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martes, 13 de julio de 2010

El canasto

Al amanecer del 1 de julio el autobús lleva en su barriga sombrillas publicitarias, cajas con bocadillos y refrescos vulgares. Me esperan (hoy de vacaciones, claro), salimos y paramos en un lugar inexistente, sin calles, sin un código postal. No sé si existen sus habitantes, pero salen de esas chabolas inmundas –al menos por fuera- y suben al vehículo y además dan los buenos días (algunos de mis vecinos no).
El joven conductor del bus observa el pasaje, y tal como lo piensa lo dice: ¿qué hacen a bordo gitanos tan gitanos junto a pijos con politos sin fronteras? (como el mío). Se lo explicamos; acompañamos a la playa al grupo de familias de barriadas marginales sevillanas como ésta, que viven bajo el puente de San Juan de Aznalfarache. Será un día, unas horas más bien, junto al mar y las olas. El chófer –Joaquín- lo entiende y sonríe. ¡qué tío más enrollao oye!
Jorge Morillo, responsable de la Asociación Educar en la Calle, educador y organizador de estas refrescantes excursiones pone el vídeo ‘institucional’, hecho en El Vacie hace algunos años, y que muestra, con fondo musical de flamenquito camaronés las duras condiciones de vida de estos núcleos chabolistas sevillanos, pero también el trabajo que hace con los niños, enseñándoles a jugar al fútbol y a aprender los valores del deporte. Jorge dice que con ellos no trabaja nadie….
Hay sorteo de regalitos publicitarios; triunfan unas chanclas del Betis sin lopera, pero también hay camisetas y gorras de Cajasol. A mí me toca una casita de plástico, que me recuerda a la Rue del 13 Percebe, cosas de mis tiempos….

Llegamos a Cádiz y vamos del tirón al Ayuntamiento. Antes me convierto en guía turística micro en mano, con lo que me gusta a mí este Cádiz. Los Scanners (bueno, detectores) en la recepción de la casa consistorial revelan que estos gitanos son buena gente, aunque tal vez alguno esté en busca y captura… y los policías locales sonríen, como la ciudad. Todos al salón regio, recibe el concejal de Asuntos Sociales y finaliza el acto con la alcaldesa. Hay que agradecerles su tiempo sin duda. Me pregunto qué pasará por sus cabezas morenas tras escuchar a estos ediles peperianos....

Hago mi trabajo: atiendo al gabinete de prensa municipal y a los fotógrafos que cubren la noticia. Los niños reciben chuches (esta vez no se le olvidó al ayuntamiento). Hay que coger el autobús rápidamente que espera. ¿por qué no dar una vueltecita a Cádiz en ochenta segundos?. Pues no, dice el conductor que no cabe bajo las murallas de San Carlos, otro día veremos La Caleta.
Les explico que acamparemos en el mejor sitio de la playa: dónde están los servicios, los chiringuitos, los botiquines, y …la policía. “¡Mejor no, dicen ellos! Esto último no es necesario”….. Antes de bajar del bus, reparto de sombrillas, bocatas y refrescos por familia, esto sí que es gestión de la crisis, aprende, Zapatero.

Alguien sale de un bar –, encargado y camarera- y comentan que esos bocatas los pagamos entre todos.! ¿no pagamos también los coches oficiales y las comilonas de los políticos?

Desfile organizado por las pailas al entrar en la mejor playa del sur; ellas, ellos y sus hijos. Pinchado de sombrillas, extendido de toallas descoloridas, y….. descubro colgado del brazo moreno y redondo de una gitana un canasto, un modesto y limpio canasto forrado, como los de antes, los que se llevaban a merendar al campo. Estos gitanos son de campo abierto en Sevilla.

El canasto lleva de todo: pollo frito, filetitos de cerdo, pimientos asados, todo ello en unas fiambreras de aluminio, como las antiguas y con unos paños de cocina limpios. Me invitan a probar el pollo, que estaba riquísimo. Hoy ellos me han pagado la comida, se lo diré a los impertinentes del bar….

Mientras les agradezco su generosidad, los gitanos presumen de laboriosidad, pues tuvieron que preparar las viandas ayer por la noche, eso para ellos es una excepción, para mí lo normal.

Baños y espuma para niños y mayores. Las gitanas no se bañan, solo mojan sus largas faldas estampadas; hoy la playa está genial, sin viento alguno y con marea baja. A las cinco todos al autobús, quieren visitar la tumba de Camarón en San Fernando. Pero llegan a La Isla y está cerrado el cementerio ya con horario de verano. Lástima, era su gran ilusión. Otra vez será.

