes a un plato con destino al congelador, para aprovechar todo lo cocinado y tener plan de comida para otro día no muy lejano. El tiempo empleado en hacer un potaje va directamente al beneficio de la salud de la familia. Es sin duda una gran inversión

P.- ¿Cómo piensa promocionar la cocina de potajes entre la población?
Mire vd, el cuchareo es un invento muy antiguo y hoy día sigue siendo toda una referencia en la alimentación mediterránea. Llevamos de todo: legumbres, buen aceite, carne, verduras y las especias naturales para aromatizar. Tenemos la grasa justa y no alteramos la digestión, en contra de lo que se cree. Proporcionamos mucha energía pero somos compatibles con una dieta.

P.- ¿Qué mensaje daría a las familias sobre el consumo de potajes?
Pues lo primero, procurar que lleven ingredientes frescos y de cierta calidad. Y también que no abusen de grasas innecesarias que lo único que hacen es complicar. Y por supuesto, que sean generosos con las verduras, que ellas siempre son bienvenidas, sin limitación de cantidad. Y que se organicen con tiempo para cocinar y poner en el menú dos o tres potajes a la semana. Somos un plato hecho con mucho cariño. Pota Jito va dirigido sobre todo a los niños; he conocido a algunos que a los diez años aún no han probado las lentejas, ¡qué vergüenza de niños, pero sobre todo de padres!

P.- ¿Está previsto realizar alguna campaña de comunicación?
Sí, incluso un cambio de imagen, bajo el lema ¡viva el cuchareo!. Se va a lanzar para los seguidores y lectores de Comeencasa. Estamos dispuestos a atender cuantas dudas quieran plantearnos sobre la cuestión potajera. Pero lentejas, judiones y garbanzos son nuestro mayor patrimonio gastronómico, aportan toda clase de nutrientes, y por eso queremos ponerlos en valor. Pota Jito será uno de los buques insignia de este blog. Y también estaremos en el Facebook y en donde haga falta, se trata de que aparezcamos además como una opción moderna. La gente sigue siendo muy novelera y necesita los consejos del marketing moderno para convencerse de algo. Aquí la salud lo merece.

martes, 1 de septiembre de 2009

Entrevista a los platos jubilados

“Realmente entre nosotros, nunca ha existido el paro

Han sido muchos años presentando sopas calentitas, carnes jugosas, pescados saludables y ricos postres. Han soportado la espuma en los estropajos, el calor del lavavajillas, los accidentes caseros…. Y la empresa -la conocida comeencasa – ha decidido jubilarlos. Se llevan un buen plan de pensiones, un público homenaje y el recuerdo de muchas comidas.

P.-Por favor, que hable uno: ¿Cuántos de vosotros vais a pasar a la jubilosa situación?
Bueno, somos unos nueve platos, de diferentes orígenes y de diferente material, unos más antiguos que otros, llanos, hondos y de postre, pero que al final nos ha llegado la hora, y nos retiramos de común acuerdo con la dirección y los sindicatos. Son muchos años los cotizados a la seguridad social gastronómica, y ya estábamos totalmente amortizados, pues realmente entre nosotros nunca ha existido el paro. Había otro grupo de platos que casi estaban al completo, y que Charo los va a regalar a alquien que los necesite, con lo que seguirán la vida activa.

P.- Y como os retiráis en un momento en el que el blog está promocionando toda clase de platos caseros?
Muy sencillo, se trata de que los platos servimos en la mesa en tanto que somos vajilla, es decir, iguales; como en los equipos de fútbol, las figuras no pueden jugar si no se trabaja con los mismos colores o equipación. Con los platos pasa lo mismo, que no están presentables si son de diferentes juegos o colecciones. Y nosotros eso lo sabíamos desde que salimos de fábrica. En breve se presentarán los nuevos platos.

P.- ¿Cómo os ha sentado la noticia?
Pues estupendamente, ya que la mayoría de nosotros después de tantos años estábamos desconchados, con el dibujo perdido o arañado, y no veíamos conveniente trabajar así. El plato es el foco de la gastronomía en la historia, es la tarjeta de presentación de cada propuesta, el centro de las miradas y debe cuidar su imagen. Lo que hay que procurar es que ninguno se rompa, pues así perdemos valor. Somos los más vulnerables de los complementos de la mesa. Pero la jubilación hay que saber asumirla, y encontrar pronto algo con qué divertirse.

