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lunes, 4 de octubre de 2010

Carmen Toscano portó la bandera de 1812

En la tarde del sábado día 2 de octubre, traspasé la entrada del castillo de Santa Catalina, junto al mar de la Caleta. Durante mucho tiempo, fue un recinto militar y reservado. Pero en esta ocasión en su patio viví algo especial: vestida como mi antepasada Carmen Toscano Cavana (nacida en 1767), asistí a la jura de bandera del Batallón de la Milicia Nacional y Voluntarios Distinguidos de Cádiz. También el hijo mayor de Carmen, Jorge Fedriani Toscano, de 22 años, perteneció al Batallón. 



Pero esa tarde era también importante para mí, pues representando a Carmen Toscano, se me había concedido el honor de portar la bandera que previa a la jura debía ser bendecida en ese acto por el capellán del castillo, que la esperaba a la puerta de la pequeña capilla. La madrina del acto fue la regidora de la ciudad. Nunca tuve un símbolo tan valioso entre mis manos.



La bandera, con dos fajas rojas y una amarilla intermedia, tenía cabezas de buey en sus cuatro esquinas, un escudo con corona real en el centro y león rampante en su interior, apoyado en una columna con la leyenda “Plus Ultra”. Llevaba incluso detalles de pedrería. Uno de los voluntarios, el teniente Quiñones la había confeccionado con su mujer, María Dolores, y luego María Ángeles, la esposa del general la había dado forma. Esta bandera representó al Batallón de los Voluntarios, según deseó el diputado doceañista Don Diego Muñoz Torrero, sacerdote y liberal, y uno de los padres de la Constitución de 1812, que la obsequió a las Cortes de Cádiz. Sus ideas le costaron la vida.



El General Velázquez, tras la bendición de la bandera, lo expresó muy bien “Los que tenemos el honor de estar alistados bajo ella estamos obligados a honrarla en memoria y homenaje de quienes dieron a España su primera Constitución y, en este acto, ante la misma, juraremos y prometeremos en su presencia nuestra adhesión a los valores constitucionales vigentes en el reino de España”.



Bandera de todos, bandera noble, valiente, orgullosa, libre, generosa, de altos vuelos, del esfuerzo de hombres y mujeres, de españoles y extranjeros, de ricos y pobres y símbolo sobre todo de la dignidad humana. Valores constitucionales en suma, expresados en un trozo de tela bordada con sabiduría, bajo la que desfilaron soldados, y entre ellos el voluntario Jorge Fedriani Toscano, en representación de un pueblo unido, tolerante y honesto consigo mismo y con los demás. Ésta es nuestra bandera, la de 1812, pero puede ondear hoy, doscientos años después, porque su mensaje es eterno. Y lo sé, porque la llevé con sentimiento de orgullo, como herencia del pasado y para esperanza e ilusión del futuro, que nació en Cádiz. ¡Viva la Constitución de 1812! ¡Viva la heroica ciudad de Cádiz!



Más información :vídeo del acto
Artículos: La Voz de Cádiz
               El Mundo Andalucía
               Diario de Cádiz

               Viva Cádiz:

miércoles, 7 de julio de 2010

Hacer la compra en el Doce

En su “Diario inédito de un relator apócrifo”, la historiadora Hilda Martín repasó el pasado 26 de diciembre en Diario de Cádiz los precios de los productos existentes en los mercados del Cádiz de 1810. Se trata sin duda de una información de gran interés para conocer algo más de la vida cotidiana de una ciudad que desempeñó un papel relevante en dos años de asedio junto a cambios políticos y sociales.



Quiero pensar que incluso con el asedio, los mercados de la ciudad de Cádiz en 1812 tenían de todo o de casi todo, gracias a su especial situación como puerto de mar, que le permitía recibir toda clase de mercancías, burlando las limitaciones impuestas por el ejército invasor.

Por ello, quiero llamar la atención sobre la breve lista de productos que estaban a la venta, -en comparación con los existentes hoy día- y todos ellos con un mínimo procesado: azúcares, 12 diferentes especias, atún, quesos, 8 variedades de carnes, 13 tipos de cereales y legumbres y 4 especialidades de pan. Todos ellos con precios en cuartos y reales de vellón.

Según Hilda, en Cádiz existían por entonces 185 tiendas de comestibles con despacho de vino, 50 tiendas llamadas de montañeses, 1 matadero, 2 carnicerías, 76 tahonas, 4 panaderías públicas, 168 puestos de frutas y verduras, 115 tiendas de vinos y licores (no está mal), 24 bodegones y tiendas de comidas, 29 confiterías y 5 pastelerías.

Más información en el blog de Hilda: www.lapepahoy.es  

(La imagen es de La Voz de Cádiz)


jueves, 10 de junio de 2010

Entrega de premios de la II Edición de la Senda de las Maritatas

Esta mañana en el salón regio de la Diputación de Cádiz se han entregado los premios a la segunda edición de la “Senda de las Maritatas”, que este año ha superado el medio centenar de establecimientos participantes, procedentes de Cádiz, San Fernando, Puerto Real y Chiclana. La Senda de las Maritatas es un programa de la Oficina del Bicentenario de Diputación, de carácter gastronómico, y abierto a todo el mundo.

Ha sido tal el éxito obtenido en los sabores de los bares premiados que se ha pensado en prolongar la Senda de las Maritatas hasta el verano, para que los visitantes puedan disfrutar y conocer mejor esta singular manifestación gastronómica.

Manuel Ruiz Torres, coordinador del proyecto, explicó en el acto los pormenores de los platos distinguidos por el jurado, presidido por él mismo, y formado, además por Pilar Acuaviva Alegre, Carlos Goicoechea Sancho, Mercedes López Pérez, Juan Antonio Mena Cubiles y Guillermo Ruiz Domínguez, como vocales.

Han recogido su diploma acreditativo los establecimientos distinguidos:


Primer premio a El Fogón del Guanche, de Puerto Real.
Segundo premio a Bodegón de Miguel, de San Fernando.
Tercer premio a Rosa de los Vientos, de Cádiz.