Vuelta a casa, vuelta al calor, vuelta al polverío de un solar inmundo, vuelta a la inexistencia. Pero ya tienen algo que contar este verano. La Fundación Telefónica sufragó su excursión. Y ellos aportaron un canasto lleno de filetes, de pan, de cuchillos mohosos pero en uso, y de paños descoloridos pero limpios. Realmente, el pasado jueves, entre tanta marginalidad y pobreza, un canasto consiguió emocionarme. Al menos para la gastronomía, es el principio de una cierta dignidad.


domingo, 20 de septiembre de 2009

Torneo Solidario de Wii en el Claret de Sevilla

Los días 25, 26 y 27 de septiembre tendrá lugar un torneo solidario de Wii, organizado por la ONGD Proclade (Claretianos), en el sevillano Colegio Claret, a beneficio del proyecto Educar en la Calle, que trabaja con los niños y familias de barriadas marginales y asentamientos chabolistas, dirigido por el educador de calle Jorge Morillo, en Sevilla.

El evento se ha organizado espectacularmente con mil patrocinadores, y se espera la inscripción de más de 700 personas. Además de zonas de juegos, con las maquinas nintendo y wii, habrá barras para bebidas y bocadillos, tiendas de comercio justo y chuches, todo ello en el Pabellón de Deportes del Colegio Claret.

Aquellos chavales o mayores que sepan jugar muy bien a la Wii podrían actuar de jueces de manera altruista en los campeonatos. Los interesados/as tenéis más información en www.porvenir10.com/torneosolidario.

El torneo puede ser un bombazo en Sevilla, y desde luego será un impresionante apoyo económico a la labor de la ONG que dirige Jorge Morillo, que con escasos recursos, acaba de cumplir 25 años trabajando con estos asentamientos marginales sevillanos. En este proyecto, la práctica del deporte del fútbol está sirviendo de vehículo transmisor de valores positivos para estos niños y familias en general.

Si sabes jugar a la Wii y tienes entre 5 y 90 años, puedes inscribirte por 5 euros en cada campeonato y 8 euros para tenis por pareja. Te esperamos el fin de semana en el Claret, va a ser emocionante.

lunes, 20 de julio de 2009

Veraneantes por un día

Muy temprano cruzaron los 500 metros que separan su mundo infernal de la autovía civilizada, para subir al autobús que les esperaba, donde el educador Jorge Morillo pasó lista: son cuarenta y uno en total, familias enteras de la Sevilla chabolista que hoy podrán sumergirse en el mar de Cádiz.
Autobús averiado, la mecánica tampoco está de su parte. Hay que esperar otro, pasar más calor y perder dos horas de veraneo. A lo lejos, sus chabolas, indignas, con perros sueltos, ratas escondidas y basura insolente. Tal vez al volver de la excursión no las encuentren en pie, porque ya las autoridades están amenazando….difícil arreglo.
Llega otro autocar y éste funciona. Vaya, vaya, hoy hay playa, algunos no conocen el mar. Ya sentados, controlados, van contentos. Jorge les pone una película, sortea regalitos, hay guasa en los premiados. Pero vamos camino de Cádiz, hoy olvidaremos el calor de Sevilla y la vida al límite de estos meses.

La Concejala de Familia les espera en la puerta del Ayuntamiento gaditano, donde hasta los policías locales sonríen. Agrupémonos todos en la recepción final, al Salón de Plenos de cabeza. Un gitano alegre sin camiseta, “¡ponte alguna hombre!”, pues nada, de esta guisa se coloca el muchacho en la primera fila de butacas del vetusto salón capitular. El hombre feliz del cuento no tenía camisa…

La alcaldesa de Cádiz, negocia con su agenda y el retraso en llegar del grupo sevillano, y acude a recibirlos. Gracias Teo, ha regalado una tarta de la pastelería “La Gloria” por los 25 años de vida de la ONG más pequeña del mundo, “Educar en la Calle”, que trabaja con estos colectivos marginales. Con la regidora, los chabolistas hablan de sus desgracias, de cómo tuvieron que dejar sus casas, sus camas y sus cacerolas al salir huyendo de una venganza anunciada por la ley calé. ¿Quién arregla esto?... El Betis jugará esta temporada con el Cádiz.
La playa espera. Cajas de cartón con bocadillos de queso, carne mechá y jamón cocido, patatas fritas y latas de refrescos. Reparto por familia, y no sobra nada, aunque faltan bañadores para los niños. Empiezan a clavarse sombrillas en la arena. Jorge, educador de calle con 25 años de experiencia, ha organizado nueve excursiones para que familias como éstas puedan disfrutar de un solo día de veraneo al año, gracias a la colaboración económica de la Caja de Ahorros Cajasol.


