viernes, 15 de octubre de 2010
Paño cubre jamón
lunes, 9 de agosto de 2010
Últimas inversiones, digo adquisiciones

viernes, 6 de agosto de 2010
Supervivientes
martes, 27 de julio de 2010
Alarmas avisadoras en la cocina
martes, 13 de abril de 2010
Incunables
Y por último, hemos fotografiado estos vasos serigrafiados con dibujos decimonónicos los rescató de la basura mi cuñado allá por la Costa del Sol. Al parecer procedían de unos ingleses que se mudaban de casa, y que los dejaron perfectamente embalados y colocados en sus cajas, tal vez sin estrenar aún; el caso es que no pudo resistir la tentación de cogerlos, y luego me los dió a mí.. Eran cuatro y ya se han roto dos. No creo que tengan muchos años, pero me encantan. Los utilizo para el zumo de naranja del desayuno.
jueves, 25 de marzo de 2010
Últimos compras en el bazar

sábado, 9 de enero de 2010
Regalos de Reyes blogueros


martes, 17 de noviembre de 2009
Frivolidades


jueves, 29 de octubre de 2009
Dos aceiteras y un destino
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Dos peladores –becarios- en Comeencasa

martes, 8 de septiembre de 2009
Platos nuevos, mejora de look
Por otro lado, el blog se merece una mejor presencia en los platos, que son constantemente fotografiados. Y pensé que los platos blancos nunca pasaban de moda, aunque éstos tenían unos pequeños dibujos en relieve de igual color. Tengo una magnífica vajilla inglesa que me regalaron en la oficina por mi boda (mis compañeros ahí estuvieron muy acertados) pero que dejo –como todo el mundo- para las grandes ocasiones.
Al llegar a casa me faltó poco para meterlos en el lavavajillas, quitar los anteriores y colocarlos en perfecta formación. Estoy contenta con mis platos. La vida está hecha de pequeñas cosas, y estrenar objetos es tanto como estrenar ilusiones. Y aparte de hermosear mi mesa cada día, el blog es para mí una ilusión. Ahí los tenéis.
martes, 11 de agosto de 2009
Marchando otra de cacharros

Son tres los nuevos cacharros que han entrado en casa últimamente, y a los que ya he encontrado un hueco en los armarios. ¡Qué remedio!. Paso a describirlos.
Centrifugador de ensalada. Regalo de tía Manoli, que siempre ha tenido de todo en su cocina, aunque ahora necesita cada vez menos porque apenas guisa. Este artilugio de plástico algo voluminoso sirve para secar las verduras de las ensaladas –lechugas, canónigos, romanillas, etc., previamente a su aliño, de una manera higiénica y rápida, pues contiene un cestillo que una vez cerrada la tapadera, se gira con la manivela y escurre la verdura allí colocada.

Sartén ecológica.- Esta compra cier

lunes, 13 de julio de 2009
De chinos y pasapurés
Cuando aún no se conocían batidora, minipimer ni por supuesto los supermodernos robots de hoy, unas manos sacrificadas y dispuestas dirigían el pasapurés para moler con dedicación y esmero las papillas y guisotes de los niños pequeños y de los ancianos, pues ambas generaciones convivían entonces en los hogares. (La mujer no solía trabajar en aquel tiempo fuera de casa, claro). Mi pasapurés de hoy, incorpora tres distintos tamaños de colador en la rejilla, para conseguir mayor o menor espesor.
Pasapurés y chinos en la cocina, dos modos de filtrar pieles de ajos, cebollas, tomates y pimientos pochados, de conseguir mezclas homogéneas en purés de patatas, y de desdeñar pellejitos desagradables de los tomates gazpacheros. Ambos cumplen una importante función en la cocina, pues adaptan lo que ya hemos elaborado, a la medida de nuestro querido destinatario el comensal, por facilitarle la digestión y con ello la salud, ganando en presentación y eliminando restos de pieles indigestas y poco convenientes.
Y aquí va mi comentario romántico: pues estos humildes cacharros me sugieren la idea de la empatía, que no es ni más ni menos que ponerse siempre en el lugar del otro, y para ello trabajan ambos coladores; bonita misión, aunque sacrificada, que muchos deberíamos aprender a lo largo de nuestra vida. La comida -como otros muchos aspectos- se adapta a las necesidades de los demás una vez filtrada, convirtiéndose en cosa bien acabada, con el mejor servicio y la mayor eficacia. La cocina sin pasapurés o chinos llevaría el mínimo esfuerzo, lo justo para sobrevivir. Con estos filtros cocineros, se busca la excelencia, concepto exigente y avanzado en nuestros propios ideales, y sin ellos sin duda faltaría sensibilidad.
Son las tonterías que escribo y que yo misma me creo: la cocina enseña muchas cosas, o al menos hace pensar. ¿O no?
jueves, 21 de mayo de 2009
Peroles, peroles, peroles….

martes, 17 de febrero de 2009
Nuevos inventos para la cocina


Primero, pelamos las patatas (una mediana por persona) y luego, troceamos pimiento verde y lo pusimos en el estuche de silicona con tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cerramos el estuche, y lo ponemos en el microondas a la máxima temperatura, cuatro minutos. Al terminar, añadimos los huevos (uno por persona), pero sin batir demasiado. Y nuevamente al microondas otros tres minutos. El resultado es una tortilla muy ligera, sana y sabrosa. Otra cosa es que ajustemos los tiempos en otra ocasión.
domingo, 30 de noviembre de 2008
Más cacharros de cocina



lunes, 29 de septiembre de 2008
Pamplinas útiles para la cocina
La semana pasada pasé por el escaparate del Bazar Victoria, en Sevilla, pero esta vez estaba abierto y no pude resistir entrar, fue superior a mis fuerzas. Me gasté 11,35 euros, y salí contentísima co