Los platos premiados han sido:

Tasajo con arroz, del Bodegón de San Miguel, de San Fernando, “Maritata sabor del Doce”.


Pescado en escabeche de naranjas agrias, del Restaurante “Rosa de los Vientos” de Cádiz, “Mejor Maritata Fría”.

Corvina con habas, de “El Fogón del Guanche”, de Puerto Real, “Mejor Maritata Caliente”.



Albondiguillas en sobrehúsa, de “El Enigma 1812”, en Cádiz, “Maritata Más Gaditana”, y

Arepa crujiente de frijoles con cocochas y patacón, de “Sopranis”, en Cádiz, “Mejor Maritata Criolla”.


El premio a la “Maritata Innovación” ha correspondido al Erizo de mar con helado de ortiguilla y salsa de mango, elaborado por “La Tapería del Río”, de Chiclana.


A propuesta del Jurado, y en atención al elevado nivel de los participantes,se ha elevado a quince (el pasado año fueron cinco) el número de menciones especiales por sus Maritatas de Calidad del Doce a los establecimientos, cuyos platos presentados obtuvieron una calificación media de notable:

Arrocería La Pepa, de Cádiz
Arsenio Manila, de Cádiz
Sur, Vinos y Tapas, de Cádiz
Sopranis, de Cádiz
La Tapería del Río, de Chiclana
Bella Otero, de San Fernando
Lumen Restaurante, de Cádiz
La Favorita, de Cádiz
El Enigma de 1812, de Cádiz
El Embrujo en la Isla, de San Fernando
Venta El Inesperado, de Puerto Real
Rayuela, de Cádiz
Bar La Mezquita, de Cádiz
Mesón de la Abuela Rosario, de Puerto Real, y
El Farito, de Chiclana


Los clientes, por su parte, han determinado con sus votos las que más les han gustado, según el número de votos populares recibidos:


Primer Premio a la “Maritata Más Popular”: Canelón de harina de maíz y buey del Restaurante Rayuela de Cádiz


Segundo Premio a la “Maritata Más Popular”: Lagrimitas de Napoleón de Bodegón Andalucía de San Fernando

Tercer Premio a la “Maritata Más Popular”: Olla podrida 1812 del Restaurante Arteserrano de Cádiz


Todas estas empresas hosteleras se merecen nuestro aplauso. Todas han tenido el arte, el valor y el empeño de adaptar unos sabores y unos ingredientes de hace ‘solo’ 200 años a un plato de presentación actual y de un gran nivel de calidad, y eso requiere muchas horas de imaginación y de cocina. Incluso en el verano podremos disfrutar de estas propuestas culinarias en las localidades gaditanas incluidas en la esta ruta gastronómica. La Senda de las Maritatas es una iniciativa original, única y desde luego de lo más exitosa, y lo digo como tapeadora empedernida, a pesar de que nos quedan muchas maritatas que probar. ¡Buen trabajo!


miércoles, 9 de junio de 2010

El periodismo y el peligro de la verdad

En su interesantísima intervención en la sede de la Asociación de la Prensa de Cádiz, Hilda Martín expuso algunos ejemplos de las consecuencias de denunciar la verdad en la prensa, allá en los comienzos del siglo XIX, en plena ocupación francesa. Creo que merece la pena compartirlos aquí:

El Duque de Alburquerque, prestigioso militar de la época, fue deshonrado, tras ser considerado un héroe. Ante el avance de las tropas francesas decide liberar Sevilla, ciudad en la que se encuentra, pero al comprobar la dificultad de la empresa, marcha con su ejército hacia Cádiz, que entra en la Isla de León (San Fernando) totalmente destrozado y desnudo. Una carta suya publicada en prensa denunciando ante la Junta Provincial las penurias de sus hombres le cuesta el deshonor y la destitución.

Hubo otro caso similar en la época según Hilda Martín: el del doctor Villarino, que perdió su trabajo por denunciar en el Semanario Patriótico, diario de la época, las graves carencias del Hospital de San Carlos, allá por 1810, cuando los soldados heridos morían por falta de alimentos, medicinas y atención.

Ya en el siglo XX, el periodista norteamericano Wiliam Shirer (1904-1993)escribe su famoso Diario de Berlín, en el que narra en primera persona los acontecimientos que se viven en la capital alemana y que conducen al holocausto durante el III Reich, y que –admirablemente- llega íntegro a Estados Unidos, antes de ser apresado. El Diario relata –entre otros- los terribles sucesos, la noche de los cristales rotos. Sin duda, la historia contada en primera persona es la que mejor llega al público.




Hilda Martín y “La prensa como fuente para la divulgación histórica”

Disfruté el pasado jueves con la conferencia de la investigadora Hilda Martín en la Asociación de la Prensa de Cádiz, titulada: Crónicas de Cádiz.”La Prensa como fuente de divulgación histórica”. Y es que Hilda nos ha enganchado a su crónica semanal en Diario de Cádiz, contada en primera persona por un personaje ficticio, el periodista Diego de Ustáriz, quien describe la vida en la ciudad en 1812, al estilo del clásico folletín pero con un riguroso y real contenido histórico. La prensa de la época ha sido para Hilda Martín la gran proveedora de información, y de eso iba la conferencia.

Hilda Martín, gaditana, licenciada en Geografía e Historia, profesora en Secundaria, es investigadora de la Oficina del Bicentenario de la Diputación de Cádiz, centrando su labor en la vida cotidiana del Cádiz doceañista. Como docente, justifica su pedagogía: la misión del historiador es explicar a los ciudadanos la historia. Además de la prensa escrita, Hilda ha investigado en las Bibliotecas Nacional y de Simancas, así como en numerosos archivos públicos y privados. Las crónicas surgen como el sueño de “Sacar el Bicentenario a la Calle” y compartir su conocimiento.

Su investigación en base a la prensa escrita de la época, pone de manifiesto la gran diferencia entre el periodismo actual y el del siglo XVIII y XIX, dónde la información es doméstica, cotidiana y está protagonizada por hombres y mujeres. En esa época los medios de comunicación asumen su papel divulgador. Hoy la prensa ha perdido sus propios valores. En cuanto al trabajo del periodista, sigue siendo el de relator de acontecimientos, que luego el historiador convierte en lenguaje asequible.