Carmen, (hoy es su santo), guapa dependienta de una freiduría identifica a Jorge, lo vio en el programa “Callejeros” y lo admira. Y eso es prueba de que en la vida no está todo el pescao vendío, sino que queda magia por comercializar. Jorge Morillo y Educar en la Calle es una marca universal, la de los marginados.

Le pregunto a Aurora, una de las madres gitanas, qué prepara para comer en aquel solar inmundo donde ahora viven su destierro diario: ella me responde con naturalidad: potajes, mucho cuchareo. Ollas que hierven a la intemperie, como pueden. Son buenas personas. De sus casas tapiadas también les robaron. Solo tienen lo puesto. Asco de mundo salvaje y sin escrúpulos, donde la fuerza sustituye a la razón.

A las cinco y media cierre de sombrillas y recogida del campamento playero. Los niños no han salido del agua gaditana, de orilla larga y espumosa. Terminó su veraneo. De vuelta a su “ciudad”, ha habido suerte y siguen allí sus casas. Jorge Morillo ha repartido con habilidad una tarta entre cuarenta y una personas. La tarta de la igualdad aún no se ha compartido con ellos.

jueves, 21 de mayo de 2009

Champion League en el "Campo de la Esperanza"

El pasado martes tuvo lugar en Sevilla un evento deportivo importante por sí mismo. El protagonista fue un campo de fútbol cutre, sin gradas, sin marcadores, con piedras a modo de portería, líneas hechas a mano y con chavales jugando descalzos y con camisetas regaladas. Pero en realidad se inauguró un espacio ganado a la miseria, de droga, de atraso, de machismo y de intolerancia. Entre el grupo de espectadores, chicos y chicas de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Pablo de Olavide, con su vicerrector al frente, José Luis Sarasola. El promotor del “estadio”, Jorge Morillo, responsable de la asociación Educar en la Calle.

“Campo de la Esperanza” es el nombre escogido por Jorge para esta humilde ciudad deportiva, que consiguió gracias a la limpieza realizada por las palas de la obra del metro sevillano, obteniendo un trozo de terreno con las dimensiones de un campo de fútbol. Y así fue, y nació un lugar libre de los malos humos de la infravivienda, analfabetismo y de un chabolismo endémico, y todo ello para que jueguen los niños y niñas que malviven en el entorno del puente cerrado de San Juan de Aznalfarache, más de cien en la actualidad, en una situación de auténtica emergencia sanitaria.

El pasado 29 de marzo, un tiroteo en la barriada de las Tres Mil Viviendas, auténtico gueto de marginalidad, al parecer por un ajuste de cuentas por asuntos de droga entre familias, acabó con la vida de un joven de 17 años. Las familias del homicida, tras el altercado, abandonaron sus domicilios con lo puesto para evitar una “venganza”, tapiaron sus casas y se refugiaron en los terrenos junto al puente de San Juan, improvisando chabolas sin los servicios básicos de agua, luz o alcantarillado.

Un total de cuatrocientas personas salieron huyendo para instalarse en ese descampado insalubre, aumentando el censo ilegal de los que –en menor número- ya ocupaban esos terrenos sin urbanizar, con ciertas “condiciones de comodidad” (camas, estanterías, lavadoras, alguna nevería y cocina de butano). Pero los últimos “colonos” incorporados carecen de colchones, platos, ropa para cambiarse y cacharros de cocina.

Dos partos se han producido ya en el propio asentamiento desde que llegaron estas familias, hace cuarenta y cinco días. Necesitan cunas, carritos de bebé y colchones y también ropa; los niños van desnudos y descalzos, y la mugre y las moscas campan a sus anchas; lógico, pues el agua está a varios kilómetros de allí. La ciudad de Sevilla tiene AVE, metro, espacios culturales y escénicos y una imagen universal. Pero también tiene este infierno, campo de refugiados de auténtico desastre humanitario.