P.- Un accidente en un plato ¿implica la rotura irreversible?
Bueno, ahora a la gente no le gusta arreglar ni hacer reparación alguna, sino comprar y sustituir todo. Antes existía el oficio de lañador, que se ocupaba de restaurar las vajillas rotas. Hoy se utilizan otros materiales más mediocres y no merece la pena gastarse un euro en arreglar platos. Cada vez somos más vulgares. Y cada vez nos ponen más comida basura. ¡qué desastre!

P.- Y la pregunta obligada: ¿a qué pensáis dedicaros?
En comeencasa, que es bastante conservador, vamos a trabajar de apoyo en la cocina: para batir huevos, para transportar algún postre para amigos o vecinos, para recoger las mondas de ajos, cebollas, etc. Tenga en cuenta que nosotros tenemos gran experiencia en manejar y presentar los productos alimenticios y que sabemos cómo trasladar mensajes de humanidad: no hay nada mejor que un plato antiguo llevando un flan, o una tortilla francesa, y eso se nota en la cara que pone el receptor.

P.- ¿Ha habido homenajes de despedida a vuestro grupo?
Por supuesto, con un almuerzo, en el que nosotros hemos escogido el menú lógicamente. Ha sido todo a base de comidas y postres sencillos pero exquisitos. Además hemos invitado a nuestros primos las cucharillas, los vasos, las servilletas…etc.y un buen vino. Para un plato cualquiera, llegar a la jubilación con cierta integridad es todo un triunfo.

P.- ¿Algún momento digno de comentar a lo largo de sus vidas?
Pues sí: cenas de navidad, cumpleaños infantiles, celebraciones de bodas y bautizos, entre los positivos; y las broncas, demandas de divorcio o peleas familiares que la pagaban con nosotros y en donde se nos destruía impunemente, como contrapunto negativo. Nuestra existencia tiene cosas buenas y malas. La mayoría de nosotros están en las casas desde el día de la boda. Y c
on los divorcios nunca se sabe con cual de los dos iremos a parar. Yo no me iría con ninguno, buscaría una nueva familia, ilusiones nuevas, pero como no me lo preguntan... pero estamos contento de seguir en comeencasa aunque sea en la reserva activa.

P.- Una frase para el recuerdo…
“A nadie se le niega un plato de comida”, que da idea de nuestra importancia en la alimentación humana. Somos toda una referencia en la vida del hombre. Y por desgracia, no todos los hombres tienen ese plato de comida en su mesa a diario. Ése debería ser el reto futuro, hacerlo posible.

domingo, 26 de julio de 2009

Entrevista a un viejo mantel

Viejo mantel: Es que ahora la gente ni siquiera hace “manitas” por debajo de la mesa…¡qué aburrimiento!”

Fuimos a buscarlo al cajón, y allí, debajo de todos los demás, encontramos este mantel algo madurito, pero que merece la pena entrevistar por su historia y recorrido profesional. Con él hemos hablado durante el almuerzo, largo y tendido. El vino derramado sobre él le ha hecho soltarse la lengua...

¿Cómo lleva Vd. los años? Como puedo, a mí me compraron por metros, soy made in Huelva, (¡qué buena tierra!), y unas manos primorosas cosieron mi dobladillo, hace casi 50 años. Soy de algodón 100%, aunque pertenezco a la categoría de mantel de diario. Mis cuadros verdes y blancos son de lo más sencillito. Llevo por lo tanto muchísimos lavados (he conocido todos los modelos de lavadoras), y empiezo a estar un poco pálido. Los manteles de hoy no necesitan plancha, y eso no tiene mérito. La plancha es un oficio mal pagado, poco valorado pero muy necesario para la ropa. Como verá, soy un poco marujillo, deformación profesional.

Háblenos de su trabajo. Lo cierto es que no me gusta hablar de mí; he pasado toda mi vida callado, escuchando, esperando pacientemente que mis comensales acabaran de comer, hablaran, discutieran de sus cosas encima de mi superficie, y….. me mancharan, cosa que aún siguen haciendo, con lo presumido que soy y tener que lucir lleno de lamparones. Pero los niños y algunos adultos, son igual de guarros ahora que antes. Esto no tiene arreglo.