Subraya Martín que con cada noticia consultada afloraba inevitablemente una documentación con una historia rica, hermosa, relacionada con cada fecha, con cada acontecimiento; belleza en las noticias, descripciones sobre la naturaleza, los ríos, los perfumes, los vinos, etc., junto a un pueblo que deseaba cambiar (Sociedades económicas, ilustraciones, etc.). Se habla de los niños, de las experiencias, de la alimentación, de la vida cotidiana, etc.

La prensa aportó mucho, en un momento único en el periodismo, como por ejemplo con los discursos poéticos cercanos al conflicto. Hubo una prensa con y sin libertad, según el gobierno en el poder, utilizándose la prensa como arma de lucha política, y también en artículos burlescos. Todo ello, con una floreciente industria de la imprenta.

No podemos olvidar –aclara Hilda Martín- que todo se produce en una España en guerra, ocupada con gentes cambiantes, situaciones económicas concretas que se transforman, (guerra de ocupación por un ejército hasta entonces aliado, amigo, originando una guerra civil entre afrancesados y patriotas). Se publican periódicos en las zonas libres y ocupadas. Curiosamente, no hay grandes titulares, ni siquiera de apoyo. Hoy existe una gran carga ideológica en la prensa, una misma noticia contada en dos periódicos se convierte en dos distintas.

Diego de Ustáriz, el protagonista, se mueve por pueblos, por la provincia, y cada lugar da su propia historia (cada hecho te lleva a otro hecho). Las crónicas llegan con datos históricos y con imágenes. La metodología empleada por Hilda Martín ha sido novelar el acontecimiento. Lo ha hecho cada semana con “Diario inédito de un relator apócrifo”, que ya alcanza su 32º capítulo.

Animo a leer estas magníficas crónicas doceañistas gaditanas, fiel reflejo de nuestra historia, fruto de un trabajo riguroso de investigación y documentación, narradas por el protagonista Diego de Ustáriz, periodista crítico y descriptivo, testigo de los excepcionales acontecimientos sociales y políticos de una España ocupada. Ésta es su página: http://www.lapepahoy.es/  y está llena de sensibilidad y emoción histórica.





(Me he permitido enlazar aquí los diversos textos que sobre gastronomía y alimentación del Doce se recogen en la página de Hilda Martín:


domingo, 30 de mayo de 2010

Domingo 30 de mayo en San Fernando

“Con motivo de la proclamación de Fernando VII como Rey de España, se produjeron una serie de actos populares en la antigua Villa de la Real Isla de León. Uno de ellos consistió en la elaboración de un pendón, cuya descripción hemos recuperado gracias a la aportación de investigadores locales. Una réplica del citado pendón ha sido elaborada por un artesano local y se considera interesante presentarlo a la sociedad isleña como elemento histórico-testimonial de una época trascendental para la ciudad.



Para su presentación en sociedad consideramos importante hacerlo arropado por el mismo colectivo que entonces, es decir la población isleña, en este caso representada por un colectivo, el de Voluntarios Distinguidos, pues reúnen conceptos como sociedad civil, “soldados por la libertad” y recreadores de la Historia. Por ello, contamos con el Regimiento de Infantería de línea, Guardia Salinera, y con los Cazadores Salineros y la Agrupación de Recreación Histórica que evocan al Regimiento de Voluntarios Distinguidos de Cádiz, la Milicia Nacional y el Batallón de Artilleros.



Pero los hechos históricos que conmemoramos unieron indiscutiblemente a dos pueblos, San Fernando y Cádiz, con un trascendental proyecto de libertad, de ahí que se considere muy importante contar con la colaboración activa de la Agrupación de Cádiz lo que sin duda contribuirá a incrementar el esplendor del acto y transmitirá un mensaje común y de hermandad, en la línea expresada por la propia alcaldesa de Cádiz mediante escrito al alcalde de San Fernando de fecha 16 de febrero pasado”.



Este es el texto facilitado por la Oficina del Bicentenario, que informa también de los actos que han tenido lugar hoy domingo 30 de mayo, y que consisten en un desfile en la ciudad de San Fernando, en el que participaron: el Regimiento de Infantería de Línea, Guardia Salinera, Agrupación de Cádiz, Banda de Música de Época (Cádiz) y Cazadores Salineros. Las unidades formaron a la altura de la Plaza de la Iglesia.



A continuación, el artesano local Don Carlos Valverde, escoltado por miembros de la Guardia Salinera hizo entrega del nuevo Pendón al Alcalde de San Fernando que lo ondeó por tres veces, sonando entonces salvas de fogueo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Gymcana y Mercadillo Doceañista en Cádiz

Lo cuento antes de que se olvide. Reseñar el éxito de la gymcana del Doce, celebrada durante la mañana del sábado 20 de marzo con motivo del Día de la Pepa, y en la que concursaron niños, jóvenes y familias enteras. El uniforme de los participantes fue una camiseta amarilla, parecida a la del Cádiz-CF, que “llamó” a todos los mosquitos de la bahía, según contaron ellos mismos. Las cuestiones y pruebas del juego iban sobre la historia gaditana y sus calles y monumentos. La prueba contó con diversos figurantes y se prolongó hasta casi las tres de la tarde. La foto la tomamos sobre esa hora en la Plaza de San Juan de Dios, cuando ya recogían el escenario de la entrega de premios, que consistieron en videoconsolas y en viajes.



El pasado fin de semana en Cádiz también se celebró por segunda vez el mercadillo del Doce, instalado en la señera Plaza de San Antonio, que siguió atrayendo a numeroso público foráneo, a tenor de la gran cantidad de autobuses que vimos aparcados por la ciudad.

Aparte de los tenderetes de bisutería, madera, metal y cuero artesanos (con bellos productos), volvimos a ver los puestos de quesos, dulces caseros y herboristería. Eché de menos la demostración que allí se hizo de la cocina del Doce, pero no pudimos asistir. Nuestros amigos de Tubal sí que estuvieron.