El primer partido de fútbol celebrado en el “Campo de la Esperanza” fue un triunfo para la ONG que pilota el educador de calle Jorge Morillo. La secuencia del acto de inauguración comenzó dotando de equipación a niños sucios que ahora no pueden ir a clase, no tienen juguetes para entretenerse ni culpa del comportamiento de sus padres. Fue fácil fijar la alineación y distribuir los puestos entre los pequeños jugadores y jugadoras mezclados en la etnia gitana, todo un triunfo: el primer gol lo marcó una niña, siendo aplaudida por todos.

Comeencasa no puede olvidar su crónica de la merienda, tras los penalties, gracias al Banco de Alimentos. Eran refrescos muy fríos, batidos, galletas y chuches. Y un trofeo muy grande para el ganador de esta Champion League. ¿Esperanza o vergüenza?

viernes, 9 de enero de 2009

Crónica "jartible" de Melchor

Tarde del 6 de enero y los Reyes Magos sin cuadrar. Sobran juguetes. Aquí pasa algo, seguro que por la puñetera subcontratación para las entregas. El ojo del amo…. Faltaban los niños del puente de San Juan en Sevilla, inexistentes para el catastro. Pero el ordenador sentimental de Jorge Morillo lo sabe todo, y allá fueron Sus Majestades, surcando caminos infames, encharcados, inhóspitos, a repartir el resto de juguetes. Los niños salen corriendo a recibirlos. Eso no tiene precio.
La hierba que dejó la lluvia en el terreno engaña, pues sigue la misma miseria, aunque hoy soleada. La basura arde contra las ratas, que van a la suyo. Y allí, Canal Sur con toda su artillería, para no perderse una. De los capós de los coches salen bolsas negras numeradas. Hay que imponer el orden, los apellidos se repiten.

Toses infantiles en un Bronx sevillano, pero también tosen los niños más allá del puente, los que huelen a Nenuco. Rosa, la matriarca, trae el respeto al turno para recibir el juguete. Primero entrega Melchor, que no puede hablar pues escuchó de una niña “tú eres una mujer….”. Siguen Gaspar y Baltasar, que saben conversar con los niños. Algunos deberían aprender…

Acaba la entrega: muñecas con carritos para gemelos, balones de fútbol y triciclos de plástico. Allí se juega como en todos sitios. Para los bebés, un muñeco musical, para una cuna que no tienen, duermen con sus padres, el frío no da para más. Del coche-altar de Jorge Morillo salen roscones de reyes para dar suerte a los mayores. Y una gran tarta festeja con los niños los 24 eneros de entrega de “Educar en la calle”.

Tarde con vida bajo un puente muerto. A mil metros otro puente vivo no para de parir coches, pero ninguno nos mira. Los balones vuelan por lo alto, juega el Real Belén FC. Las madres están contentas solo por ser madres, pero hoy más. Aparecen algunos padres con furgonetas sucias, que vuelven a sus poblados. Los medios han grabado Reyes, juguetes y niños en interacción pero sin domicilio.

Cuesta trabajo salir de allí, pero nuestros ateridos pies lo piden. Los abandonamos a su suerte el día más frío del año, hay que volver a nuestra mesita camilla calentita y civilizada. El cercano río Guadalquivir hoy va muy rápido, y las fogatas defensoras nos despiden desde lejos.

El taxi me devuelve a la realidad y a mi casa. No resisto la tentación de contarle al conductor mi experiencia, y él me cuenta la suya: su juguete favorito de niño fue un garaje. Todos tenemos limpios recuerdos. ¡Qué buen trabajo ser Rey Melchor!(o Melchora) Mientras haya ilusión, hay esperanza… en lo mucho que queda por hacer, en vivienda, en colegios, en cultura y en dignidad. Pero yo sé de buena tinta que el amor está en el aire y ése podrá con todo. Los guantes blancos que usé, ya en mi bolso, probarán la realidad y la magia de un sueño “real” vivido, un sueño de amor marginal.

(¡Ah! y hemos hecho fijo al Paje, que se lo merece)

sábado, 27 de septiembre de 2008

“Tú sí que pintas” y el decoro en la pobreza

Hasta el mes de diciembre, más de 800 voluntarios van a realizar trabajos de acondicionamiento en unas 80 viviendas de familias con escasos recursos de distintas ciudades españolas, todo ello dentro de la campaña especial de voluntariado de Cooperación Internacional ONG, conocida como Operación Rehabilitación de Viviendas. Las familias han sido seleccionadas por agentes o trabajadores sociales que trabajan en el barrio.