Como todos los manteles de la historia, debo proteger la mesa donde los humanos comen. Y de paso, decorar y crear el ambiente apropiado para la actividad física más importante que realiza el hombre: alimentarse. Aún sigo dando estilo a la mesa, porque aunque viejo, tengo calidad y glamour casero, y el que tuvo retuvo.

¿Cómo ha evolucionado la vida en la mesa desde su punto de vista? Bueno, yo empecé como aprendiz con los suegros de Charo, Paco y Maruja, hoy ya desaparecidos pero que fueron ejemplos de vida de pareja, de honradez y principios (lo siento, me emociono). Nunca olvidaré aquellas manos acariciándome suavemente mientras me extendían sobre la vieja mesa cuadrada de la cocina. Ahora estoy con Charo y su marido, de Huelva como yo y no me puedo quejar. Esta bloguera es desde luego más atolondrada que mis anteriores jefes, -por algo es de Cádiz- pero también disfruta con los recuerdos que yo le traigo, y es una cocinera no tan brillante como laboriosa. Aconseja que todo el mundo coma en casa y eso me interesa mucho.

Pero volviendo a la evolución del comer…. Es cierto, perdone. ¡Qué mesas las de antes! En ellas comían no solo la pareja y los hijos, sino los cuñados y los abuelos, incluso algún vecino o pariente que estuviera pasando una mala racha y que pasaba por allí casualmente…. Recuerdo que almuerzos y cenas llevaban menos tonterías que hoy, menos variedad de platos, pero más contundentes, pues todos los alimentos eran buenos. La sopera nunca faltaba y era motivo de auténtica fiesta a su alrededor, y todos comían lo mismo. Hoy hay de todo, pero no todo es saludable, y a los niños se les consienten muchos caprichos en la mesa.

Pero mire, allí se expresaban emociones y preocupaciones, por enfermedades, o falta de trabajo. Le aseguro que conmigo todos se miraban a los ojos con sinceridad. Hoy la tele encendida mientras se come es un desastre para la convivencia y para la digestión también. Mis seis servilletas son testigos de todo lo que digo. Yo no quiero nada para mí: la vajilla y cristalería con la que trabajo son de lo más sencillo, nada de diseño, todo muy limpio eso sí. Suelo trabajar con la misma mesa, con la que hago buenas migas. ¡Y de las migas de antes mejor no hablar!
Sin duda ha vivido Vd. intensamente… Es cierto, recuerdo las maravillosas tertulias tras el almuerzo de los domingos, donde yo aguardaba pacientemente el café, los pestiños y las tortas. (También las tortas que recibía el niño que llegaba tarde a comer)…O en las fiestas de navidad, con vecinos y familiares. Nunca me importó hacer horas extras, pues yo me sabía útil a la familia. Era una época humanizada en el comer, en donde cabían todas las generaciones: ancianos y niños. La televisión ha acabado con todo eso… es que ahora la gente ni siquiera hace “manitas” por debajo de la mesa…qué aburrimiento. A mí me gustaban incluso las broncas familiares, porque eran auténticas, y en ellas se desahogaba la gente, y al día siguiente como si nada. ¡qué arte!

Comer es compartir lo que hay, poco o mucho, pero siendo consciente de lo que se hace. Es estar juntos, apreciarse y valorarse, mirando hacia el futuro. ¡Menuda sentencia me ha salido!, y sin ningún curso de formación; es que la antigüedad es un grado…

¿Y cual es su futuro inmediato? Pues seguir trabajando, si bien cada vez llevo peor el tiempo que paso doblado en los cajones, por la artrosis que padezco; también tengo gastritis crónica de tantos años viendo comer. Me resisto a ser jubilado, pues aún tengo mucho que dar y ni siquiera estoy deformado, mi talla sigue siendo la misma. Pero me rodean carcas ideológicos, gente muy materialista. Yo solo pido un poco de educación en la mesa.