Por lo que respecta a nuestras compras, aparte de traernos bizcochos de dos sabores para la merienda, compramos un queso de oveja, esta vez de un pueblo llamado Castronuño, de la provincia de Valladolid, que el año pasado fue premiado en un concurso nacional como el mejor. En cuestión de quesos, hay que probarlos todos.



Y por último, referir lo que me impresionó en la mañana del viernes, a la vuelta del desfile histórico, camino del Baluarte de la Candelaria; cuando cruzamos por el mercadillo soldados y ciudadanos doceañistas, a nuestro paso recibimos fuertes aplausos de los ancianos que estaban dispuestos alrededor de una de las cantinas, todos ellos en sillas de ruedas. Y una anciana gritó: ¡ole, ole y ole, y el que no diga ole…! Cosas que ocurren en las calles de Cádiz. Vivir en una sillita de ruedas debe ser muy triste.

domingo, 21 de marzo de 2010

Senda de las maritatas: primeras impresiones

Podemos presumir de tener ya un par de sellitos en la cartilla o libreto de la Senda de las Maritatas, II edición: el correspondiente a la Arrocería La Pepa y el de Sopranis. El primer establecimiento está en el Paseo Marítimo, a la altura del estadio y el segundo, en pleno barrio de Santa María, en la calle de su mismo nombre. De ambos lugares hemos salido muy muy satisfechos.
A La Pepa, vamos buscando siempre sus buenos arroces –todos lo son-, aunque uno tiene su preferido. Reconozco que no puedo ponerles ninguna pega, pues los fondos y caldos de estos arroces son inmejorables, totalmente naturales y muy equilibrados. En esta ocasión, el número de comensales nos permitió pedir para probar las cuatro maritatas elaboradas para concursar en la Senda de las Maritatas del presente año.
Ahí van las cuatro, por orden de nuestra puntuación: Huevos de choco a la huerta de San José (de matrícula, lleva diferentes verduras), Sopa rellena (caldo al revés), Almejas con babetas (fideos gordos) y Boquerones del Tirititrán (dicen que en Cádiz freímos el pescado tocando las palmas). Las maritatas tienen un tamaño más que presentable y un precio muy asequible.
En cuanto al restaurante Sopranis, segundo sellador de nuestra cartilla, decir que al ser solo dos para cenar, decidimos no pasarnos pidiendo: el Caldo en Deconstrucción con Migas y Setas, es el mejor que he probado en mi vida, y desde luego nos “entonó el cuerpo” después de un día de no parar. La segunda maritata: Arepa crujiente de frijones con cocochas y patacón, mereció bajo nuestra opinión, un notable muy alto.

Ha sido una muestra pequeña de lo que contiene esta ruta gastronómica, pero está claro que los establecimientos están poniendo toda su imaginación, su maestría, profesionalidad y cariño en la elaboración y presentación de estas tapas, que están a la altura de la mejor gastronomía minorista. Y desde luego son un excelente escaparate para nuestros visitantes. Me encanta el entusiasmo que los mismos hosteleros ponen en explicar sus productos. Cádiz está subiendo de nivel gastronómico-turístico. Y lo que está bien hay que contarlo.

Homenaje y desfile del Día de la Pepa

Llegó el 19 de marzo, día de la Provincia de Cádiz y cumpleaños de la constitución de 1812. Diputación y Ayuntamiento celebran actos por separado. La primera (este año en San Fernando por ser su bicentenario en 1810), entregando medallas de la provincia y nombrando hijos/as predilectos. El Ayuntamiento, escogió nuevamente la Plaza de España para la tradicional ofrenda de flores a nuestra Carta Magna doceañista. Aquí estuve yo, como el año pasado, en el desfile de recreación histórica, vestida de ciudadana de 1812.

A las 9.40 horas de la mañana fue la salida –desde el Baluarte de la Candelaria el pueblo y desde el Castillo de Santa Catalina la milicia- hacia el monumento a la constitución de Plaza de España, donde acudirían autoridades y público. La magnífica unidad de música del batallón realzaba el desfile. El año pasado me convertí tal día como hoy en Carmen Toscano, madre de mi tatarabuelo y testigo de esta época. Este año, mi traje se extravió y tuve que tomar uno prestado. No fue lo mismo.
Camino del Oratorio de San Felipe, donde el pueblo (eclesiásticos, diputados, hombres, mujeres y niños) esperó a las milicias para llegar juntos a Plaza de España, recorrimos las calles de Cádiz donde la gente salía a recibirnos. Pudimos contemplar obras sin terminar, acerados abierto y múltiples fachadas dañadas por las interminables lluvias caídas este invierno. Aún así, Cádiz sigue siendo hermoso, especial.
El acto, a las 11,00, acoge varios discursos. Me encantó el del presidente del Ateneo, Ignacio Moreno, llamando a la solidaridad interterritorial, para luchar contra la crisis y contra el paro. Ideales progresistas con sentido común en sus párrafos, mensajes a veces olvidados a pesar de su evidencia. Pero yo soy una mujer de 1812 y solo puedo observar, no opinar. Mi hijo Tomás desfila nuevamente, y cada vez le sienta mejor el uniforme de Voluntario Distinguido. También intervino el coordinador para el bicentenario de la independencia de México, el doctor Enrique Márquez. Gracias a sus palabras supe que la Plaza del Zócalo en Ciudad de Méjico, se llamó realmente Plaza de la Constitución de Cádiz. Me encantan los actos oficiales, siempre encuentro interesantes las secuencias.