Un pelador de patatas, con diseño distinto al tradicional. Me dijo el comerciante –un señor encantador y profesional experto- que este modelo lo había traído a petición del público, que siempre lo reclama. Lo he probado y pela fenomenal. Tiene doble uso, además de pelar, corta la patata en formato patata-paja, ideal para bacalao al douro o para nido de patatas.
Los profesores de la Escuela de Hostelería de Sevilla lo llevaban en su maletí

El molinillo de queso es muy útil. El queso rallado es imprescindible en la cocina, para terminar muchos platos. El queso cur

Y por último, un chisme sencillo pero que también tiene su momento: el separador de yemas. La repostería exige en muchas recetas separar yemas de claras, y este invento lo hace fácilmente.

Recuerdo el Bazar Español en Cádiz, en la calle San Francisco, del que aún se conserva la fachada. También recuerdo alguna anécdota de él. Los bazares se van perdiendo a favor de centros comerciales (donde uno no encuentra nada) y tiendas de todo a cien (de mala calidad). Pero no es lo mismo. Me he dado cuenta de que estoy enganchada a los bazares antiguos. Ya os traerá algunas novedades. La cocina evoluciona constamente y sus utensilios también.
lunes, 28 de julio de 2008
Aquellas pequeñas cosas…

Entre mi hermano y yo conservamos –entre otros- estos dos humildes objetos, reliquias de la cocina de nuestros padres: una fuente alargada de aluminio y un pelador de patatas. La fuente albergó muchas y muchas ensaladillas, cuando aún eran un plato novedoso en el menú familiar. Recuerdo que entonces la marca de la mayonesa de bote era Musa. Mi madre preparaba los ingredientes con mimo, sin prisa y sin pausa, mientras nosotros entrábamos en la cocina de vez en cuando a curiosear y a celebrar el plato elegido. La ensaladilla se remataba con una decoración de aceitunas y pimientos morrones. El caso es que su sabor aún no se me ha olvidado del todo.
En cuanto al pelador de patatas, objeto intransferible de mi padre, venía a apurar el mediocre mondado (según él) que los demás hacíamos de aquellos tubérculos, cuyo sabor era bueno sin excepciones (no como hoy). Así, mi padre, que solo aspiró a ser pinche de cocina con mi madre, se sentaba, cansado del trabajo, en una de las sillas de la cocina, y mientras conseguía cáscaras transparentes, daba conversación a mi madre sobre las pequeñas (o grandes cosas del día). En aquella pequeña cocina, sin encimera, de cacharros sencillos, se mantenía la ilusión de vivir cada día, gracias al plan de comida diario para cuatro hijos. Y cada plato, en aquellas difíciles economías, tenía su mérito.
Como la canción de Serrat, aquellas, estas pequeñas cosas nos tienen a su merced, y nos acechan detrás de la puerta o en un cajón. Herencias de cariño materializados en perfectos guisos sin desmayo por una pareja –mis padres- que se amaron y se respetaron hasta la muerte. Hoy, estos viejos utensilios decadentes entre tanto adelanto, traen a nuestro presente el trabajo en equipo para los demás, en el marco incomparable de una de tantas cocinas del mundo. Y por supuesto, nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve…
jueves, 14 de febrero de 2008
Mis queridas cucharas de madera

Hoy me son absolutamente imprescindibles. Porque con ellas puedo remover lo que estoy cocinando con facilidad, sin añadir ni quitar sabor a los guisos, y además, sin arañar las superficies de los cacharros. Y lo que es más importante, añaden un toque clásico que contrasta con la moderna vitrocerámica. Por eso, os presento mi querida colección de utensilios de madera, que aunque baratos, son uno de mis mayores tesoros a la hora de cocinar. Como podéis ver, están más “quemados" que los de Julio.
De todos modos creo que el cantante no pasaba mucho tiempo entre fogones, a tenor de lo limpios y ordenados que aparecían. ¡Ah! Ya no leo el Hola en la peluquería. Cuando llego, sobre la marcha me dan el periódico del día. Con el tiempo me he vuelto menos frívola.
domingo, 10 de febrero de 2008
Con la Thermomix me rindo

Tengo actualmente la última versión de este chisme, al que por cierto he sacado más partido que al anterior modelo. Yo lo uso en determinadas preparaciones, en alguna de las cuales, me ganó por goleada. Las croquetas son un ejemplo, que gracias a la Termomix aumentaron su calidad y dignidad. Otra faceta que admiro del robot es su capacidad y eficacia para cocer la verdura al vapor, que aconsejo a todos, pues de este modo, estos productos no pierden ninguna propiedad, así como para elaborar el pescado a la sal. Ambas preparaciones se realizan en la fuente que trae la Thermomix como anexo, llamada varoma. Sin duda alguna este invento hace bien todo lo que toca.
Hoy domingo, junto a un filete de pescado a la plancha, preparé un riquísimo puré de calabacines, de fina textura por sus ingredientes, pero sobre todo gracias a la Termomix. Me consta que este puré ha gustado mucho a niños que habitualmente no toman mucha verdura. Seguiremos hablando y daremos algunas recetas de este robot cocinero.