También me gustaría impulsar un museo del mantel, que mostraría nuestra historia a través de los años, tanto mantelerías de lujo como humildes. A mis años, tengo muy buenas amistades con manteles de superior rango social, que me hacen muchas confidencias. Ellos han escuchado de todo en largas comidas de negocios. Tengo muchas ideas en la cabeza. Los viejos manteles nunca mueren.

viernes, 12 de junio de 2009

Una talega profesional: entrevista en vivo

El Club de la Talega en Comeencasa nació con muy buenas intenciones pero con total amateurismo. Por ello, en la entrevista de hoy traemos a una bolsa de tela que hace su trabajo de manera profesional, bajo un nombre registrado en la tienda de comercio justo “La Huerta de San Miguel”, situada en la calle del mismo nombre en Cádiz. Esta talega –con un contrato de trabajo indefinido- goza ya de personalidad y prestigio propios entre los clientes de la tienda, pues allí es imprescindible.

Díganos: ¿desde cuándo trabaja aquí?
Pues me contrataron en el año 2005, al poco de abrir esta magnífica tienda de productos ecológicos, tan necesaria para ir abriendo camino y concienciando a la gente sobre otras alternativas de consumo responsable. La Huerta de San Miguel” fue el segundo establecimiento de este tipo abierto en Cádiz, y aquí estoy muy contenta. Todo el mundo me conoce como la talega de La Huerta de San Miguel, y eso me llena de orgullo. Yo trabajo con mucha calidad de vida. Y el día menos pensado saco una chirigota callejera con el nombre: “ponga una talega en su vida”…

¿Cual es su función en la tienda?
Por supuesto ahorrar las bolsas de plástico que tanto están dañando el planeta. Por ello, quien viene a comprar conmigo se beneficia de un descuento del 5% sobre el total de su compra; pero si trae otra bolsa cualquiera –nunca de plástico-, también se le hace una rebaja, en este caso del 2%. Como verá, la filosofía ecológica va por delante del interés comercial. A ver si entre todos evitamos tener tantos plásticos vacíos estorbando en medio de la cocina, que a veces ni siquiera acaban en el contenedor amarillo de los envases para ser reciclados…

Pero además, puedo presumir y presumo de que mi trabajo traspasa la frontera de Cádiz, pues en mi precio de venta hay una cantidad destinada a un proyecto solidario en Bangladesh, a través de la Fundación IDEAS, y en colaboración con Cáritas. La ecología y la solidaridad son conceptos universales, globalizados como se dice ahora…


¿Cuáles son los productos que Vd. suele transportar en esta tienda de Huerta de San Miguel?
Bueno, mis clientes compran de todo, algunos a diario. Pero yo llevo en mi interior productos alimenticios sobre todo: verduras, legumbres, lácteos, alguna botella de vino –ecológico claro-, así como yogures y productos infantiles. Aquí hay mucha variedad de artículos, como utensilios de cocina hechos sin teflón, para evitar residuos tóxicos al recalentarse, o incluso las llamadas bolas ecológicas para la lavadora, que ahorran detergente más o menos biodegradable. Aquí están en todo.

¿Qué consejos daría al ciudadano de a pié?
Pues que deben concienciarse de que practicar hábitos más saludables para cuidar de nuestro planeta es necesario y urgente, gestos que además son fáciles y baratos; hay que acostumbrarse, a usos tan básicos como llevar siempre encima una bolsa doblada para la compra. Detallitos como éste, contribuirán a cuidar el medio ambiente y ahorrar residuos. Pero incluso si me utilizan como bolso de calle, tampoco desmerezco por mi atractivo y funcional diseño, no hay más que verme….

¿Qué le diría a talegas como la de Comeencasa, creadas fundamentalmente para llevar el pan nuestro de cada día?
Por supuesto felicitarla por su iniciativa, y apoyarla incondicionalmente. A ver si cunde este ejemplo tan saludable. Estoy segura de que El Club de la Talega puede ser el principio de una gran amistad hacia el planeta. Me encantaría que esta simpática bolsita viniera a verme, pues podríamos compartir experiencias y alguna que otra anécdota; los sábados son un buen día para reunirnos, pues aquí en la tienda mis jefes ofrecen una degustación gratuita a eso de la una de la tarde, con una copa de vino y una tapa. He podido comprobar que el vino ecológico pone a la gente tan alegre como el otro y además es más sano.