Antonio, con traje de macero, porta el libro de la Constitución y lee los tres primeros artículos de ésta, con voz firme, segura y clara. Por esas frases estamos allí, casi doscientos años después un día como hoy. Voluntarios Distinguidos, miembros de la Unidad de Música y Voluntarios Artilleros de Puntales, rinden honores. El himno nacional remata la ceremonia por si hay dudas.
Regreso del pueblo al baluarte, entre saludos por la calle de gente conocida y familiares. Pero mi marido y yo preferimos finalizar en Santa Catalina. "La marcha de Cádiz" ambienta la entrada en la fortaleza y añade orgullo de un tiempo pasado. Y a continuación, la formación militar recreada para el Bicentenario, cierra su propio acto de despedida con música y toque de oración. El patio del Castillo se emociona y se reencuentra a sí mismo. Hay viento del sur, marea baja y olor caletero. Se ensanchan los pulmones respirando el mar lejano y nuestro. No podemos volver dos siglos atrás, pero sí soñarlo y disfrutarlo. Gracias a este proyecto, hoy soñamos nuestra historia. En Cádiz, hoy tuvimos un sueño. 



miércoles, 17 de marzo de 2010

El Bicentenario en el sorteo de la ONCE

El cupón de la ONCE para el sorteo de hoy miércoles homenajea los doscientos años de la Constitución de Cádiz, recogiendo como fondo el famoso y monumental cuadro “La Proclamación de la Constitución de 1812”, obra del pintor Salvador Viniegra y Lasso de la Vega, que se conserva en el Museo Municipal gaditano (calle Santa Inés).

Según cuenta Francisco Orgambides, en el Diario de Cádiz de hoy, la obra no estuvo en su tiempo exenta de críticas. El cuadro fue el último de gran formato que pintó, por concurso, el artista gaditano, nieto de Gaspar de Molina, tercer marqués de Ureña. Una de las primeras obras de Viniegra fue “Entrada en dique del vapor Alfonso XII”, adquirido por el marqués de Comillas. Otra obra famosa fue “La bendición de los Campos”, premiada con medalla de oro en las exposiciones de Viena y Munich de 1888. Otros trabajos suyos fueron “El compromiso de Caspe” o “El encantador de serpientes”.

Pasado mañana, día de San José, en Cádiz celebraremos el aniversario de nuestra constitución, con diversos actos oficiales por parte del Ayuntamiento (homenaje a la constitución en Plaza de España) y de la Diputación Provincial (celebración del Día de la Provincia y entrega de medallas a particulares y entidades).

Y aunque no somos consumidores de juegos de azar, hoy hemos comprado este bello cupón dedicado a la promulgación de la Constitución gaditana, con el fin de conservar como recuerdo esta iniciativa de la ONCE.

domingo, 14 de marzo de 2010

Entrega de despachos a los nuevos Voluntarios Distinguidos

Día soleado por fin. Mi agenda gaditana decía: sábado 13 de marzo a las 12, Sala de Plenos del Ayuntamiento, entrega de despachos a los nuevos miembros del Regimiento de Voluntarios Distinguidos de Cádiz, Artilleros Voluntarios de Puntales y Milicia Nacional junto a la Unidad de Música. Un acto muy especial sin duda, preparatorio para los actos del 2012. Y el batallón tiene previsto desfilar saliendo a las 11 desde el Castillo de Santa Catalina hacia San Juan de Dios.

Primero la obligación y luego la devoción; en la cocina, un choco de tamaño respetable, me espera para ser lidiado hasta convertirse en guiso aromático y humeante y envidia de vecinos. Esta tarea me lleva su tiempo. Luego me toca comprar, pues no tengo ni fruta ni verduras. Con todo, salgo al encuentro de los Voluntarios más tarde de lo previsto.
La policía local espera sin ningún estrés y en grupito la llegada del batallón. Les pregunto y me informan que los soldados salieron con algo de retraso. Poniente en Cádiz asociado con un sol optimista, que aquí hace mucha falta. El muelle luce con los grandes barcos de Canarias y turistas franceses de ojos claros pasean por nuestras calles. El centro de la plaza de San Juan de Dios está despejado para esperar a los doceañistas. Me da tiempo a comprar jamón cocido y manzanilla en rama. Allá que voy.

Ya vienen, se oye la marcha militar por la calle San Francisco. Música con pasado europeo para acompañar a los Voluntarios: la magnífica formación de la Banda Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María. Con tambores y flautas, interpreta con excelencia sones militares decimonónicos que nos transportan … ¡Qué buena idea! Aquí empiezan mis fotos, desde la calle Nueva, donde en el XVIII, nuestro siglo de oro, se hablaban todas las lenguas del mundo. Llegan los Voluntarios a la Plaza, y allí, en formación, esperan a que la Alcaldesa y primer edil pasen revista. La gente en la calle alucina, y amenaza con cámaras y móviles.

Tras el recorrido visual aprobatorio de la regidora de los tres ejércitos gaditanos, el batallón entra en la casa consistorial. Hércules y sus leones los saludan, como desde hace 3.000 años. Los del pueblo también entramos. Y en el Salón de Plenos, uno a uno, los soldados son llamados por su nombre para recibir de manos de Martínez el despacho que prueba pertenecer al grupo de recreación del cuerpo de Voluntarios Distinguidos de Cádiz, Artilleros Voluntarios de Puntales, Milicia Nacional y Unidad de Música. Aquello es como el salón de nuestra casa.

Palabras del general Velázquez, -ideólogo e instigador de este magnífico proyecto- aluden a un proyecto ideado hace tres años, en los que ha ido aumentando sus efectivos, y que culminará en el año 2012, ambientando y rindiendo honores a personalidades y Jefes de Estado en los actos previstos del Bicentenario de nuestra Constitución. El general expone a la alcaldesa que tiene ante sí tal vez el mejor cuerpo de recreación histórica de España. Y tras ver el desfile del sábado, yo también lo creo.

Lurdes y Ana, se hacen cargo de los documentos recibidos por los soldados para que puedan continuar su desfile con comodidad. María Ángeles, Tere y otra señora desconocida, también tienen papas con chocos para comer hoy. El menú nos une. Tras una cerveza y algún refresco con minimontadito, se reanuda el desfile ya de vuelta al castillo. Caminan tras los soldados algunas mujeres ataviadas de 1812 (y yo con estos vaqueros…..)

Excelente puesta en escena la del desfile de nuestro batallón de Voluntarios para el acto celebrado en el Ayuntamiento. Cual guía improvisado, expliqué a quienes me preguntaban por este desfile histórico. Camino de mi casa, bajo el sol y con mi jamón cocido, me cruzo con una pareja de surferos con tabla incluida. Cádiz para disfrutar. Nuestro 1812 se lo merece todo. Enhorabuena al batallón.