Ya el pasado 23 de septiembre empezó en Sevilla la primera de las 17 “operaciones”, para atender como mínimo a 18 familias, ubicadas en viviendas de barriadas con bajo nivel de ingresos. Estos jóvenes voluntarios –de entre 16 y 30 años- arreglarán humedades, cubrirán grietas y pintarán viviendas. Son universitarios y tienen una clara preocupación humanitaria. Podéis ver la actividad de este proyecto solidario en el vídeo “Pintores Solidarios en Sevilla” dentro del apartado “you Tube” en la portada de
http://www.ciong.org/

Tras conocer esta iniciativa, creo que no hay mejor manera de gastar y ver en qué se gasta el dinero destinado a las ONG. Sabemos que se trata de viviendas con personas mayores, que viven solas y con pocos recursos. Algún día tengo que hablar de ellas, y de cómo afrontan sus necesidades con pensiones de pena. "Tú sí que pintas" es una campaña para enganchar a nuestros jóvenes, que a veces pierden miserablemente un tiempo que muchos adultos quisiéramos comprar. Pero lo que no puede comprarse es el entusiasmo y la vitalidad de nuestros hijos, ni la época que les ha tocado vivir. A ver si engancho a Manu y sus amigos.

Y, como siempre vuelvo a mis orígenes cocineros, os traigo esta foto que tomé, con permiso de su dueña, en el interior de una chabola debajo del puente de San Juan en Sevilla. En una sola pieza, vivían la pareja (muy jóvenes), con dos hijos pequeños. Sin embarg
o, la casucha estaba en perfecto orden, no había basura en el suelo de cemento, la única cama estaba hecha, no había ropa tirada, y en un rincón estaba este mueble, en el que aquella joven y bella gitana tenía colocados con esmero su loza humilde pero limpia. Confieso que me conmovió esta imagen, tras contemplar la miseria, basura y ratas que rodeaban esas chabolas. Como en cualquier hogar español, la lavadora estaba en marcha gracias a un grupo electrógeno. Y sobre la cocina de butano, un plato con patatas fritas para la noche, debidamente tapado. Y eso que llegamos sin avisar.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Comeencasa y la cocina marginal

Hoy traigo una receta hecha a base de utopías naturales, fácilmente congeladas por su frescura y actualidad en la nevera de los ideales humanos, y por eso no caducan nunca. La materia prima es de primera calidad: los niños; pero hay pocos cocineros cuando los fogones radican en un mundo políticamente incorrecto. En Sevilla, las chabolas no venden…

Un cocinero-educador, Jorge Morillo, lleva veinticinco años acudiendo una tarde a la semana, con su furgoneta tuneada con símbolos cristianos, a cada uno de los cuatro asentamientos marginales sevillanos: San Juan, El Vacie, Torreblanca y puente de San Juan (debajo), cada uno de su padre y de su madre. Pero en todos ellos hay niños y niñas que merecen vivir algo mejor, y que salen a esperarlo a la carretera porque Jorge va a enseñarles a jugar al fútbol, les llevará merienda donada por el Banco de Alimentos, y sobre todo les transmitirá valores como la responsabilidad o el compañeris
mo.

Gracias a la colaboración económica de la caja de ahorros en que trabajo, la Asociación Educar en la Calle pudo llevar a cabo cuatro excursiones a playas, destinada tanto a los niños como a sus familias, ampliando así el proyecto de integración. Yo tuve la suerte de acompañarlos en tres ocasiones: San Juan (playa Victoria, Cádiz), El Vacie (El Palo, Málaga), y bajo el puente de San Juan (Matalascañas, Huelva). La mayoría de los niños veían el mar por primera vez. Y yo por primera vez palpaba la marginación.

Os he enlazado los tres vídeos colgados hace años en you tube, bajo el título “El fútbol como excusa”, que lo dicen todo. En uno de esos viajes conocí a Carmen, gitana de 20 años, con dos hijos (otro se le murió abrasado con 10 meses intentando calentar agua), me ha invitado a tomar café a su casa, situada bajo el puente de San Juan, cuya visión me impactó desde el autobús. Pero su sonrisa tiene esperanza en el futuro.

Ilusiones marginales por dejar de serlo, también falta de cultura y un chip distinto en sus pensamientos analfabetos. Pero los niños, gracias a gente como Jorge Morillo, se van educando en la calle. Yo, que la he conocido de cerca, creo en esta iniciativa.

El proyecto Educar en la calle aún no tiene página web. Mientras tanto, comencasa les dará alojamiento. Si queréis más información, ahí tenéis el tríptico, en dos páginas.