¡Ah! Y avíseme por favor de cuando vaya a salir este reportaje, porque me gustaría pasar antes por la peluquería para la foto, plancharme un poco, y, por supuesto avisar a mi jefa, María, para que se sienta orgullosa de mí; al fín y al cabo, de no ser por ella, a mí no me conocería nadie.

domingo, 26 de abril de 2009

Entrevista a un paño de cocina

Hoy había poco trabajo pues mañana comemos en la caseta de Feria. Por eso hemos aprovechado para gestionar una nueva entrevista en vivo que ilustre sobre la intensa vida interior de una cocina. Esta vez, acercamos el micro a un paño de cocina, quizá el elemento más humilde en el escalafón.

P.- Buenos días, ¿podría decirnos su nombre, su edad y cuál es su trabajo?
Me llamo Olimpio Claro, soy de fabricación española, lo que hoy es todo un mérito, y tengo alrededor de 15 años, nada mal para ser un paño de cocina de felpa. Mi trabajo es fundamentalmente secar los cacharros de cocina cuando no hay lavavajillas y enjugar las manos del cocinero/a cuando me requiere, haciéndole más cómoda su tarea y fomentando la limpieza entre cortes o mondado de ingredientes, es decir mi labor es meramente auxiliar aunque imprescindible en la cocina, donde jamás me aburro.

P.- ¿Y no cree que después de 15 años Vd. debería haber ascendido de categoría? ¿Quiere enviar algún mensaje al Sindicato?
El caso es que antes sí lo pensaba, sobre todo cuando supe que eso de llamarle a uno so trapo era poco menos que un insulto. Pero, fíjese, la spontex y el estropajo que también tienen sus añitos hacen un trabajo mucho más penoso. Yo al fin y al cabo intervengo para secar materiales que están ya limpios, lo que me permite –con la colaboración del cocinero- mantener una imagen más o menos presentable durante la jornada de guisoteo. Mis compañeros lo tienen más duro. Eso pasa siempre en la vida, nos creemos los más desgraciados y sin embargo hay otros mucho peores….Y en cuanto a lo del sindicato, vamos a dejarlo, no vaya a ser que me reciclen en una pancarta para cualquier manifestación, que son capaces con lo tiesos que están.

P.- Entonces, ¿está Vd. orgulloso de su función en la cocina?
Pues la verdad es que no me puedo quejar, al menos en Comeencasa, donde suelen ser razonablemente limpios, me cambian todos los días por principio, me lavan con los manteles o sábanas en la lavadora y a 40 grados de temperatura y suavizante; además me planchan y me guardan en un primoroso cajón. Como comprenderá, tal como están las cosas y con la gente tan cutre –bueno, poco cuidadosa quiero decir- que hay por ahí yo me puedo dar con un canto en los dientes; la verdad es que me conservo muy bien para la edad que tengo. En otras casas no habría durado ni un año, estaría con mal color y lleno de agujeros; hay gente pá tó.

P.- ¿Cuáles son sus vivencias en la cocina, qué conclusiones saca de ella?
Pues después de mi experiencia durante los años trabajados aquí, creo que la higiene en la cocina es fundamental, sobre todo cuando se trata de secar cubiertos, platos y vasos que luego irán a la boca. Paso mucho tiempo colgado de la pared o de alguna alcayata pero sirvo para adornar la pared exhibiendo mis alegres dibujos. Incluso puedo desempeñar misiones de gran responsabilidad como mantener fresquitas las gambas recién cocidas si me humedecen un poco antes de cubrir el plato. ¡fíjese que cosas me encomiendan algunas veces! ¡qué nivel! Soy sin duda la persona de confianza del cocinero. Pero aún sigo sin saber que significa eso de puñalada trapera, tendré que buscarlo en el google.