Vídeo desfile junto al Teatro Falla
Os recomiendo este blog para estar al día : Lapepahoy

Adolfo Morales, también Voluntario, nos hace llegar este fragmento de ordenanza de 1810:

ORDEN AL CUERPO DE VOLUNTARIOS DISTINGUIDOS, de D. Manuel Francisco de Jauregui, fechado en Cádiz a 13 de diciembre de 1810.


“Por último encargo mui particularmente á los Comandantes de puestos que cuiden con la mayor diligencia que los voluntarios solo estén ausentes de ellos el tiempo prefixado para las comidas, á que irán por tercias partes, y que de todo defecto que notasen me den prontos y circunstanciados avisos para la competente imposición de la pena merecida; entendiéndose por punto general que qualquiera ausencia por, leve que sea, de los puestosf á mas de la permitida paralas comidas, se castigará con doble tiempo de centinela del que durase la falta, no pasando esta de tres horas: el esceso desde tres horas, hasta seis se graduará por falta obsoluta al servicio de aquel dia; y corrido dicho término se juzgará por abandono de guardia. Cádiz 13 de Diciembre de 1810.”Manuel Francisco de Jauregui*


martes, 9 de marzo de 2010

Tapear en Cádiz a base de maritatas

Comenzó el pasado 1 de marzo una nueva edición (la segunda) de la “Senda de las Maritatas”, una ruta gastronómica que organiza la Oficina del Bicentenario 1810-1812 y Eventos de la Diputación de Cádiz, con motivo de los actos conmemorativos y preparatorios del Bicentenario de nuestra Constitución. Durará hasta el 18 de abril, y nosotros, sin probar todavía ni una sola de estas tapitas o minibocaditos maravillosos, inspirados en recetas del Cádiz de 1812.

Ya comenté el año pasado que esta palabra tan gaditana se refería a cosas pequeñas, menudas y también sin valor. Mi madre nos aconsejaba: “compraos menos ropa pero de mejor calidad, y no tantas maritatas…” Dicen que en América también significa lo mismo.

En el caso que nos ocupa, se busca diferenciar un evento gastronómico en las ciudades de Cádiz, Chiclana, Puerto Real y San Fernando, donde 51 establecimientos han presentado 145 maritatas distintas, que en algunos casos recuperan los platos antiguos de principios del siglo XIX. El año pasado supo a poco tras el éxito obtenido.

El Blog Cocina Gaditana del Doce tiene toda la información y en Diario de Cádiz se cuenta cómo conseguir la cartilla necesaria para realizar la senda con rigurosidad. También nuestros amigos de Tubal hablan de la Senda de las Maritatas. En cuanto hayamos visitado alguno de estos bares o restaurantes, daremos el oportuno report, como se dice ahora.


martes, 26 de enero de 2010

Ayer y hoy del Colegio de la Compañía de María

Entre 1810 y 1812 sirvió a la España invadida por Napoleón convirtiéndose en sede del Consejo de la Regencia. El edificio, construido en 1760, mantiene aún su estructura barroca básica. El pasado lunes 25 de enero abrió sus puertas tras una reciente restauración, que incluía fachada, dependencias anejas con recreación y el retablo de la capilla, realizada con motivo de la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812. De este modo, el Colegio de la Compañía de María de San Fernando (Cádiz) se convertirá en un espacio museístico más dentro de la llamada “Ruta de las Cortes”, pues su interior alberga valiosa información sobre una época crucial en la historia de España. Espero poder visitar pronto este lugar. (Foto de la Voz Digital)


Pero el Colegio de la Compañía de María tiene alguna que otra vinculación con nosotros. Las hermanas de mi padre fueron alumnas en ese colegio en los años previos a la guerra. Recordaban que en el centro existían incluso pistas de tenis y un amplio huerto que cuidaban las monjas, entonces de clausura. También –en otra generación- estudiaron algunas de mis primas, que al ingresar debían aportar –entre otras cosas- su propio cubierto de plata.


Pero el recuerdo se hace entrañable y hasta místico, cuando evoco que allí estuvo como monja de clausura una tía de mi padre, llamada María Ángeles Pedrejón, que calculo nacería allá por 1893. Contaban que había ingresado en el convento con 18 años, tras enfermar gravemente de viruela, tanto que temían por su vida; y sobrevivió aunque su cara quedó inevitablemente marcada por la enfermedad, cuando empezaba a presumir. Decidió hacerse monja, aunque no tuvo dote alguno que aportar. Allí estuvo hasta que murió –en los años 70, y creo que fue la última que se enterró en la cripta del convento.


Recuerdo cómo una vez al año íbamos a visitarla al convento. Cogíamos el tranvía a San Fernando, que daba la impresión de caminar sobre el agua, entre la bahía y la playa. También divisábamos desde la ventanilla los esteros de las salinas, que resplandecían blancos de sal. Ya en el convento, se anunciaba nuestra visita, y al poco ella entraba en una salita o terraza preparada al efecto, con dos sillitas de enea y macetas alrededor. La tía María siempre tenía un regalo para mí: una pelotita de goma, algún muñequito de trapo… pero aún conservo un zapatito de plástico hecho y pintado por ella, preparado para colocar agujas y alfileres. Nuestra tía siempre estaba contenta, sonriente, y era de un natural bondadoso. También guardo su rosario y algunas cartas manuscritas.


Tras esta aportación familiar a la memoria del Colegio de la Compañía de María, cargado de arte e historia y hoy declarado edificio constitucional, animo a visitar la ciudad de San Fernando en este su año del Bicentenario, pues tiene mucho que ofrecer a los visitantes. La ciudad era una de las tres islas que constituían Gadir o Gades, para fenicios y romanos respectivamente, bajo el nombre de Antípollis. Y hay que recordar que hasta 1729, en tiempos de Felipe V, era un barrio más de Cádiz, nombrándose entonces su primer ayuntamiento, y que en 1766 pasó a llamarse Villa de la Real Isla de León. La llegada de los Borbones en el Siglo XVIII trajo a la ciudad una gran época de esplendor. La hora oficial del país se fija en su Real Instituto y Observatorio de la Armada.