P.- ¿Quiere aprovechar para hacer algún comentario?
Solo subrayar que a pesar de los muchos cambios y adelantos acontecidos en la cocina de hoy, yo sigo conservando mi esencia textil, aunque mis colores sean más fashion. Eso da idea de la importancia de un buen paño de cocina. Y por otro lado, aconsejar a los cocineros/as que nos cuiden, pues somos fieles compañeros en su rutina, y no nos deben usar para otros menesteres. Ya sé que nuestra felpa va siendo algo cara, pero pueden hacer como Charo, que nos compra en época de rebajas. Algunos de nosotros lleva con ella más de veinte años, y lo que nos queda…años en los que hemos visto llorar a muchos cocineros/as y no siempre con la cebolla; de hecho hemos secado lágrimas de verdad. Es que la cocina tiene eso, mucha vida, por eso escogí este trabajo.

miércoles, 21 de enero de 2009

Después de lo de Montignac, entrevistamos a una patata

El último post de Comeencasa sobre las teorías de Montignac ha colmado el vaso de la paciencia de la patata, cosa que se veía venir. Y esta mañana, la Asociación de Patatas Gaditanas (APAGA), que integra a todas las variedades de la provincia, incluyendo las de supermercados yuppies o de tiendecitas de barrio, ha convocado rueda de prensa para salir al paso sobre lo que ellas consideran un ataque y un atropello en toda regla por parte del bioquímico francés. La noticia ha atraído el interés de numerosos medios de comunicación. Los chicos de La Voz de Cádiz han sido los primeros en llegar. No hay un sitio libre en la sala.

P.-Nos gustaría saber quién va a responder en nombre de las patatas.
Pues una servidora, la patata de Sanlúcar, la que trajo Colón por encargo de Isabel I, (porque la reina le dijo a Cristóbal que estaba hasta el c… de comer huevos sin papas). Luego vinieron las demás, gracias al trabajo agrícola del hombre, pero no olvidemos que la antigüedad es un grado…. Yo he sido elegida democráticamente para representar a un colectivo importante, digno, honrado, y respetuoso con el ser humano y con el medio ambiente.

P.- Ante las declaraciones descalificadoras del Sr. Montignac, llamándolas alimento de cerdos, qué tienen que decir?
En realidad, todo está dicho, y la historia nos da la razón. Mucho hablar este señor de la dieta mediterránea, y resulta que la mayoría de sus productos vienen tras el descubrimiento de América, es decir, con nosotras. Por eso, creo que tenemos suficiente experiencia y autoridad como para hacer declaraciones, que para eso España puso las carabelas. Somos un producto inmejorable, muy energético, con gran aporte de nutrientes y riquísimo; pertenecemos a los llamados hidratos de carbono complejos, y desde luego estamos hechas para el estómago del hombre, que sí está capacitado para saborearnos.

P.- ¿Cuál cree que ha sido la causa de ese desprecio hacia Vds.? Evidentemente, ese señor no ha pasado por Cádiz y no nos ha probado aliñás, con los magníficos aceites, vinagres y cebolletas de esta provincia. Pero eso tiene fácil arreglo. Con Montignac hemos sido desprestigiadas y humilladas hasta el límite, pero también el público en general ha contribuido a nuestra deshonra abusando de los fritos; no nos importa ser doradas en aceite hirviendo, pero hombre, no todos los días; tampoco nos hace gracia actuar de teloneras con el bistec, para rellenar el plato.

Nos están limitando: también hay que cocernos, aliñarnos, guisarnos, hornearnos y rellenarnos, porque servimos para todo eso. Y es que hay mucha incultura, poco esfuerzo y vulgaridad. No tiene más que llamar a alguien
papafrita, verá cómo reacciona, o explicar el significado de patatero, que viene a ser falto de formación, ignorante....

P.-Pero el ataque de Montignac va por el tema de la dieta….
Es cierto, pero ocurre con todo, engorda lo justo si se come lo justo. No hay que abusar. Y sí disfrutar en un momento dado. Pero de ahí a que estemos destinadas al estómago de los cerdos….

Además, hay otras circunstancias que poca gente conoce, como que podemos ser cancerígenas. por los azúcares que contenemos, si nos fríen a más de 110 grados C. Para evitarlo, al pelarnos, deben dejarnos en remojo y escurrir, pues así perdemos el azúcar; también quiero subrayar que no es conveniente que nos doren en la sartén, pues así somos tóxicas.

P.-Montignac es su enemigo número uno, pero tienen Vds. algún defensor de élite?
Por supuesto, siempre hay gente culta, sensible, inteligente y sensata, sobre todo en Cádiz. Sin ir más lejos, aquí nuestro gran mentor es Pepe Monforte, ateneísta, gastrónomo y persona de bien, con un
discurso sobre nosotras que hizo vibrar a más de un radical neocon. Gracias a homenajes como éstos, la Asociación de Patatas Gaditanas seguimos en la lucha ofreciendo mejores preparaciones, organizando foros, conferencias y seminarios, para difundir nuestro patrimonio heroico-gastronómico. Porque gracias a nosotras, mucha gente no murió de hambre en tiempos difíciles.

P.- ¿Qué acciones piensan poner en marcha?
De momento, hemos creado la Asociación, y vamos a instituir el Día Internacional de la Patata. Se acabó el ir por libre, el asociacionismo es el futuro. Confiamos en poner contar con el apoyo de todos los agentes sociales.

Queremos reivindicar nuestra dignidad, nuestro papel en la nutrición humana, y en suma, nuestra grandeza gastronómica. Y añadir que, al que no le guste una tortilla de patatas o unas patatas con carne, o huevo frito con patatas, que tire la primera piedra, y desde luego denota falta de sensibilidad. Somos un alimento universal y honorable, diga lo que diga Montignac.

domingo, 29 de junio de 2008

Entrevistamos a una cebolla (sin premio, porfa)

Rebuscando por la cocina, intentando encontrar productos con tirón y mensaje para mis lectores he recalado en una cebolla dispuesta como siempre a entrar al trapo del primer sofrito que se le ponga por delante, sabiéndose imprescindible en la alimentación mediterránea. Y allá voy….


Lo primero, hábleme de su procedencia, por favor.
Vengo como muchos otros productos, del campo campero, pero mi cuna tiene tintes literarios y musicales, pues ya en mi niñez Miguel Hernández me dedicó una nana, que luego me cantó Serrat. Tengo diferentes tamaños, variedades y especialidades, según me dedique a comidas calientes o frías como aliños. Pero en la cocina no pueden pasar sin mí.

Cuénteme un poco su función en la gastronomía...
Mi trabajo es muy importante. Como siempre he estado unida sentimentalmente al ajo (y como pareja de hecho funcionamos de maravilla), juntos nos hemos puesto moraos comiéndonos infinidad de pimientos en los peroles de nuestro romance. Yo, siempre que lo exija el guión, me dejo desnudar fácilmente, y consigo con mi actuación emocionar a todos, que enseguida empiezan a llorar, (unos más que a otros claro, pues hay distintas sensibilidades
), y al final con tanta pasión acabo hecha pedazos, vamos, pocha del todo.

Pero, usted no es precisamente un producto elitista…
Bueno, es cierto que el refrán ha marcado mi destino, y conmigo va el pan, en la riqueza, pobreza o mileurismo, y en la salud, enfermedad y regímenes. Pero siempre en un papel estelar y único. Y lo cierto es que de alguna manera transmito olor y sabor a comidas y verduras sositas de espíritu (lo que decimos "saborías"), como ocurre con mis socias las cebolletas, imprescindibles en los buenos aliños, para los que firmo contrato en exclusiva con un buen aceite y vinagre, lo que hace subir mi cotización como empresaria del año.

¿Y a qué dedica el tiempo libre si le queda?
Hago de todo, pero entre otras cosas sirvo para quitar la tos nocturna de muchos niños, si me colocan abierta sobre la mesilla de noche, permitiendo así que sus padres duerman mejor.

Resumiendo, estoy orgullosa de mi trabajo. Fíjese que incluso sirvo para limpiar el aparato respiratorio y para depurar y eliminar líquido del organismo... Pero tengo poco tiempo libre, concretamente en la cocina de comeencasa no doy abasto, allí no paran de guisar, para después contarlo en el blog. ¡Qué lucha! .

Mi mensaje a los lectores es que sean generosos conmigo en los sofritos, pues sin duda los platos se lo agradecerán (sobre todo en los arroces). Yo siempre salgo dispuesta a dejarme las pieles en cada receta, por eso nunca debo faltar en la cocina.