La tía María Ángeles fue para nuestra familia un ejemplo de vida atípica, en un colegio emblemático dedicado a las jóvenes de la alta sociedad. Pero a nosotros nos dejó un ejemplo de bondad, humildad, respeto y dignidad en su vida dentro de la comunidad del convento de clausura, a pesar de su condición de pobreza. Según mi padre, el día de su muerte olía a rosas junto a su tumba. El zapatito que me regaló ha sobrevivido a los años (más de cuarenta) y continúa en mi costurero conteniendo agujas y alfileres.


Más información: la Voz Digital y Diario de Cádiz
 
Vídeo institucional Bicentenario San Fernando

martes, 8 de diciembre de 2009

El Bicentenario con luz y sonido

La Catedral nueva de Cádiz acogió las tardes-noche del 4 y 5 de diciembre un espectáculo multimedia de luz y sonido, proyectado sobre su fachada principal, bajo el nombre de “Las luces de la Libertad”. El evento estuvo organizado por el Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, y está enmarcado en la Semana Constitucional dedicada a nuestra Carta Magna vigente, la de 1978.

La plaza de la Catedral se llenó de toda clase de público para los tres pases que hubo cada día, aplaudiendo con entusiasmo a un espectáculo, que “busca representar nuestro pasado con las técnicas del futuro” en palabras de sus promotores. Consistió en una fuente cibernética con tecnología láser, en la que se proyectaron los efectos pirotécnicos, y junto a ella, dos pantallas gigantes. El montaje permitió, además de iluminar artísticamente la fachada del emblemático edificio gaditano, un espectáculo de sonido con música clásica.
En ‘Las luces de la libertad’, los espectadores realizan un viaje por el tiempo desde la Guerra de la Independencia contra Francia, las Cortes de la Isla de León en 1810, o algunos artículos de la Constitución doceañista. La humedad de la noche gaditana no restó brillantez al acto, y allí estuvimos.

Está previsto continuar con estas espectaculares iniciativas de luz y sonido en otros lugares del la capital gaditana.

Las fotos son de mi amiga Tere Sánchez, y podéis ver sus trabajos fotográficos gaditanos en esta página.

miércoles, 5 de agosto de 2009

El Bicentenario en el Vaporcito

Aunque más típico no lo hay, esta vez el vaporcito de El Puerto está siendo el medio utilizado para visitar el saco interior de la bahía de Cádiz. Su objetivo: mostrar el escenario del asedio francés a la ciudad de Cádiz en 1810-12. Todo ello con la narración en clave de humor del grupo de animación gaditano Animarte. La excursión, bajo el título "La Singladura de las Libertades" está organizada por la Diputación de Cádiz, a través de su oficina del Bicentenario, y la recomiendo.

Nuestros atentos amigos de Tubal nos apuntaron a la visita. Así, con un día soleado y con el viento justo para navegar, embarcamos en este simpático navío -declarado BIC pero en apuros económicos- y que se sigue comiendo literalmente la bahía sobre sus aguas plateadas y azules….

Así, en el viaje pudimos contemplar los pilares del futuro segundo puente sobre la bahía, ya bastante avanzado, la Base de San Lorenzo de El P
untal, heroicamente defendida contra el invasor, el islote de El Trocadero (famosa por la batalla de los cien mil hijos de San Luis) en el que aún quedan ruinas del fuerte, y el antiguo castillo de Matagorda hoy apenas visible. También pudimos rodear el pequeño faro de la Galeona, (antes llamado de las Puercas), en cuya cima se ha colocado la réplica de bronce de esta virgen emblemática para los navegantes, para contemplar la bella fachada de la iglesia de El Carmen. En este templo, el 19 de marzo de 1812, tras promulgar la Constitución, se rezó un solemne tedeum, ya que ofrecía más seguridad que la catedral, ante el asedio de la ciudad.

Y en suma, gracias a la narración del grupo Animarte, nos pudimos hacer una idea más concreta de los movimientos defensivos llevadas a cabo en diferentes puntos de la bahía, contra un ejército -el mejor del mundo- interesado en hacer de Cádiz un segundo Gibraltar.
El viaje fue de lo más distendido, con un grupo de turistas -la mayoría gaditanos- pertrechado con abundante condumio de lo más apetecible: tortillitas de camarones, queso manchego y varias botellas de manzanilla fresquita, que justifican la presencia de Comeencasa en esta singladura. La explicación de los guías acaba con la audición del pasodoble de la comparsa de Paco Alba dedicada al Vaporcito, que todo gaditano/a que se precie debe conocer con letra incluida.

La singladura de las libertades es sin duda una gran ocasión para disfrutar pero también para conocer cómo fue –desde tierra y desde el mar- un asedio que duró más de dos años. Posiblemente el levante pudo más que Napoleón, pues el 24 de agosto de 1812 el ejército imperial se retiró y liberó a la ciudad.


Nueva etiqueta para el Bicentenario

La conmemoración del nacimiento de la Constititución de 1812 dentro de dos años es una gran noticia para todos los gaditanos, y sin duda una gran ocasión para poner en valor la esencia del gaditanismo, debido a nuestro papel en ese capítulo de la historia de España. Y la creación del Consorcio para el Bicentenario, como máximo organo gestor de esta efeméride, una garantía de que las administraciones central y local se están involucrando totalmente en este proyecto.

Como consecuencia, son cada vez más numerosos los actos relacionados con la organización del Bicentenario de la constitución de 1812. Concretamente durante el año actual se han sucedido diferentes eventos culturales que van referenciando una época de gran significado político y social, que tuvo lugar en las ciudades de Cádiz y San Fernando.

Un Aula de Gastronomía del Doce, homenajes con recreación histórica, exposiciones, presentaciones literarias, iniciativas turísticas, incluso recetas de cocina de 1812 son pequeños ejemplos preparatorios de otros actos mucho más relevantes que tendrán lugar de aquí a 2012, y que pretenden ir haciendo boca para la celebración. Una oportunidad económica única para Cádiz y la Bahía.

Desde comeencasa.org ya hemos asistido a algunos de estos actos predoceañistas, dando buena cuenta -aunque sin pretensiones- en textos e imágenes. Por eso ahora hemos agrupado todos estas noticias para su mejor localización en una sección del blog, y no solo las relacionadas con la magnífica gastrononía del Doce. Creo que todas estas iniciativas servirán para dar prestigio a la ciudad de Cádiz, pero es necesario que todos los gaditanos nos involucremos en ellas. La etiqueta: Cádiz 1812, lo más importante que nos ha ocurrido en 200 años.

jueves, 30 de julio de 2009

Bicentenario en la bahía a dos voces

Voz Oficial.- Desde el pasado 28 de julio, la Barriada de la Paz y el barrio de Puntales ya son escenario oficial de los actos del Bicentenario de la Constitución de Cádiz. Dos respectivos actos de homenaje a los artilleros que lucharon por defender nuestra costa urbana vecinal, hará que los gaditanos de Puerta Tierra puedan involucrarse un poco más en la esencia de lo que significó el Doce para una ciudad como Cádiz.

La tarde comenzó con un vistoso desfile que partió del patio de la Fundación Tartessos en la calle Trille, formado por la recreación histórica de los Milicianos Nacionales, Voluntarios Distinguidos y Artilleros de Extramuros, incorporándose también los escopeteros de San Fernando. Detrás de los soldados del doce, un colorista grupo de mujeres y niños ataviados según la época.



El primer homenaje tuvo lugar en la Barriada, donde se condecoró a siete artilleros de Extramuros –con nombres y apellidos del Doce-, dando título a una plaza de la zona, que pasará a llamarse Hospital Real Segunda Aguada. Continuó el desfile hacia el barrio de Puntales, actualmente celebrando su semana cultural. Allí estaba previsto el segundo homenaje a los soldados que defendieron con su vida el histórico baluarte de San Lorenzo de El Puntal. Se hizo la correspondiente ofrenda floral en la lápida donde figuran los artilleros desaparecidos en aquel largo asedio francés. La banda de música de la base naval de Puntales interpretó algunas alegres marchas militares, continuando con la ceremonia del adiós a la bandera nacional. Terminó el acto con el desfile de Voluntarios, Milicianos, escopeteros y pueblo, por delante de autoridades civiles y militares.

Voz del pueblo.- "Soy Carmen Toscano Cavana, y el pasado 28 de julio de 1814 seguí a mi hijo Jorge, Voluntario Distinguido de Cádiz, en el desfile y actos de homenaje a los artilleros que defendieron la costa gaditana del ejército francés, en la Barriada de La Paz (Segunda Aguada) y el barrio de Puntales, en Puerta Tierra. No estoy acostumbrada a traspasar las murallas, pero una vez finalizado el asedio a la ciudad, ya se podía caminar tranquilamente por estos parajes.

Junto a milicianos nacionales, voluntarios distinguidos y artilleros de Extramuros, o también llamados Guacamayos y Lechuguinos, según los colores de sus levitas, conocí a un alegre grupo de mujeres y niños de la Isla de León. Ellas son trabajadoras de las salinas, que vienen a acompañar a sus maridos, los escopeteros, que también plantaron cara al francés desde los esteros. He visto que se sienten muy gaditanos a pesar de vivir tan lejos, en una villa que ya tiene título de ciudad, San Fernando.

Al desfilar, la gente nos miraba por las calles con asombro. El primer acto de homenaje en la plaza del Real Hospital de la Segunda Aguada fue adecuado, aunque, en los balcones, un vecino sin pudor estaba asomado sin camisa a pesar de la solemnidad del momento, mientras los condecorados recibían con orgullo las insignias de mano de la autoridad militar.
Nuevamente nos pusimos en marcha hacia el barrio de Puntales, ya no tan lejos con tanto asfalto, rotondas (dos palabras nuevas para mí) y un Mercadona (tengo que venir a conocerlo). Por el camino ya no encontré como antes a bodegueros, hortelanos o panaderos de Extramuros. En cambio, vi mucha ropa tendida en ventanas y balcones exteriores de las casas, lo que me pareció muy poco decoroso, pues afea la belleza de los edificios y muestra algo que debe pertenecer a la intimidad familiar.

A la entrada de Puntales, los amables vecinos nos ofrecieron agua en una especie de casa de postas muy limpia y llena de placas conmemorativas. Pero una vez dentro, el barrio estaba igual que una feria, esperándonos con mantones y reposteros colgando de sus balcones, en pisos costeados –me consta- con trabajo y sudor. Y ocurrió que, de aquellas ventanas y balcones asomaron cabezas femeninas con madroñeras, que, al vernos, gritaron “¡vivan las mujeres valientes! ¡a por los franceses!, y entonces bajaron a la calle y se mezclaron con soldados y pueblo y todos comenzamos a cantar “con las bombas que tiran….”. La libertad de Cádiz en un tanguillo. Alegría ante las adversidades, como el monaguillo campanero de San Francisco que daba cortes de manga cuando caía al mar la última bomba enviada por los franceses. Daba igual ser rico que pobre, Cádiz estuvo unido frente al invasor. Y nuestro Doce no necesitó más argumentos. En 1812 nos jugábamos las escrituras de propiedad del país.

Ofrenda floral a los artilleros muertos en el fuerte de Puntales, según decreto del Rey Don Fernando VII, cuando morir era un trámite más del soldado. La música del himno nacional -aún no la conocía-, suave, lento, nos recordó que ser patriota no es ser fanático ni exaltado, sino leal y servicial a nuestros principios y a nuestra historia, con buena voluntad y nobleza. El desfile de voluntarios arranca aplausos, y mi traje causa sensación. (Tengo una excelente modista, Sofía, de Cádiz).

De vuelta a Intramuros, a nuestras casas, llevo los zapatos con mezcla de tierra de la bahía, y aunque he sido crítica con mi ciudad como mi paisano Cadalso, llevo sobre todo el orgullo del Doce, que me gustaría que compartieran y sintieran todos los ciudadanos de Cádiz".



(En recuerdo de nuestro escritor Fernando Quiñones y su obra "El coro a dos voces").